Mal y de malas le fue esta semana al presidente municipal de Saltillo, Humberto Moreira Valdés, justo después que anunció su próxima salida del Ayuntamiento para poder buscar la candidatura del PRI para gobernador.
Resulta que a principios de la semana, Moreira habría buscado reunirse con el presidente nacional del PRI, Roberto Madrazo, con el propósito de manifestarle que no obstante, a la popularidad con que cuenta, no estaba dentro de los planes del gobernador, Enrique Martínez, quien incluso hasta pudiera tener la intención de no verlo dentro del proceso interno de su partido para elegir candidato a la gubernatura.
Cuando todo estaba listo para el encuentro, Moreira-Madrazo, la esposa de este último enfermó, fue hospitalizada y el dirigente nacional priista canceló el 95 por ciento de su agenda. Entre los eventos anulados estaba la posibilidad de dar audiencia al alcalde saltillense.
Luego Moreira se reunió en privado con el dueño ¿dirigente? del Partido Unidad Democrática de Coahuila, Evaristo Lenin Pérez Rivera, a quien le habría pedido “quebrada” para postularse con esas siglas a la gubernatura, en caso que dentro del PRI le anularan las posibilidades.
Si bien es cierto el encuentro Moreira-Pérez fue ultra-super-recontra-secreto, no faltó quién se enterara de ello y hasta acceso tuviera al diálogo de ambos personajes.
Lenin le dijo al alcalde-bailador que si quería aventarse por la UDC, tenía que darse prisa y tomar la decisión cuanto antes, pues otro de los priistas inconformes, Chuy María Ramón, decidirá de un momento a otro si se postula o no por el partido naranja.
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Por si fuera poco, las dos cartas de “Cumbierto” Moreira para sucederlo en la Presidencia Municipal fueron prácticamente quemadas por la Procuraduría General de Justicia, quien los citó a comparecer como parte de las investigaciones penales que se desarrollan ante la denuncia que regidores panistas presentaron en contra del alcalde, por presuntamente utilizar recursos públicos para fines electorales.
Al ser actores principales en la averiguación, Jorge Torres López e Ismael Ramos Martínez, el primero contralor y el segundo tesorero del Ayuntamiento, automáticamente quedan fuera de la terna. Por cierto, dicen los que saben del engranaje político-municipal, que con esta situación, quien refuerza su posibilidad de llegar a la alcaldía, aunque sea de interino, es el líder del Congreso del Estado, Abraham Cepeda Izaguirre.
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El miércoles, el gober invitó a desayunar a su casa a los grillos que encabezan los sectores y organizaciones incorporados al Partido Revolucionario Institucional. Don Quique les pidió el espaldarazo para el recién ungido como nuevo presidente estatal del PRI, Sigfrido Macías Pérez y tras reiterarle su fidelidad, los dirigentes de la CROC, CNOP, CTM y CNC, entre otras, sólo le plantearon una cosa: que de ahí en delante no les pidiera nada, absolutamente nada a favor de Chuy María Ramón o Alejandro Gutiérrez.
Los dirigentes de los sectores priistas están sumamente molestos por el hecho de que tanto Chuy María como “La Coneja”, hayan estado amenazando en reiteradas ocasiones con salirse de las filas del PRI. Quizá los dirigentes de sector se enchilaron más cuando supieron del encuentro entre Humberto Moreira y Lenin Pérez Rivera.
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Un punto a favor del alcalde de Saltillo. Si Moreira decide finalmente quedarse en el PRI y si es que llega al proceso interno, su coordinador de precampaña para las regiones Centro, Carbonífera y Norte será Luis Gerardo García Martínez. “El Yayo”, es el director de Desarrollo Social en el Ayuntamiento de Saltillo, pero eso es lo de menos, pues también es el sobrino consentido del gobe. Bien por “El Yayo”, aunque ojalá no se equivoque y le juegue las contras a su tío, quien aunque muchos lo duden, aún conserva el control político de su partido y eso lo demostrará dentro de poco.
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Como canicas en caja grande, trajeron ayer a los comunicadores tanto los encargados de Comunicación Social del Gobierno del Estado de Coahuila como de Nacional Financiera y de Fomento Económico del Estado, ya que se convocó a reunión de Desarrollo Regional de Estados del Noreste (Fidenor), para luego salir con que era a puerta cerrada y no había instrucciones de dejar entrar ni a fotógrafos ni reporteros. A otra reunión se invitó previamente con el director general de Nacional Financiera y también salieron con la buena noticia que era a puerta cerrada. Todo el movimiento de citar en un lugar y en otro fue más que nada para desviar la atención de la presencia de Eduardo Sojo, coordinador de las Políticas Públicas de la Presidencia de la República, y quien no quería ver cerca reporteros como buen panista, que luego se quejan de que sus buenas noticias, para otros no son noticias.
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Igual se le ve con carpetas bajo el brazo tipo de expedientes en las oficinas del Banco de México, sobre todo en el segundo piso, que platicando insistentemente con constructores en ese lugar o en los alrededores del llamado edificio Centro Histórico. Los bien enterados en el mundillo de la construcción aseguran que Andrés, el hermano del alcalde, Guillermo Anaya, hace mejores gestiones que si fuera regidor o líder de colonia popular o director de Planeación, pero lo que no precisan es qué tanto calcula, organiza o hace en ese inmueble, donde tiene más presencia que el propio alcalde, pero sobre todo, mando.
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Con las manos en la puerta, dicen que fue agarrado el buen Javier Lechuga por haber pedido una “comisioncilla” del diez por ciento al fabricante de lonas y a otro que le hizo unas cartulinas de la organización “Decisión Coahuilense”, de donde se le comisionó para tal fin. El asunto ya se analiza en la cúpula de los “Burbujos” que están verdes pero de coraje y no saben a dónde mandarlo y advierten que no será el primero porque otros ya andan enseñando el cobre.
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Ahora resulta que Rigoberto López Varela, regidor del Ayuntamiento de Lerdo, pretende arrebatarle el cargo de coordinador de la fracción del PRI a su homólogo, Carlos Rodríguez Fernández, quien se ha caracterizado por ser una de las pocas personas que se atreve a criticar el trabajo de la alcaldesa, Rosario Castro Lozano.
Rigoberto es más conocido por sacar borrachos, drogadictos y clandestinos de cerveza de la ergástula municipal, ¡ah! y por pretender que la alcaldesa le pague el salario a su secretaria, quien lo único que hace es pasar horas y horas sentada en el lugar del regidor.
Habrá qué ver si el resto de los regidores priistas lo apoyan en su loca aspiración, pues si Rigoberto López Varela queda al frente de la fracción del PRI, ahora sí que la alcaldesa podría dormir tranquila porque no habría quién le señalara sus errores, pues el edil se ha distinguido por su pasividad en las sesiones de Cabildo, también podrían estar tranquilos los clandestinos de bebidas embriagantes y los borrachos porque su abogado, perdón, su regidor los podría sacar de la cárcel y condonarles las multas más fácilmente.
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Habrá que cuestionar al procurador del Estado de Coahuila, Óscar Calderón Sánchez, sobre lo que se ha hecho en torno a los casos que han quedado sin resolver y que simplemente no se han visto resultados, citemos entre otros muchos, el del joven que fue asesinado afuera de conocido antro del bulevar Independencia, y que teniendo plenamente identificado al presunto asesino no han logrado aprehenderlo, el del asesino del niño Carlitos o el del agente antidrogas Cipriano Floriano Navarrete, apodado “El Pescado”. La lista de preguntas es extensa pero la principal y más importante y que se hace a todas voces es: ¿pensará el procurador lanzarse como se ha rumoreado por la presidencia de Torreón con estos antecedentes o entenderá que no sólo con nepotismo al interior de la procuraduría a su cargo y la falta de interés por hacer bien su trabajo se llega a gobernar a ciudadanos que ya están hartos que les dé atole con el dedo?
