Por atender las presiones de algunos de sus colaboradores que le hablan al oído y le venden “espejitos” desde el escritorio, al alcalde Guillermo Anaya se le hizo “bolas el engrudo” con el proyecto de la Nueva Alianza, que él juraba y perjuraba que estaba consensuado. Ahora resulta que no sólo los locatarios lo rechazan porque no se les tomó en cuenta, tampoco nadie se dignó a dialogar con los ambulantes de la Hidalgo que afirman que tal vez pudieran convencerlos, siempre y cuando los dejaran salir a la calle otra vez en temporada navideña. ¿Qué tal? Sería bueno que los acomedidos, ahora se ensucien los zapatos para ir con los involucrados y hacer lo que se precisaba desde el primer año de Gobierno, negociar, convencer, consensuar o como quieran llamarle al oficio político que es la gran ausencia de esta administración y tendrá su costo político, si no, al tiempo.
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Y otro que amparándose en la estampita de “San Antonio Santillán Ríos”, tuvo una salida no tan raspada, fue el secretario del Ayuntamiento, Alfonso Tafoya, en su pretensión de sacar a todos los camiones suburbanos del bulevar Revolución lo que finalmente no pudo hacer. Considerando que es año político, que para variar le faltó consenso, diálogo previo con los autobuseros y las autoridades del vecino Municipio, el aspirante a diputado local no tuvo más que acogerse al empresario transportista que con recursos propios hará una terminal suburbana en el sector Alianza y así le dio la solución al problema. A Tafoya le cuesta reconocer que los problemas jurídicos del Megabastos “La Jolla” también los tomó de pretexto para zafarse de este gran conflicto político con los vecinos matamorenses, cuando la realidad es que no pudo con el paquete y en gran medida obedece a la torpeza en este asunto del director de Comunicación Social.
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Supuestamente por diversos accidentes técnicos en el proceso de reposición del colector de la Praxedis Guerrero y el bulevar Constitución, resulta que al Simas se le “cayó” una buena parte del trabajo realizado en esta área y tuvo que volver abrir, por lo que grandes montones de tierra y tubos de drenaje obstruyen por lo menos dos cuadras de ese bulevar. Hasta ahora este organismo permanece sin que se les realice ninguna auditoría técnica, nadie sabe la calidad con que se trabaja, si los tubos son los indicados, si las empresas que manejan el sistema “cracking” realmente le saben al asunto, si se compacta bien la tierra. Se formó un Consejo Técnico -integrado por especialistas- que se supone sería el visor de estos aspectos pero “alguien” de adentro de la paramunicipal se encargó de carcomerlo y desintegrarlo con la misma efectividad de los ácidos que tienen las aguas negras. Tiene la palabra el jefe, Fernando Alatorre Dresel.
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Y las denuncias siguen, pero ahora con pruebas. Los ciudadanos ya no permiten que la corrupción sea parte del paisaje que a diario ven afuera de sus casas. Ahora tocó el turno a los habitantes del ejido Ignacio Allende, quienes acudieron a las oficinas de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), para presentar ante su titular, Javier Gutiérrez Pesquera, fotografías donde aparecen policías en sus patrullas recibiendo dinero de personas, que al parecer son vendedores clandestinos de cerveza. Sin embargo, las sanciones contra estos elementos son más tibias que los huevos que los niños se desayunan antes de ir a la escuela. Los jefes policiacos decidieron no dar de baja a esos uniformados que se corrompían. El único “castigo” que recibieron fue quitarles el tan sonado “resguardo” que no es otra cosa más que quitarles las patrullas, como medida para evitar que sigan practicando esta actividad anómala. Es evidente que falta “mano dura” de parte de los jefes policiacos, porque aunque ya no tengan unidades esos elementos para seguir cobrando una “cuota”, sí seguirán en la corporación. ¿Entonces de qué vale que los ciudadanos realicen quejas, denuncias y hasta presenten pruebas en contra de estos malos elementos? Si no pregúntenle a los jóvenes que acostumbran pasear por la Madrid y constantemente son “infraccionados” por cualquier motivo.
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La lucha intestina del PRI comienza a salir a flote y el primero que da la cara es el ex diputado local, Enrique Sarmiento Álvarez, en su calidad de presidente de la Unión de Colonias, Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien “a nombre de la democracia” se enfrenta al gobernador, Enrique Martínez y asegura que la mejor opción para la candidatura a la Presidencia de la República es el pastor mayor de los priistas, Roberto Madrazo Pintado, crecido desde que a su vez se enfrentó al entonces presidente, Ernesto Zedillo, con su famoso lema que se transmitió infinidad de veces por las cadenas de televisión nacionales. Este año político comienza a calentarse y se prevén fracturas de los tres partidos más importantes en el país, gracias al “efecto Fox”.
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Desde hace dos años se tenía planeado realizar en Torreón una miniolimpiada nacional y cuando estaba por concretarse para noviembre próximo, la Promotora de Turismo y la Asociación de Hoteles y Moteles incrementó los costos de las tarifas de los hoteles casi al doble y ahuyentó a los organizadores, que decidieron efectuarla en Puebla. El hecho tiene molestos a los dirigentes de la Cámara de Comercio, toda vez que ese tipo de encuentros genera una considerable derrama económica para restaurantes, taxistas, comercio en general y a los propios hoteles, pues estaba garantizada la ocupación de las dos mil habitaciones, pero una mala decisión hizo que se viniera abajo.
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A raíz del cierre del Centro de Convenciones de Torreón, surgió el rumor de que en el lugar se construiría un casino, al parecer de la cadena Caliente. Los habitantes de las colonias Torreón Jardín y Paseo de la Rosita se sienten preocupados. El rumor ha sido desmentido por gente cercana al hotel Fiesta Inn. En la Cámara de Comercio tampoco saben nada. La explicación es que Gobernación no da permisos para casinos, sin embargo el rumor no ha sido acallado.
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Por cierto nos cuentan nuestros subagentes que en Matamoros es época de paz y amistad entre las diversas corrientes políticas priistas. La gente que simpatiza con Felipe Medina, Raúl Onofre y Humberto Luna, se encuentra trabajando de la mano, han tenido diversas reuniones, preparándose ya para el proceso de elección del candidato de este partido a la gubernatura.- Los que saben apuntan sus pronósticos a que la tregua termine apenas comience el trabajo “de campo”, con las entregas de despensas, las descalificaciones de los precandidatos y sobre todo, la disputa por las credenciales de elector.
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“Candil de la calle y oscuridad de tu casa”; el refrán bien se podría aplicar a la falta de apoyo del Gobierno Federal para reubicar a las familias de Villa de las Flores y Emiliano Zapata de Lerdo, sectores donde se registró una grieta en julio de 2004. Si bien es cierto que los damnificados del tsunami necesitan del apoyo mundial en este momento, el Gobierno Federal no debe olvidar que también hay asuntos pendientes en México que ponen en riesgo la integridad física de las personas.- Y es que los funcionarios lerdenses no han podido entrevistarse con Roberto Quass, director del Centro Nacional de Prevención de Desastres, porque el funcionario se encuentra en Asia, supervisando el apoyo del Gobierno Federal, esperemos que pronto acuda también a Lerdo para concretar la reubicación de las familias afectadas por el abra.
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Las inconformidades por la manera en que se va a realizar la renovación de las juntas de Gobierno de las cuatro villas de Lerdo, ya comenzaron. Las autoridades alegan que nada más pueden convocar a elecciones en dos comunidades porque logísticamente el Ayuntamiento podría ser rebasado, pero los regidores del PRI aseguran que lo que quieren los del PAN es ganar tiempo y adeptos.
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Los meses siguen pasando y no hay ningún reporte financiero por parte de la Dirección de Tránsito y Vialidad y la Dirección de Seguridad Pública de Lerdo. Los regidores que integran las comisiones correspondientes se quejan que no han sido informados sobre los ingresos que se perciben en ambas corporaciones por el cobro de infracciones y detenciones, pero los titulares, es decir, Héctor Esteban Garza y Raúl Villegas Morales, respectivamente, hacen caso omiso de la petición de los ediles.
