VENECIA, Italia, (Reuters).- Era un extranjero con una inclinación poco convencional hacia los excesos, pero El Veronés supo capturar la esencia de la lujosa Venecia del siglo XVI, y sus sobrecargadas pinturas de gran tamaño llegaron a simbolizar la Edad de Oro de la ciudad.
"Este es el hombre que construyó la imagen de sí misma de la ciudad", dijo Giandomenico Romanelli, director de los museos de la ciudad y curador de una exposición que se desarrolla en distintas partes de Venecia, una muestra destinada a redescubrir al pintor cuyo nombre real era Paolo Caliari.
"El es el pilar sobre el cual se construyó la imagen de Venecia como ciudad triunfal. Usando temas de la pintura religiosa, él construyó las imágenes de los años de gloria de Venecia" agregó Romanelli.
Famoso por su amor por los materiales ricos y las escenas opulentas, en 1582 El Veronés ofreció a los ancianos de la ciudad su "Venecia Triunfal", un fresco de 9 metros para el techo de la sala de reuniones del Gran Concejo de la ciudad.
Fiel a su estilo, abarrotó la imagen con decenas de observadores, soldados, nobles vestidos de manera refinada, caballos y perros.
Pero centró la atención en Venecia: una mujer escultural vestida con un brocado de seda y oro, coronada por ángeles.
En realidad, cuando concluyó esa obra, la estrella de Venecia -que alguna vez fuera la "reina de los mares"- estaba apagándose.
A fines del siglo XVI, la ciudad había perdido Constantinopla a manos de los turcos y con ella, la ruta por tierra hacia el este afianzada por uno de sus hijos ilustres, Marco Polo. Su poder como centro comercial se disipó aún más a medida que se abrían nuevas rutas marítimas en el oeste y el este.
Pero las ricas pinturas del Veronés alimentaron la imaginación de la ciudad-estado y celebraron su fascinación con su propio poder.
Una nueva exhibición, que gira en torno al pequeño pero suntuoso Museo Correr, busca restablecer al Veronés como uno de los artistas más emblemáticos de Venecia, junto con Tiziano y Jacobo Tintoretto. La exhibición en Venecia continuará hasta el 29 de mayo.
En el Correr, los curadores han reunido decenas de las obras no religiosas del Veronés, desde retratos a lugares de encuentro mitológicos, muchas de las cuales en la actualidad se encuentran fuera de Venecia.
"Esto busca ser un punto de partida", dijo Romanelli.
"Entonces debería ser normal ir y ver en acción al Veronés, en los museos de Venecia, en las iglesias".
La iglesia de San Sebastiano, con un elaborado decorado, donde está enterrado El Veronés, fue ornamentada casi por completo por el pintor, mientras que varias obras maestras suyas se encuentran desparramadas por toda la ciudad.
PINTORES, POETAS Y LA LOCURA
Venecia refleja el avance del Veronés, desde un joven pintor entrenado en la ciudad de Verona, en el norte de Italia, a un artista reconocido por las altas esferas.
Y a su vez, El Veronés refleja algunos de los cambios en la historia de la ciudad, de sus años de gloria al período más oscuro de la Contrarreforma, la reacción de la Iglesia Católica a los movimientos protestantes.
Hijo de un picapedrero, El Veronés fue llamado a la edad de sólo 25 años para que ayudara a decorar las habitaciones del temido Concejo de los Diez de Venecia. Su panel central fascinó tanto a Napoleón dos siglos después, que fue llevado al Louvre.