Aunque se sabe que la Comisión Nacional de Procesos Internos del PRI lanzará hasta octubre la convocatoria para la elección de su candidato a la Presidencia de la República, la cual debe llevarse a cabo en diciembre, el gobernador Enrique Martínez anunció este fin de semana que iniciará su campaña en el próximo mes de abril, lo que a querer y no lo obligará a pedir licencia a su cargo, pues no podría seguirlo ocupando y hacer campaña al mismo tiempo, ni sólo andar buscando votos los fines de semana. En ese sentido, si don Quique de verdad quiere la candidatura, debe entrarle de lleno a publicitar lo antes posible su proyecto de Gobierno a fin de elevar su porcentaje de aceptación nacional, pues hasta el momento, en muchas de las encuestas de popularidad hechas por diversos medios de comunicación, en relación con sus colegas del ?Tucom?, sale en último lugar y así sería mejor que se olvidara de Los Pinos y le echara todas las ganas para cerrar fuerte su sexenio.- Si sigue adelante con su proyecto político nacional, debe dejar arregladas las cosas en Coahuila antes de abril y eso implica perfilar claramente a su gallo para la gubernatura y determinar quién lo supliría en su cargo en lo que él anda en pos de su sueño. No puede separarse del cargo y dejar un tiradero en casa; porque lo que ahora él maneja como su carta de crédito, se convertiría en una carta de descrédito que nulificaría cualquier posibilidad de alcanzar la candidatura por el Revolucionario Institucional.
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La organización denominada: ?Panistas por Santiago?, arrancó este fin de semana sus operaciones con el objeto de promover la imagen del secretario de Gobernación, Santiago Creel, en su búsqueda por la candidatura a la Presidencia de la República. Lo curioso del caso es que la encabezan puros panistas de Saltillo, como Jesús Saro (hermano de Ernesto, alcalde de Ramos Arizpe), regidores de esa ciudad, como Hexiquio Gómez y Adriana Pérez, así como ex dirigentes partidistas como Jorge Rosales y el senador Luis Rico. A menos que en los próximos días se anuncie la creación de un grupo igual en Torreón, lo sucedido este fin de semana llevaría a pensar que los demás panistas están con Felipe Calderón. Lo malo es que este grupo es una copia burda del que Vicente Fox usó para posesionarse de la candidatura, pero ahora pocos son los que están dispuestos a repetir ese tipo de aventuras de campaña y menos después de lo que sucedió con distinguidos integrantes del aquel grupo de ?amigos? del hoy presidente, como Lino Korrodi y Carlos Rojas, que después de todas las ganas que le echaron a la promoción de su amigo don Chente, en el primer año de Gobierno los dejaron fuera de la jugada y lo que es más grave, de la nómina federal.
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En la columna anterior mencionamos que en la inauguración de la Casa de Gestoría del diputado local Jesús de León, se evidenció la cargada hacia el novel político en un signo de que él puede ser el ungido con la candidatura para la alcaldía de Torreón. Sin embargo, algunos de sus malquerientes sostienen que existe un acuerdo mediante el cual Juan Antonio García Villa estaría dispuesto a renunciar a la candidatura estatal si se le garantiza que el candidato en nuestra ciudad será José Ángel Pérez, por lo que el ?Niño Azul? no debe sentirse tan seguro. Además, esos mismos críticos señalan que no se vio muy bien que Chuy de León instalara una Casa de Gestoría a más de dos años de estar cobrando como diputado, pues esa acción demuestra que en todo ese tiempo se la pasó vegetando y ahora pretende darle atole con el dedo a los electores. ¿No que los panistas no son populistas?
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Comenzaron ya a salir los trapitos sucios del proyecto Megabastos ?La Jolla?, pues resulta que su representante, Rolando Muñoz Rodríguez, es hermano de Ricardo, que funge como director de Fomento Económico del municipio de Torreón y se dice por ahí que ambos son socios en la constructora Muro (Muñoz Rodríguez) la que construirá ese mercado. Pero además, dicen las malas lenguas que fue Ricardo el que facilitó y agilizó los trámites para conseguir las licencias municipales para ese proyecto y convenció al alcalde Guillermo Anaya de que la situación de los terrenos se encontraba en orden, lo que llevó a don Memo hasta a invitar al presidente Vicente Fox para que pusiera la primera piedra del mercado, lo cual sorprendió a muchos de los comerciantes del mercado de Abastos de Torreón que ni idea tenían de la existencia de ese proyecto y menos cuando muchos de ellos tienen espacios para crecer en el mercado de Abastos de Gómez Palacio. De ser cierto todo lo anterior, una vez más sus cercanos colaboradores habrían llevado a don Memo a un baile de dudosa reputación.
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Los cetemistas andan muy molestos porque el presidente del Colegio Regional de Abogados los descobijó al llamar ?aviadores? a aquellos que cobran un sueldo en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje sin realizar ninguna función. Los que saben de estas cosas dicen que Alberto Montes se quedó corto en su comentario, porque le faltó mencionar una larga lista de cetemistas que han sido parte del cabildo gomezpalatino en diferentes administraciones sin tener más mérito que encabezar sindicatos que fueron ?inventados? para controlar a los empleados. Los cabecillas de la CTM siempre han gozado de muchos privilegios, por eso ahora que fueron blanco de los señalamientos reaccionaron de inmediato; algunos hasta acudieron a ?trabajar? a la Junta de Conciliación, aunque seguramente llegaron tarde el primer día porque ni siquiera sabían en dónde estaba ubicada esta dependencia.
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El que por ningún lado aparece es el alcalde de Matamoros, Felipe Medina Cervantes. Desde que el Congreso del estado de Coahuila negó la aprobación de la cuenta pública de 2003, el edil se ha convertido en el matamorense más buscado por los medios de comunicación y los propios pobladores del vecino Municipio. El Siglo de Torreón ha intentado insistentemente contactar a don Felipe por teléfono y le ha buscado en la sede del Ayuntamiento, pero ni sus luces. Secretarias y funcionarios se limitan a decir que no se encuentra en su despacho y que no saben dónde está. Algunas voces indican que el susodicho anda en Saltillo, merodeando el Palacio Rosa; otros dicen que anda en Torreón y unos más que no ha salido de su casa. Además del paradero de Medina Cervantes, lo que la gente se pregunta es cómo va comprobar los dieciséis millones de pesos que le exigen los legisladores locales. El tiempo está corriendo y algo habrá de ocurrir para despejar estos misterios.
