En la elección interna que el PRI desarrolló el domingo para elegir candidato a gobernador de Coahuila, hubo de todo; y es que los priistas no se limitaron solamente a sus añejas prácticas como el acarreo, la compra de votos, la coacción y la intimidación, sino que el proceso también contó con la participación de personajes (¿ajenos?) al tricolor. Por ejemplo, en Saltillo acudieron a votar los panistas Armando Rubio, persona cercana al alcalde blanquiazul de Ramos Arizpe, Ernesto Saro Boardman, de quien incluso se asegura que estuvo operando políticamente a favor de Alejandro Gutiérrez. Otro de los albiazules que acudió a las urnas dispuestas por el PRI fue el ex diputado local, Jesús de las Fuentes. Pero en el PRD también se cuecen habas y en Torreón las diputadas perredistas Mary Telma Guajardo y Beatriz Granillo Vázquez también intervinieron dentro de los comicios del tricolor. Ambas estuvieron operando para favorecer las aspiraciones de Humberto Moreira Valdés, quien es compadre de la primera.
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El domingo por la noche Humberto Moreira Valdés festejó en grande su triunfo en la contienda interna del PRI y encabezó una concentración masiva en un centro social de la peronera Saltillo. El primero en levantar la mano del futuro candidato a gobernador por el PRI, fue Heriberto Ramos Salas, después de su pobre incursión como precandidato a la gubernatura, pero también sorprendió la presencia de personajes no sólo afines al ?burbujo mayor?¨, ex secretario de Gobierno y acérrimo enemigo de Moreira, Raúl Sifuentes, sino considerados como sifuentistas recalcitrantes, como es el caso de Carlos Villarreal Zamora, Ignacio Segura Teniente y Ramón Oceguera.
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Y es que de la famosa ?Burbuja? nadie sabe nada. Después de amagar con buscar la alcaldía de Torreón y del fracaso de la alianza con Alejandro Gutiérrez, Raúl Sifuentes ha desaparecido del mapa político. Simplemente él y su grupo, se hicieron ojo de hormiga. Laura Reyes Retana no se deja ver y algunos viejos operadores políticos de Sifuentes, como Fernando López, ya se acercaron a Lalito Olmos para que les dé calorcito. Vaya pues un réquiem por la ?Burbuja?, que se quedó entrada en gastos y con las manos vacías.
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La declinación de Miguel Arizpe Jiménez para buscar la candidatura del PRI a la alcaldía de Saltillo tiene diferentes lecturas. Primero, que el ex diputado federal y ex dirigente estatal del PRI la quería ?peladita y en la boca?, es decir, era su intención entrarle a la contienda interna pero sin que hubiera otro aspirante de por medio; en síntesis: Arizpe quería ser el candidato a alcalde pero sin despeinarse. Humberto Moreira sabía que don Miguel no le entraría si Fernando ?El Diablillo? de las Fuentes se mantenía en su macho de no ceder en el intento por conseguir la candidatura y en base a esto el virtual candidato a gobernador por el PRI se aventó una faena de apología. Como le conviene más que ?El Diablillo?, sea el próximo alcalde, amarró con éste para que no fuera a ceder a favor de don Miguel. Luego juntó a Héctor Horacio Dávila y a Abraham Cepeda, los otros dos que querían la candidatura y les pidió que declinaran a favor de Arizpe pues: ?eran instrucciones del mismísimo señor gobernador?. Dávila y Cepeda atendieron la línea y anunciaron que declinaban para favorecer a Arizpe, pero con ello lo único que hicieron fue dejar la vía libre a De las Fuentes. Nadie se extraña de la ingenuidad mostrada por Héctor Horacio, pero vaya chamaqueada que Moreira le dio a Abraham Cepeda, con todo y sus dotes de lobo de mar en la política estatal.
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Quien se perfila como virtual candidato del PRI a diputado local por San Pedro, es Jorge Abdalá. Y es que hay quien asegura que este joven va en ?camello? de hacienda ante la intervención a su favor de personas cercanas a Javier Guerrero. A propósito de San Pedro, el alcalde perredista Emilio Bichara reculó a última hora en su intento por separarse del cargo para buscar convertirse en diputado local. Ayer martes Bichara llamó al Congreso Estatal pidiendo que no tomaran en cuenta su solicitud de licencia, pues había decidido no abandonar el cargo. Al parecer el joven alcalde no tuvo oportunidad de dejar a una persona de sus afinidades como suplente y ese fue el factor de su revire. Sin embargo, las malas lenguas aseguran que el alcalde o ex alcalde, como lo quiera llamar, optó por dejar a un lado sus locas aspiraciones por una diputación local porque ya siente el hueso seguro con un jugoso cargo en el Gobierno del Estado si su compadre Humberto Moreira gana el proceso del próximo 25 de septiembre. Por lo pronto, el Cabildo está pensando en acusarlo de usurpación de funciones, porque el Congreso del Estado no ha notificado de manera oficial que Emilio puede regresar a ocupar el cargo de presidente municipal, pero eso al parecer a Bichara Marcos no le importa, pues se comenta que ha presidido actos del Ayuntamiento como si nunca hubiera pedido licencia, pasándose al Cabildo en masa por el arco del triunfo.
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Las divisiones entre los albiazules siguen dando de que hablar. Mientras Israel Navarro, coordinador del encuentro de Juan Antonio García Villa y Jorge Zermeño con las juventudes panistas afirma que el ex alcalde de Torreón los dejó plantados, gente cercana a Zermeño comenta que la invitación para este evento, que se llevó a cabo el lunes, se hizo apenas el viernes, muy tarde para la agenda que maneja el senador con licencia, quien ya tenía comprometida una gira por Piedras Negras, por lo que pidió cambiar de fecha el encuentro, solicitud que fue negada por los organizadores, que no tuvieron empacho en declarar que el aspirante a la gubernatura los dejó plantados. Dicen las malas lenguas que este comentario hecho a los medios se debió a que Israel Navarro es incondicional de García Villa y José Ángel Pérez. Se nota que la guerra sucia dentro del PAN continúa. Por cierto que el jueves, en el Club de Industriales de Torreón, se llevará a cabo un debate entre García Villa y Jorge Zermeño donde darán a conocer sus plataformas de Gobierno y las posibles soluciones para los problemas que enfrenta Coahuila.
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En la visita que hace algunos días efectuó a esta región el encargado de Comunicación Social de la Secretaría de Salud del Estado, Héctor Reyes, aseguró que no había desigualdad en la infraestructura y canalización de recursos a las instituciones de Saltillo y la Región Lagunera, pues mientras en la capital se construye un Instituto Estatal de Geriatría, Torreón cuenta con un Hospital General y varios centros de salud, los que según aseguró, en aquella ciudad no existen. Se le olvidó mencionar que en Saltillo funciona un centro de salud ?González? y que si bien el Hospital Universitario no depende de la Secretaría de Salud, éste cuenta con el tercer nivel de atención. Aunque Saltillo no dispone de un Hospital General como Torreón, tiene una institución hospitalaria para cada grupo de población (Hospital de la Mujer, Hospital del Niño, Centro de Salud Mental) dotados de los mejores equipos e infraestructura, a diferencia del nosocomio de esta ciudad, donde existen serias carencias materiales que tratan de ser cubiertas con donaciones del municipio y gestiones de apoyos ante otras instancias. Por cierto, se supo que el Gobierno estatal destinó la nada despreciable suma de sesenta mil pesos a la Jurisdicción Sanitaria Número Seis, para organizar la cena de los participantes en la mesa de salud en la pasada XXIII Conferencia de Gobernadores Fronterizos. No cabe duda, andamos en campaña.
