El actor es reconocido como una persona de carácter fuerte.
EFE
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Primero fue la subasta de su casa, luego la de todo lo que Marlon Brando guardaba en ella, y ahora la vida que el fallecido actor estadounidense protegió durante años vuelve a estar a la venta con la publicación de la novela que escribió hace 30 años.
Con el título de Fan Tan, el nombre de un juego de azar chino, el libro narra una historia de piratas en los Mares del Sur en la década de 1920, con todos los ingredientes de pasión, intriga, fortuna y enemigos poderosos.
Sin embargo, entre las páginas escritas en la década de 1970 por Brando y su amigo y también cineasta Donald Cammell parecen esconderse nuevos retazos de esta leyenda del cine, tan famosa en su vida artística como desconocida en lo privado.
Nuevos retazos que, tras la muerte en 2004 de Brando, víctima de una dolencia respiratoria a los 80 años, mantienen con vida el recuerdo de un actor que, como buen mito cinematográfico, se niega a morir.
Fan Tan tiene como protagonista a Annie Doultry, un aventurero con nombre de mujer, entrado en carnes, sarcástico, sensual y con una especial debilidad por las mujeres de aire oriental.
¿Suena familiar? Quizás, viniendo de la pluma de un actor tan adorado como mordaz, amante de las túnicas para sentirse cómodo con sus carnes y sin timidez a la hora de vestirse de mujer.
Un actor cuyo principal refugio fue su isla de Tetiaroa, en el sur del Pacífico, de la que se enamoró cuando se casó con su tercera esposa, Tarita, con la que vivió en la Polinesia francesa.
?Observa el personaje central. Puedes ver a Brando?, afirma Sonny Mehta, uno de los principales representantes de la editorial neoyorquina Alfred A. Knopf, que sacará Fan Tan a la venta en septiembre.
Se trata de una buena frase publicitaria a la vista del ?toque Midas? que el nombre de Brando genera después de su muerte.
El historiador David Thompson se ha encargado de revisar Fan Tan para su publicación y sumó a sus 283 páginas un último capítulo que explica el final de la novela -del que tan sólo existe un borrador de sus verdaderos autores- así como un epílogo.
Una obra que, como explica el epílogo, es parte de la historia de Hollywood, esa historia menos conocida que forman ?los grandes sueños y proyectos que nunca se hicieron realidad?.
Crea polémica.
El protagonista de Apocalypse Now, El Padrino, El Último Tango en París o La Ley del Silencio, entre otros de sus clásicos, murió alejado del brillo de la fama que durante años rodeó su nombre, recluido en su mansión
de Hollywood.
Hubo hasta quien dijo que Brando murió sin apenas ingresos, pero por contra, su muerte es un lucrativo negocio para sus herederos. Jack Nicholson anunció en mayo la compra de la casa de su amigo y vecino, una mansión situada en la famosa avenida Mulholland Drive, en las colinas de Beverly Hills (California), de doce habitaciones, cuatro cuartos de baños y piscina valorada en cinco millones de dólares. Hace tan sólo un mes el guión personal que Brando utilizó en El Padrino hizo historia al ser subastado por 312.800 dólares, el precio más alto jamás alcanzado por un libreto, en este caso lleno de anotaciones manuscritas del intérprete. El guión era uno de los 320 lotes de artículos personales del actor procedentes de su casa y con los que se recaudaron 2,4 millones de dólares
para sus herederos durante la subasta llevada a cabo en julio, en Christie?s
de Nueva York. Según las instrucciones que Brando dejó para después de su muerte, el actor señaló con su peculiar sarcasmo que le robarían ?hasta los botones de la camisa?. El vaticinio parece cumplirse si se toma la fiebre Brando como una explotación de su figura. Sus seguidores prefieren tomarse esta fiebre como la forma de expresar la adoración hacia un artista más grande que su obra.
De ahí el interés levantado por todo lo que lleva su nombre, aunque se trate de una novela inacabada cuya génesis fue un tratamiento para un guión
cinematográfico que Brando se negó a vender a los estudios.
FUENTE: EFE