Todo parece indicar que alrededor de ochocientos mil pesos que invirtió el Ayuntamiento de Torreón en la compra de tres pantallas pequeñas que colocó en el bulevar Independencia, fueron arrojados a la basura. Resulta que dos de estos artilugios están apagados desde hace tiempo y no servían mas que para dar la hora, para promover la frase “Torreón Vive el Cambio” y para anunciar los descuentos en el pago oportuno del Impuesto Predial; ¡ah!, y también los grados de temperatura. Al parecer, debido a la inutilidad de los mismos ya se anuncia su retiro de escena por el nulo provecho en términos viales, con lo que queda muy mal parado el frívolo director que sin saber nada de vialidad, se encaprichó en comprarlas para darle la imagen a la Independencia de un “free-way” y de paso se llevó al alcalde a un baile.
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Impresionó que el auditorio “Braulio Fernández Aguirre” en Ciudad Universitaria estuviera lleno el día del informe del senador, Alejandro Gutiérrez (La Coneja), lo que dio infinidad de lecturas, sobre todo por los comentarios que se iba Martínez y Martínez y se quedaría en Coahuila en su lugar don Alejandro y cosas por el estilo. Pero la realidad es que las “invitaciones” y el “acarreo” de decenas de estudiantes de la UAC estuvo a la orden del día, con camión y todo, al más fino estilo priista y la mayoría de ellos no sabía ni a qué iba, de manera que los estudiantes se la pasaron dando vueltas de aquí para allá con la inquietud y algarabía propia de su edad. Los que estuvieron por demás “amelcochados” fueron los elogios mutuos que se repartieron el gobernador y el senador, lo que algunos grillos interpretan como un “destape” de Gutiérrez, aunque más valdría que se la tomaran con calma, porque hay por ahí muchos “tiradores” a los que don Quique también ha apapachado públicamente en su oportunidad; no se vayan a equivocar de “manta” y luego anden como la Zarzamora, llora que llora por los rincones seis años.
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Por cierto la administración de Guillermo Anaya debe tener cuidado cómo se utiliza el equipo de las oficinas del Ayuntamiento, pues de la oficina de Junta de Mejoras y Materiales estuvieron enviando faxes para convocar a los eventos del senador, Alejandro Gutiérrez, quien anda “tendido” en plena campaña por la gubernatura. Resulta paradójico y chistoso que en una administración panista se utilice el equipo para apoyar a alguien del PRI. De hecho el fax se firmaba como oficina de enlace del senador. Dicen los malpensados que a lo mejor Alfredo Mafud, titular de la dependencia, está jugando con doble agenda. No vaya a ser la del indio.
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Al gobernador de Durango le está fallando su equipo de colaboradores. Según nos reportan nuestros subagentes gomezpalatinos que todo oyen y todo ven, a Ismael Hernández se le están complicando mucho sus giras por La Laguna de Durango, porque entre sus funcionarios no hay uno solo que ponga orden. No lo asesoran sobre los problemas temas que están pendientes de resolverse en esta región que casualmente es la más importante del Estado y para colmo ni siquiera le recuerdan cuál es la agenda que debe cumplir. Esto provocó que en su reciente visita, don Ismael hiciera el ridículo, cuando en pleno discurso se le olvidó qué era lo que estaba a punto de inaugurar. Todavía está a tiempo hacer los ajustes necesarios para mejorar su imagen y resolver los problemas que empiezan a surgir en La Laguna por falta de una organización eficiente.
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Ahora que están saliendo todos los “trapitos sucios” de la administración municipal de Matamoros, resulta que todos estuvieron señalando las irregularidades desde el principio y nunca estuvieron de acuerdo con la forma en que el alcalde, Felipe Medina Cervantes, manejaba las finanzas de la ciudad. Esto se ha convertido ya en parte del discurso de los diputados locales del PAN y los regidores de la UDC, pero ya hasta los propios ediles del PRI se están colgando medallas con que ellos siempre lo dijeron y sacaron todo a la luz pública, cuando hace una semana todavía aprobaron en paquete los informes mensuales y las cuentas públicas de 2004, que ya habían rechazado.
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La “Operación chatarra” arrancó en Gómez Palacio. A partir del lunes 21 de febrero inició el reajuste en el servicio de limpieza por la ciudad. Se terciaron los días para recoger la basura en las colonias con el aparente fin de reducir costos, salarios y demás. Los gomezpalatinos no acaban de entender cómo se va a eficientar el servicio de limpieza si ahora la basura va tardar más días en pasar que lo acostumbrado. Dicen los que saben, que el objeto del operativo es generar entre la ciudadanía la imagen de un mal servicio para poder justificar la privatización del mismo, previo pacto desde la campaña, con alguna empresa particular especializada en los manejos sucios, -no se piense mal-, es decir, en la recolección de basura.
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Entre los pasillos de las corporaciones policíacas y diferentes sectores de la sociedad, se escuchaban comentarios, opiniones y hasta hipótesis sobre la “desaparición” de Jesús Reyes Espino, recién nombrado coordinador de agentes del Ministerio Público de la Federación y ex director de la Policía Preventiva y de Tránsito en Gómez Palacio. Todos confirman un “levantón” y algunos aseguran que el comando estaba formado por agentes encubiertos que iban a presentar al funcionario federal ante alguna autoridad y pocos son los que piensan en un secuestro o en un “ajuste de cuentas”. La verdad es que existe un fuerte hermetismo por parte de la PGR en Durango en Gómez Palacio, sobre la realidad del asunto y la integridad física del controvertido Reyes Espino, conocido en el ámbito político como “El Churro”.
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Finalmente, uno de nuestros subagentes advierte que cada vez son más las voces de indignación y preocupación que se dejan escuchar en diferentes sectores de la Comarca sobre los peligros a los que están expuestos los jóvenes que acuden a los llamados “antros”. Primero, que dejan pasar y tomar bebidas de dudosa calidad a menores de edad, lo que es muy notorio en uno de ellos llamado “Deep”, donde les cobran barata la entrada a los imberbes para surtirles a precios accesibles bebidas alcohólicas hasta las muy altas horas de la noche, pues no respetan los horarios establecidos. Y ahí está también el reciente penoso incidente ocurrido hace unos días en el “Don Quintín”, donde un grupo de “juniors” golpeó con saña a un jovencito que hoy se encuentra en estado de coma. El lamentable hecho ocurrió a la vista de todos y pese a que el lugar estaba literalmente lleno de “guaruras”, nadie movió un dedo para evitar la agresión, ni siquiera los guardias de seguridad del local. Un guardaespaldas se limitó a llamar al 060 y aseguran testigos que dos patrullas se dieron la vuelta por el lugar, pero sólo para observar. Parece ser que la orden girada por los jefes policíacos es que los líos de “juniors” competen sólo a ellos y que nadie debe intervenir. Si es así, pues qué chulada de blanquiazules autoridades tenemos.
