MATAMOROS, COAH.- Prudencio Martínez Limón primero dijo que lo habían asaltado, que las tarimas del mosaico se las robaron, pero más tarde confesó que
las vendió en el ejido San Rafael por cuatro mil pesos en efectivo; la mercancía es de una empresa de Nuevo León. De acuerdo a la Policía Ministerial, siendo las 23:00 horas del lunes, la guardia de la Policía Preventiva reportó que a la salida
oriente de la ciudad, justo en el lugar conocido como Las Meloneras, se encontraba un trailero, quien les manifestó que momentos ates había sufrido un asalto. egún el trailero, seis kilómetros antes de llegar a Matamoros, cuatro sujetos armados a bordo de una camioneta, le hicieron disparos en las llantas
para obligarlo a detenerse, le dieron a dos y luego lo amagaron para despojarlo de la cantidad de 12 mil pesos en efectivo, así como de dos tarimas de mosaico, las cuales llevaba a Torreón y procedían de Monterrey, Nuevo León. Al iniciar las investigaciones, los elementos acudieron al lugar y constaron que el trailer se encontraba en el lugar que mencionó Prudencio Martínez Limón, quien tiene 37 años y vive en Monterrey, Nuevo León; verificaron que al vehículo le faltaban dos tarimas y que en otra no había cinco cajas de mosaico. Como el chofer no se encontraba en el lugar, los elementos procedieron a buscarlo y lo encontraron en el ?antro? de vicio conocido como El Papas, ahí les confesó que es chofer de la empresa Transportes Manuel Ramírez, ubicada en San Nicolás de la Garza, Nuevo León. Sin embargo, como los elementos siguieron cuestionándolo, Prudencio comenzó a caer en contradicciones. Dijo que estaba ingiriendo alcohol y al salir de El Papas, fue abordado por cuatro sujetos que viajaban a bordo de un vehículo, cuando antes había asegurado que era una camioneta. Indicó que uno de los sujetos lo encañonó con una pistola y que otro manejó el trailer, luego lo llevaron a un callejón en donde bajaron dos tarimas y cinco cajas sueltas, además de que lo despojaron de 12 mil pesos en efectivo.
LA VERDAD.
Prudencio Martínez terminó por confesar que vendió el mosaico en el ejido San Rafael, le dieron cuatro mil pesos en efectivo por la mercancía, y las llantas le tronaron a la salida de Saltillo, debido al mal estado en el que se encontraban.
Luego dijo que la mañana del lunes, llegó a San Pedro en donde ingirió bebidas embriagante.
y en Matamoros hizo lo
mismo en El Papas, también le
habló a sus patrones para decirles
que había sufrido un
asalto para que dieran parte a
la compañía aseguradora.