Los informes que llegan desde la peronera capital resultan, por decir lo menos, curiosos: en el Ayuntamiento de Saltillo ya se prepara todo mundo para renunciar y sumarse a la campaña de Humberto Moreira. Dentro de los próximos días pedirán permiso para retirarse del cargo el actual contralor, Jorge Torres López, así como Luis Gerardo García Martínez, “El Yayo”, quien cobra como director de Desarrollo Social; Juan José Yánez Arreola, titular de Servicios Administrativos; David Aguillón, director de Comunicación Social; Jericó Abramo Masso, director de Servicios Primarios y también Nicolás Gallegos y Francisco Tobías, coordinador de giras el primero y secretario particular de Moreira el segundo. A ver cómo les va, pues van a tener que renunciar también a las bondades de vivir gracias al erario.
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Fuentes de muy alto nivel en el Palacio Rosa filtraron a uno de nuestros sub agentes que el gobe Enrique Martínez ya dejó completamente en manos del secretario de Gobierno, Horacio del Bosque, la operación política del estado. Y es que ahora más que nunca don Quique necesita de todo su tiempo para sumar puntos en las encuestas nacionales y estar en buena posición a la hora de buscar la candidatura para la grande. Además aseguran que Lacho no lo está haciendo nada mal y en las últimas semanas ha tendido una serie de puentes de diálogo con los dirigentes de los principales partidos políticos; solamente falta que al menos intente arreglar el asunto que tiene en el PRI, es decir, su propia casa, pues no vaya a ser que la burbuja verde les dé pronto otra sorpresa.
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Como ya es una costumbre, en las sesiones de cabildo de Gómez Palacio suelen abordarse temas sin mucha importancia y es en estos casos cuando se desbordan las pasiones entre los ediles, en la reunión del pasado miércoles se mencionó que hay una propuesta para cambiarle el nombre al puente “El Centenario” que recién se empezó a construir sobre el bulevar Ejército Mexicano, aunque no se dio a conocer el nombre de la persona que hizo la petición, llamó mucho la atención que ahora se pretenda ponerle el nombre del ex alcalde Carlos Herrera Araluce, obviamente los panistas dijeron que no era buena idea porque la obra ya está publicitada con el nombre original, pero trascendió que hay un grupo dispuesto a conseguir este objetivo y están reuniendo firmas para lograrlo, incluso se dice que le quieren pedir prestadas las rúbricas al precandidato priista a la gubernatura de Coahuila Raúl Sifuentes, porque piensan que seguramente con 100 mil firmas sí podrán cambiarle el nombre a la única obra importante que va a realizar la administración de Ismael Hernández Deras en La Laguna... bueno al menos eso se rumorea.
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En Ciudad Lerdo, los llamados Miércoles de Todos, donde la alcaldesa, Rosario Castro Lozano y sus colaboradores atienden directamente las necesidades de los habitantes de este municipio en el patio del Ayuntamiento, ya se empiezan a conocer como Miércoles de Pocos. Y es que cada vez son menos las personas que acuden a esta actividad, hablando en términos tanto de pobladores como de titulares de los departamentos, pues según dicen algunos, los ciudadanos reciben sólo “atole con el dedo” y no soluciones concretas que buscan a sus problemáticas.
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Las apuestas ya comenzaron en el municipio de Matamoros: se va o se queda. Priistas, panistas y gente de otros partidos políticos, esperan con ansia que llegue el martes, pues el Congreso del estado deberá decidir si aprueba o no la Cuenta Pública 2003 que presentó Felipe Medina Cervantes. Por lo menos ocho regidores del Ayuntamiento, se muestran confiados en que Felipe Medina recibirá un revés y algunos ediles con aires de grandeza sienten que podrán ocupar su lugar. En Matamoros no se habla de otra cosa: qué pasará con el alcalde el próximo martes. Habrá que esperar a que llegue el día, pero en caso que el Congreso del estado apruebe la Cuenta Pública, se vislumbran muchos problemas en Matamoros -y peor será si los diputados entran en receso y dejan el asunto para después del proceso electoral- prueba de ello es que más de 400 personas ya salieron a las calles de la ciudad para manifestar su inconformidad contra el alcalde.
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Cómo se ve que a los funcionarios del Simapa de Matamoros no les hace falta nunca el agua en su casa, ni a los de Presidencia Municipal. Alejandro Ayup del Bosque, gerente técnico del organismo operador y Servando Zárate, director de Servicios Públicos Municipales, deberían ensuciarse un poco sus zapatos y visitar las comunidades donde no hay ni una gota. Alejandro Ayup del Bosque asegura que ni el diez por ciento de la población de Matamoros padece desabasto, cuando el agua escasea hasta en la zona centro y Servando Zárate alegremente declara que el problema está solucionado porque envía por semana una pipa de diez mil litros a tres comunidades rurales donde habitan por lo menos mil personas, pero claro, mientras los funcionarios sigan cómodamente con aire y botellones de agua en sus oficinas ni cuenta se darán de las necesidades de la gente.