Nuestro sub agente en Saltillo, informa que sospechosas reuniones se han estado realizando en los últimos días entre algunos de los precandidatos a la gubernatura del estado. Así, en la capital peronera se reunieron en un restaurante: Alejandro Gutiérrez, (“La Coneja”), Jesús María Ramón y Raúl Sifuentes. Los que dicen saber dónde duermen las güilotas, sostienen que se estaban poniendo de acuerdo en la forma en que enfrentarán la acelerada carrera de Humberto Moreira, a quien cada día se le ve más difícil de parar, por lo que temen que el gobernador Enrique Martínez le haya dicho: “tú pitarás”, lo que los tiene muy nerviosos y descompuestos del sistema digestivo. Sin embargo, hay también quienes sostienen que en realidad al acuerdo a que llegaron es para exigirle en coro al presidente del CEN del PRI, se fijen de una vez las reglas para la interna y que no vayan a salir con eso de que todo acaba en un “candidato de unidad” (¿Moreira?), como lo ha dejado entrever el delegado Manuel Cavazos. A su vez, Javier Guerrero se reunió con Alejandro Gutiérrez, quizá actuando este último como correa de transmisión dada la casi nula relación que existe entre el secre de Finanzas y los otros dos precandidatos. Y para acabar de completar el cuadro de especulaciones, hace unos días, también en esta ciudad, se reunieron también en un restaurante el senador Jorge Zermeño y Javier Lechuga, a quien se ubica como uno de los operadores de Sifuentes, pero lo que no se sabe a ciencia cierta es si este último estaba buscando acomodo en la precampaña de Zermeño o solamente estaba pasando algún mensaje de su jefe. Son tiempos de acomodos y reacomodos, de manera que ese tipo de reuniones con seguridad proliferará en las próximas semanas, en las que aumentarán en las boticas ventas de calmantes nerviosos y en los restaurantes tazas de café.
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También desde Saltillo llega la versión de que ya surgieron las primeras discrepancias en los equipos cercanos al senador Alejandro Gutiérrez, el diputado federal Jesús María Ramón y el secretario de Gobierno, Raúl Sifuentes, quienes construyen una alianza preelectoral que amenaza con hacer agua. Resulta que hasta hace unos días, cada uno de ellos trabajaba para ganar la contienda interna y nadie pensaba en la posibilidad de que los tres personajes se pudieran unir. Los más molestos por esta situación fueron los colaboradores de Alejandro Gutiérrez, quien por segunda ocasión declinaría sus aspiraciones para sumarse a las de otro. Por cierto: ¿por qué será que Javier Guerrero tiene ya una oferta de trabajo concreta y es precisamente el único de los aspirinos que ha abordado el tema del debate? Algo sabe que no quiere que se sepa.
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Y como la grilla está desatada en el Palacio Rosa y nadie se ha tomado las famosas pastillas de “ubicatex” recomendadas por el gobe Enrique Martínez, éste está programando otro encuentro con los seis precandidatos de su partido, pero no con el propósito de marcarles línea, sino simplemente para decirles que si realmente aspiran a la candidatura para gobernador, ya es necesario que se retiren de los cargos públicos o partidistas que actualmente ocupan y en los que felizmente cobran. Así todos estarían en igualdad de condiciones para competir y el señor dinero dejaría de ser un factor preponderante en las preferencias hacia los distintos personajes. La medida permitiría dar prioridad a las ideas y a las propuestas de quienes quieren ser candidatos del PRI a gobernador.
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Ya en otros asuntos, aquí en nuestro campanario, vecinos de “Torreón Jardín” ya no hayan qué hacer con el alcalde Guillermo Anaya y sus constantes indecisiones, están muy molestos porque dio permiso para instalar una clínica dermatológica que sacó el permiso de uso de suelo y construcción, por medio de encuestas que aseguran fueron manipuladas. El permiso se otorgó mediante Desarrollo Urbano y ahora la Sociedad de Colonos perdió su tiempo reuniéndose con el alcalde en uno de los pocos días que atiende en la Presidencia Municipal ya que no les resolvió nada. Los colonos también expresaron que están hartos de los constantes arrancones de autos que protagonizan juniors en esa colonia, problema en el que no les hace caso Seguridad Pública, todo debido a que el que comanda el grupo de chavos quienes se creen Adrián Fernández, es nada menos que el conductor de un deportivo amarillo de apellido Méndez y se protege porque es primo de Guillermo Anaya, léase intocable. Pobre Torreón.
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En Matamoros todavía se habla de los festejos del Día de la Madre que se llevaron a cabo el domingo pasado en el ejido Coyote, donde se rifaron salas, televisores y hasta recámaras, pero sin duda alguna, la mayor sorpresa para la población fue la presencia del presidente municipal de Saltillo, Humberto Moreira Valdés quien, dicen por ahí, fue el patrocinador de los muebles y electrodomésticos que se regalaron. El comisariado ejidal de Coyote, Raúl Onofre, presentó al alcalde saltillense como su gran amigo y advirtió a los ejidatarios que lo verían seguido por ahí. Para muchos, esto significó una excusa descarada para promocionarse, mientras que otros aseguran que fue una visita espontánea por su amistad con Onofre. ¿Usted qué cree?
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El ex alcalde de Lerdo, Luis Fernando González Achem, sigue apareciendo en la lista de deudores de Tesorería Municipal. A pesar que dijo que llamaría a los medios de comunicación cuando acudiera a pagar para que constataran que no se gastó el dinero de los lerdenses y que únicamente no había tenido la precaución de pedir facturas fiscales donde comió y durmió cuando era alcalde. Pero esta promesa fue hecha por don Luis hace varios meses, quizá consciente de que “el prometer no daña, el dar es lo que aniquila” y la cuenta de gastos por comprobar continúa pendiente. Llama la atención que otros dos ex alcaldes también siguen con adeudos como es el caso de Javier Holguín García y Francisco Javier Morales, el primero debe 11 mil 378 pesos y el segundo quince mil pesos, así que a ambos se les hace un llamado para que pasen a pagar a las cajas de Tesorería Municipal y ya dejen de estarle haciendo al fakir.
