Como se había comentado, este su 007 tiene la impresión que los empresarios de la comarca, a cuyas industrias afecta de manera grave la determinación de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) que autorizó un aumento desproporcionado en sus operaciones a la empresa Ecogas, romperían relaciones en muy poco tiempo (lo que está a punto de suceder) ante la cerrazón de los directivos de esta última empresa y la poca disposición de los miembros de la citada Comisión, quienes reconocen que se equivocaron, pero no hacen nada por corregir su error. Lo interesante de este problema es que legisladores federales, como Eduardo Olmos, Alejandro Gutiérrez y Jorge Zermeño, han estado apoyando a los industriales que cuentan además con el respaldo del “CLIP”, la Cámara de Comercio; pero el apoyo de la Coparmex ha sido nulo, porque al decir de su presidente, Arturo Gallegos, ese organismo está del lado de Ecogas, lo que resulta extraño por el daño que puede causar esta empresa a la planta productiva regional. De ahí que los malpensados sostengan que Gallegos puede tener intereses ajenos a los de su gremio y que por eso no repudia públicamente ese atraco legalizado que pretenden consumar los de Ecogas.
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La coordinadora de la Unidad Torreón de la Universidad Autónoma de Coahuila, Rosy Franco, rindió en días pasados su tercer informe de labores con miras al proceso electoral que ayer dio inicio, pero a la hora de la lectura del informe a doña Rosy le vino un desmayo, según se supo, por las presiones propias del evento y no haber ingerido alimentos durante varias horas previas a la sesión, lo que causó asombro y alarma entre los asistentes, pues se pensó que se trataba de un problema mayor de salud, lo que por suerte no fue así, pues al poco tiempo la coordinadora ya se había repuesto. Sin embargo, resultó premonitorio que al momento del desmayo quien la sostuvo para que no se cayera fue el rector de la Universidad, Jesús Ochoa, lo que fue interpretado por muchos como un signo inequívoco de que Rosy va por la reelección con todo el apoyo del Rector en cuyos robustos brazos encontró salvación física y política.
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Voces en el interior de la Presidencia Municipal, sobre todo entre los propios panistas señalan con dedo acusador a Jorge Handam y a su director de Ingresos, Isaac González Villanueva, como los artífices del fuerte problema social que le vino encima a don Memo a causa de las elevadas alzas en los valores catastrales de cuando menos sesenta mil predios de la ciudad, a los cuales les aplicaron reevalúos de más de mil por ciento, lo que impactó en la misma proporción el impuesto predial. Señalan que son dos errores garrafales; uno que no hubo visitas físicas a las casas y el segundo la deficiente aplicación de tecnología de punta adquirida mediante un sofisticado “software” de esos que se utilizan en ciudades como Estados Unidos, que les costó trece milloncillos de pesos, pero que supuestamente no lo manejaron adecuadamente y por eso registró los techos de lámina y cartón de corrales y cocheras como si fueran nuevas construcciones. Lo más criticable tal vez sea la forma de tratar a los ciudadanos a quienes no reciben y hacen formar largas filas, sólo para decirles que tendrán que pagar lo que “arrojó el sistema”. Enclaustrados en sus oficinas, no atienden ni a periodistas, bajo el argumento de estar muy ocupados.
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No se sabe si para festejar, para coordinar o como “porra”, don Memo se llevó a una buena parte de su administración municipal, con gastos pagados, en días que se supone son de trabajo, para que asistieran a la Ciudad de México a la Convención de la Asociación Mexicana de Municipios en donde se disputaría la presidencia nacional. Mientras cientos de ciudadanos están indignados y desconcertados porque no saben qué hacer para pagar el elevado impuesto predial, critican que el “Gobierno del Cambio”, le haya encajado el diente al presupuesto del Municipio para irse a este viajecito que dicen es otro de los desaciertos de Anaya Llamas, luego que por decisión propia otorgó un “bono de productividad a sus diecisiete directores generales a principios de este mes equivalente a un mes de sueldo extra. Dos errores en menos de treinta días; va batiendo récord.
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Y mientras los empresarios cuestionan que el alcalde, Guillermo Anaya viaje al Distrito Federal con dinero del erario público para contender por la presidencia de la Asociación Mexicana de Municipios, el panista, ya entrado en gastos, ni se inmuta y disfruta su estancia por la capital del país. Dándose tiempo para hablar por teléfono con el gobernador, Enrique Martínez, quien le deseó suerte en sus aspiraciones. Ambos funcionarios, toda proporción guardada, andan buscando nuevo “hueso” y se echan flores mutuamente deseándose suerte en sus aspiraciones; qué bonito gesto.
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A los funcionarios de Lerdo ya no les quedó más remedio que darse un baño de pueblo a partir de la próxima semana. Y es que como cada vez era menor la afluencia al programa “Miércoles de Todos”, las autoridades decidieron trasladarse a las comunidades rurales a atender personalmente las demandas de la ciudadanía. Esto será benéfico sobre todo para las amas de casa, pues para que las autoridades escucharan sus demandas tenían que gastar en pasaje y dedicar mucho tiempo para trasladarse al Centro Cultura Centauro, recinto donde se desarrollaba el programa. Tal vez por eso cada miércoles eran más los funcionarios que estaban presentes que la gente que acudía a realizar alguna gestión.
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El alcalde de Matamoros, Felipe Medina Cervantes, se está quedando solo. Cada vez son más las personas de su partido político en contra y el proceso de reseccionalización vivido en fecha reciente, es muestra de la ruptura del edil con diversos sectores. Medina Cervantes se queja de que no lo han dejado trabajar y sus adversarios dicen que aquél sólo da cobijo a sus familiares. La realidad es que la mayoría de los matamorenses coincide que este trienio ha sido de los peores que ha padecido ese Municipio, donde aumenta la proliferación de negocios dedicados a la venta de bebidas embriagantes, mientras las obras sociales brillan por su ausencia.
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Nuestros subagentes gomezpalatinos nos reportan que hace algunos días el Gobierno del Estado y el Municipio firmaron un convenio en el que se comprometen a coordinar acciones para frenar las irregularidades del transporte público. Al parecer el Ayuntamiento se animó a entrarle a este problema porque el fruto de las infracciones le será donado íntegro. Falta ver el resultado que rinda este convenio, porque los taxistas se venían quejando que los inspectores de la Subdirección de Transporte se dedicaban a “pasar la charola” para hacerse de la vista gorda y dejarlos trabajar y eso que nada más son dieciséis inspectores. Esperemos a ver qué sucede cuando a los agentes de Tránsito les “caiga el veinte” y empiecen exigir también su cuota. Ojalá que la medida sea benéfica realmente, porque podría ser uno de esos tantos actos protocolarios que los políticos hacen para hacer como que trabajan, mientras que los agentes de vialidad podrían ver incrementados sus ingresos por concepto de “mordidas”.
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En el ejido Concordia de San Pedro hay gran malestar, según comentaron un par de vecinas de la calle Las Palmas, pues no cuentan con pavimento y siempre que llueve se hacen los charcos muy grandes. Por más que han hecho la lucha, no les han solucionado el problema en años. Sin embargo, las señoras señalan que, a la siguiente calle de sus casas, vive el secretario del Ayuntamiento, Lorenzo Dávila y Santos Navarro, el secretario particular del alcalde y resulta que esta vía sí pudo ser incluida en los programas de Alianza Coahuilense y está pavimentada. En la dirección de Obras Públicas se informó que esto fue mediante un estudio, pero no sería la primera vez que se hacen señalamientos de influyentismo en la administración de Emilio Bichara Marcos Wong. No cabe duda que se confirma que vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error.
