Ahora resulta que Raúl Sifuentes Guerrero no sólo enfrenta la decisión de su partido para no permitir que militantes como él, es decir, sin cargos de elección popular, estén en condiciones de aspirar a la candidatura para gobernador. El ex secretario de Gobierno se enfrenta también al desprendimiento de la estructura que fue amarrando durante sus años como encargado de la política interna en la administración pública estatal. Nuestro sub agente infiltrado en los sótanos donde se cocina la grilla lagunera, señala que en un abrir y cerrar de ojos, dos de los principales operadores políticos de Sifuentes en la región decidieron apartarse de la “Ola Verde” e incorporarse al equipo de Javier Guerrero García. Se trata de Juan Carlos Ayup y de David Flores. El primero es el presidente del PRI en Matamoros y el segundo era el principal integrante de “La Burbuja” en Francisco I. Madero. Y para rematar el cuadro, dicen las malas lenguas que también decidieron dejar de apoyarlo, aunque aún no deciden si se incorporarán con otro de los aspirantes, los empresarios laguneros: Marcelo Gómez y Jaime Russek. Bueno, al menos eso es lo que dice el viento y lo repite el eco.
**
Y a propósito de Sifuentes, la gran interrogante es: ¿qué hará si el Trife decide respaldar la decisión del PRI –hipótesis más posible- en el sentido de mantener los candados? Su siguiente y última alternativa es apelar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero si allá la decisión se ratificara, seguramente el “burbujo mayor” nada más tendría de dos sopas: o termina por diferir la resolución y se alinea, o bien, su berrinche lo llevaría a tomar decisiones que podrían ir desde renunciar al PRI y quedarse a contemplar el proceso electoral como un simple ciudadano, o renunciando al partido buscar postularse por cualquier otro. Hay quienes apuestan más por esto último, e incluso dicen que el Partido Verde ya le tiene las puertas abiertas para el momento en que decida entrarle. El asunto es que si se queda en el PRI y se alinea, venderá muy cara su decisión y lo más probable es que a cambio de su estructura y de su posicionamiento, le pida a con quien se alíe no sólo decidir en las candidaturas para algunos ayuntamientos y distritos, sino también posiciones estratégicas en el próximo gabinete, si es que el triunfo los favorece. Si este escenario se cumpliera, Sifuentes entraría como cuchillo en mantequilla tanto con Alejandro Gutiérrez como con Chuy María Ramón, aunque seguir a este último implicaría jugarle las contras -¿otra vez?- al PRI y al gobe Enrique Martínez. El tiempo dirá.
**
Los que este sábado sostendrán tremenda encerrona con Roberto Madrazo Pintado serán los ya conocidos calefactos a la gubernatura de Coahuila por el PRI y el ex alcalde Heriberto Ramos, muy cercano a Madrazo quien acaba de anunciar su deseo de también contender por la silla que hoy calienta Enrique Martínez. Lo que no se sabe es si el dirigente nacional del tricolor les dará atole con el dedo a todos juntos o a cada uno por separado. Lo cierto es que está muy fuerte la versión de que el principal tema dentro de la agenda del encuentro es el tratar de convencer a los calefactos, sobre todo a Humberto Moreira y a Sifuentes, de que lo mejor para ellos y para el PRI es la candidatura de unidad. Por cierto, hay quienes aseguran que la reunión entre los calefactos y Madrazo significa el comienzo de una estrategia del tabasqueño por tomar las riendas del proceso interno para elegir candidato a gobernador y con ello reemplazar de la operación política a Enrique Martínez, debido a que muchos consideran que a este último ‘ya se le hizo bolas el engrudo’ y ya no haya cómo apaciguar la serie de conflictos a que se ha enfrentado su partido. Sin embargo también son muchas las voces que señalan a Enrique Martínez precisamente como el principal promotor del encuentro, porque al gobe le conviene que Madrazo se involucre, pues si bien tendría que compartirle los buenos resultados en caso de que la contienda interna del PRI se componga y resulte un éxito, también lo haría corresponsable ante el fracaso del proceso. Vaya usted a saber.
**
“Bomba”, repetían ayer jubilosos y al más puro estilo yucateco, varios regidores y directores de la administración municipal de Torreón que estuvieron de fiesta. Vestidos de blanco y con sombreros rodeados con paliacates azules de esos que usan los danzantes, festejaron con singular alegría el cumpleaños de don Memo Anaya. Todos lo abrazaron, felicitaron y alzaron las copas con las más sinceras intenciones de que haya continuidad del Gobierno panista para los próximos cuatro años, pero por aquello de que ‘no te entumas’ y debido a que ayer comenzó el proceso entrega-recepción, ya se empezaron a arreglar las computadoras y a hacer los inventarios correspondientes; no vaya a ser que el color azul se convierta en tricolor y entonces se les buscaría a muchos de ellos para que explicaran muchas cosas que no están muy claras. Bien dicen que más vale prever que lamentar.
**
Por cierto, el alcalde Guillermo Anaya se esforzó mucho por explicar -aunque sin convencer- de dónde salieron los más de veinte mil pesillos que le costó el curso en la Ciudad de México al llamado director número 17, Javier López Arteaga, el súper-asesor personal y quien desbancó desde su llegada al secretario del Ayuntamiento Alfonso Tafoya, (aunque igual que éste, dicen sus malquerientes, no arregla ni un nescafé). Durante cinco días en el hotel Sheraton participó en el curso internacional sobre mercadotecnia política al que asistieron personas de todo el país y participaron como instructores y conferencistas, gentes de empresas extranjeras, entre ellas la que le organizó la campaña al mismo George W. Bush.
**
Resulta extraño que en la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), de la actual administración lerdense, nuestros subagentes se topen con figuras como el comandante Isaías Castillo, quien fue dado de baja en el trienio anterior por la entonces alcaldesa de Gómez Palacio Leticia Herrera Ale, por falta de confianza; o el comandante Jorge Ibarra, cesado en la pasada gestión de Rosario Castro Lozano porque se vio envuelto en el robo de un teléfono celular. Para algunos esto es explicable sólo por los compromisos que pudiera tener Rosario Castro con algunos panistas, pero la gran mayoría de los policías lo considera una situación por demás irregular.
**
Parece que la gente de Matamoros no se va a conformar con el rechazo de la Cuenta Pública 2003 de Matamoros, pues para algunos la decisión del alcalde, Felipe Medina Cervantes de permanecer en la Presidencia Municipal, tiene mucho de cinismo –quien por cierto, un día después del rechazo, llegó a su oficina con una sonrisa de oreja a oreja como si no pasara nada y acompañado de sus regidores incondicionales-. Por eso, el “Tucom” de Matamoros decidió organizar una marcha más y aunque el grupo lo niegue, dicen los que saben, que uno de los motivos será para medir fuerzas. No hay que olvidar que el alcalde minimizó la primera marcha en su contra al asegurar que sólo unos cuantos habían acudido; habrá que ver de qué cuero salen más correas. Por cierto que la marcha será hasta el martes porque los organizadores se dicen respetuosos de las fiestas patronales de Matamoros y como lo que quieren es ganar adeptos y no buscarse enemigos, esperarán pacientemente el cinco de julio.
**
Los regidores de Oposición de Matamoros todavía no pierden las esperanzas de convencer aunque sea a uno de los ocho ediles incondicionales de Felipe Medina Cervantes. Lo que quieren es tener la mayoría en el cabildo para desconocerlo como alcalde. Y tal vez consigan su objetivo dadas las aspiraciones políticas de algunos priistas, sobre todo de quienes dirigen al partido de Matamoros, incluso las malas lenguas aseguran que Javier Guerrero, uno de los aspirantes a la gubernatura de Coahuila, anduvo la tarde de ayer por esta ciudad disfrazado para que nadie se percatara de su presencia y que uno de los propósitos de su visita fue ayudar a los ediles de Oposición a conseguir un aliado más en el cabildo. ¿Será?
