Lima, (EFE).- El veneno de las serpientes puede convertirse en un medicamento contra la malaria, se afirmó en Lima durante la inauguración del curso internacional "Toxinas y Envenenamientos por Animales Ponzoñosos - Nuevos retos"
El doctor César Cabezas Sánchez, sub-jefe del Instituto Nacional de Salud de Perú, organizador del curso, señaló que las últimas investigaciones sobre el tema han sido realizadas por las universidades de San Marcos, de Lima, y Liverpool, de Inglaterra.
Cabezas propuso también la creación de una red de laboratorios en Latinoamérica para almacenar y compartir "antivenenos", para poder atender situaciones de emergencia.
Señaló que la red permitirá a los países de la región disminuir la mortalidad por las mordeduras venenosas de serpientes y arañas, que es uno de los principales problemas de salud en zonas rurales de Latinoamérica.
Al respecto, el Instituto Nacional de Salud informó de que estas mordeduras se presentan con mayor incidencia en Perú entre las poblaciones de la Amazonía, la costa y los valles interandinos.
El veneno de las serpientes y arañas puede producir hemorragias, hemólisis (descomposición de los glóbulos rojos), necrosis, edema y proteólisis (degradación de proteínas).
También, neurotoxicidad, trastornos de la coagulación sanguínea y otros cuadros que pueden causar la muerte en horas si no se aplica un antídoto.
En la cita de Lima participan expositores del Instituto Butantan de Brasil, la Escuela de Medicina Tropical de la Universidad de Liverpool de Inglaterra y el Instituto Clodomiro Picado de Costa Rica.
Además, del Instituto Nacional de Laboratorios de Salud de Bolivia y de las universidades peruanas de San Marcos, Cayetano Heredia y Los Andes
El curso tiene entre sus objetivos estandarizar los conocimientos sobre la composición de los venenos, revisar la distribución regional y nacional de las especies venenosas, así como actualizar los conocimientos sobre el tratamiento médico.
Entre los temas específicos a discutir aparecen la identificación taxonómica de los ofidios y artrópodos venenosos; la distribución, captura y manejo de especies en cautiverio; y los estudios bioquímicos, toxicológicos y farmacológicos de los venenos.
Además, el tratamiento de las mordeduras, la producción de veneno, antivenenos y el control de calidad.