El triunfo de Jorge Zermeño que lo convierte en candidato del PAN a la gubernatura del estado, confirma lo que se había venido diciendo desde hace algunas semanas en el sentido de que si el candidato del PRI fuera de Saltillo y el del PAN de Torreón, el escenario local se complicaría para el tricolor. Pasada la elección del domingo, serán Humberto Moreira y Jorge Zermeño quienes de verdad se enfrenten por la silla del Palacio Rosa y en ese contexto está claro que el candidato cumbianchero tendrá que ponerle especial atención a La Laguna si quiere cuando menos empatarle la votación a Zermeño, quien a su vez debe estar consciente de que fuera de Torreón sus activos son muy relativos. Las fortalezas de Moreira se encuentran en otras latitudes del estado, pues aquí se ubican sus debilidades, de manera especial entre las clases media alta y alta, así como en la empresarial, cuyos miembros desconfían fundadamente de lo que pueda hacer Humberto en materia de promoción industrial y manejo de recursos públicos. Es por ello, que los analistas políticos coinciden en que el hoy ungido ex alcalde de Saltillo tendrá que trabajar a marchas forzadas y con mucha efectividad para lograr cierta aceptación entre esos sectores y aspirar a sacar un buen número de votos en Torreón, siquiera para medio emparejar los carteles y que no se vea muy feo.
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Dicen nuestros subagentes que el candidato del PRI, Humberto Moreira, no quiere pararse en Torreón, ni en ninguna otra parte del estado fuera de Saltillo, hasta que se definan las nominaciones para alcaldes y diputados, pues sabe que a donde vaya se va a encontrar con exigencias y presiones para que dé ?línea?. Lo malo es que el tiempo para hacer campaña es tan corto, que si no se empieza a reunir pronto, cuando menos con la estructura del partido (puesto que no puede hacer campaña abierta), para cuando quiera juntar a los priistas éstos estarán más divididos y enfrentados que negros (o afroamericanos, como usted prefiera) en una cena. Tan esto es así, que los grupos que lo apoyaron ya comenzaron a criticarlo, pues no ha tenido siquiera la atención de venir a agradecerles el que se hayan partido el alma para hacerlo candidato. Y aunque antes de la elección panista del domingo pasado el PRI traía veinte puntos arriba del PAN, cualquier traspié puede dar al traste con esa diferencia, con lo que podría cumplirse el vaticinio del senador perdidoso Alejandro Gutiérrez en el sentido de que: ?el PRI tendría candidato, pero no gobernador?.
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Abraham Cepeda Izaguirre no se equivocó al no pensarla en aceptar de facto la invitación del gobernador, Enrique Martínez para ocupar la titularidad en la Secretaría de Gobierno, sino más bien en asegurar -ahora sí correctamente- que su estrategia al frente de la citada dependencia comprenderá una política de puertas abiertas. Y es que no hace mucho tiempo que el ahora ex coordinador de la mayoría priista en el Congreso Estatal, durante una sesión del Consejo Político Estatal del mismo, dijo que su partido debe conducirse con una política de ?piernas abiertas?. Quién sabe en qué estaría pensando el nuevo secretario, pero lo cierto es que levantó carcajadas de todo mundo y se acuñó con esto el mote de: ?el diputado de las piernas abiertas?.
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Por cierto, si algo estuvo cuidando -e incluso presumiendo- el gobe Enrique Martínez durante toda su administración, fueron los escasos enroques en puestos públicos de primer nivel. Hasta no hace mucho el gobe alardeaba que los cambios no siempre eran buenos, pues causaban confusión y gastos extraordinarios en la dependencia. Pero resulta que ahora esto se le olvidó, pues en menos de tres meses ha cambiado no una, ni dos, sino ¡cuatro veces! de secretario de Gobierno. Primero se le fue el ?Burbujo Mayor?, Raúl Sifuentes, quien renunció para buscar -muy desafortunadamente- la candidatura del PRI para gobernador. Enrique Martínez nombró en su lugar a un risueño Horacio del Bosque Dávila, quien para treparse a esa silla tuvo que dejar en el entonces alcalde de Piedras Negras, Claudio Bres Garza, la responsabilidad al frente de la Secretaría de Desarrollo Social. Sin embargo, Del Bosque apenas estuvo unas semanas a cargo de la política interna del estado y decidió irse al lado de su amigo Humberto Moreira Valdés, (brujo) para apoyar -¿acaso no lo hizo desde antes?- las aspiraciones del ex alcalde de Saltillo, quien fue ungido por el dedo mayor (y arrolladora votación) como candidato al Gobierno estatal. El gobernador decidió que en lugar de Del Bosque estuviera el subsecretario de Asuntos Políticos, el ingeniero Francisco Niebla Vargas -tal vez el más capaz de todos- pero a quien el gusto sólo le duró tres días, pues a partir de ayer el cargo lo ocupa ?el abierto de extremidades inferiores?, Abraham Cepeda.
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No cabe duda que algunos ex funcionarios de la administración de Guillermo Anaya todavía siguen ?operando? y para muestra bastan dos botones: uno del ahora precandidato a diputado local, Luis Gurza, quien no sólo solicitó un crédito para contratar espectaculares, sino que ya pasó de su tope de campaña que es de siete mil 478 pesos con 75 centavos, los cuales invirtió en la renta de local para campaña, pagina ?Web?, contrato de dos líneas telefónicas, calcomanías y en la organización de noches bohemias. Otro que sigue el mismo estilo es Fernando Gutiérrez, hasta hace poco el director de Comunicación Social, quien acomedidamente le llamó al presidente de la Canacoto para pedirle que ?le baje? a los señalamientos contra la administración de don Memo por los apoyos a los ambulantes, vía conexiones al nuevo cableado subterráneo. Por cierto, después de la demostración de fuerza de Jorge Zermeño en Torreón, el que parece que quiere coquetear con el triunfador es el aspirante José Ángel Pérez... no vaya a ser que los panistas laguneros le receten este domingo, la misma medicina que a su padrino Juan Antonio García Villa.
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Los regidores del Ayuntamiento de Lerdo sudaron la gota gorda al ser cuestionados sobre el sueldo que reciben, del erario público, información que debiera estar publicada en la página de Internet del Municipio y brindarse a cualquier ciudadano interesado en conocer dichos asuntos. La famosa transparencia de la que se habla en todos los municipios no ha llegado a la Presidencia de Lerdo, donde hay ?oscurismo? de la información pública, según denuncian los ediles del PRI que se han cansado de pedir la nómina y a casi once meses de administración, se siguen cansando y hasta los directores de departamento de plano mejor les dijeron que se la pidieran a la alcaldesa, Rosario Castro Lozano, ?a ver si se las quiere dar?. Y es que la autoridad se excusa en que se niega la información para evitar ?malos manejos? de los gastos, así como críticas en los medios de comunicación, lo que lleva a pensar que no todo está derecho en el Municipio.
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Muy previsor y planificador resultó ser Emilio Bichara Marcos Wong, alcalde de San Pedro; resulta que ya le pagó a los integrantes del Cabildo la mitad de su bono de marcha para no tener problemas de dinero en diciembre. Pero según el alcalde, a él no le importa ese dinero; es más, asegura que ni siquiera sabe cuánto le depositaron en su cuenta bancaria y dice que lo va a repartir entre la gente de otros municipios, así que habrá que estar muy al pendiente si cumple con su palabra. Emilio dice que sus regidores son muy trabajadores, tanto que después de la breve sesión de Cabildo que ayer se llevó a cabo, todos se fueron a sus casas, perdón, a gestionar a otros lugares, porque las oficinas de los ediles estaban vacías. Únicamente el primer regidor se encontraba atendiendo a algunas personas.
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Dicen los enterados que el grupo de los Castro (encabezado por Juan de Dios y Rosario) está que trina de coraje porque por cuarta ocasión consecutiva no logró apoderarse de la dirigencia municipal del PAN en Gómez Palacio. Es tanta su frustración, que también por cuarta ocasión impugnaron la elección argumentando que les ganaron a la mala; nuestros subagentes nos aseguraron que ayer por la tarde comparecieron en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN el ex dirigente Gustavo Acosta, el ganador de la elección que se celebró el pasado tres de julio, Francisco Raúl Ramírez y el perdedor Hugo Salas; este último es el representante del grupo de los Castro y que a toda costa está tratando de impugnar la elección. Está afanado en demostrar que hubo ?mano negra? en el proceso y se han fijado el objetivo de hacer escándalo para que el CEN convierta en delegación el Comité Directivo Municipal porque tienen la confianza que entonces sí mueva sus influencias Juan de Dios para que nombren delegado a algún militante que pertenezca a su grupo. Vaya política la que hacen los panistas y se la pasan criticando a sus compadres los priistas.
