Entre los politólogos que pontifican desde las mesas de café se comenta con insistencia que el candidato del PRI a la gubernatura, Humberto Moreira, le hizo una invitación al ex secretario de Finanzas, Javier Guerrero, para que sea el coordinador de su campaña que precisamente arranca hoy. Dicen los enterados que Javier le dijo que lo iba a pensar, pero quienes conocen de estas porquerillitas de la polaca, aseguran que a Guerrero le conviene aceptar, porque esa posición le permitiría seguir vigente en el escenario político y amarrar el apoyo de Moreira (si llega a la gubernatura) pues Javier desea ser candidato a una senaduría. Pero además, Guerrero debe saber que cuando a uno le ofrecen caballo “pal viaje”, más vale treparse al cuaco, porque andar a pie (fuera de la nómina) es vivir en el error y muy incómodamente. Total, eso de la dignidad, en política es materia de comercio.
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Don Quique Martínez no escatima esfuerzos (y recursos, ¿propios?) para posicionar su imagen a nivel nacional y, sobre todo, en la capirucha. Le está echando todos los kilos (y los pesos) a su campaña televisiva en horario “triple A” por los dos canales más importantes del país. Así lo muestra un monitoreo realizado y publicado el pasado lunes en el diario El Universal, en donde nuestro gobe aparece como el suspirante a la silla presidencial que más tiempo aire ha dedicado a promoverse del 15 de abril al 22 de julio, con cuatro horas 52 minutos 50 segundos. Además, Martínez aparece como el tercer precandidato que más “spots” ha pagado en ese mismo lapso: 587; debajo de Arturo Montiel y Enrique Jackson, quienes han aparecido en 607 y 600 anuncios, respectivamente. Pero eso no es todo: don Quique es el cuarto aspirante que más ha gastado para poner su rostro en las pantallas en el periodo monitoreado: 48 millones 239 mil 488 pesos. No cabe duda que el gobe está apretando el paso en la carrera mediática. Ya se sueña como contendiente de Madrazo en la interna del tricolor y como el triunfador: Nada más que sus sueños hacen que se le olvide que todavía es el titular del Ejecutivo coahuilense, donde todavía hay asuntos pendientes. Pero lo que seguramente ya no se le va a olvidar a Martínez es la dirección de su página de Internet, porque en vergonzoso aprieto se puso cuando el miércoles pasado, en una entrevista radiofónica, la conductora Maxine Woodside le preguntó en dónde podía la gente enterarse sobre la carrera política del gobe, a lo que éste respondió: “en mi sitio Web”; “¿y cuál es ese sitio?” -preguntó la entrevistadora-, y el suspirante, muy nervioso, primero quiso evadir el cuestionamiento y ante la insistencia sólo atinó a decir “al ratito te doy el nombre completo”, ya que evidentemente, no lo recordaba. Mal habla este penoso asunto de don Quique, quien se habrá percatado que no nomás don Vicente la “riega”.
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Si hay quienes todavía aseguran que tanto Raúl Sifuentes como Alejandro Gutiérrez se van a quedar con los brazos cruzados ante la tunda de ‘Santo y Señor Mío’, que les dieron en ese proceso que sólo sirvió para afianzar a Humberto Moreira en su lucha por la gubernatura, deben tomar en cuenta lo siguiente: el senador y ex precandidato don Alejandro Gutiérrez, hace algunos días tomó su teléfono y llamó a la línea directa que el dirigente estatal del tricolor, Sigfrido Macías Pérez tiene en la sede estatal del organismo. Como Sigfrido se encontraba en una reunión, la llamada la contestó uno de los colaboradores, ante quien se identificó y pidió que lo comunicaran con su ex amigo y ex operador político. Cuando Macías Pérez atendió la llamada, cuál sería su sorpresa cuando quien se encontraba al otro lado de la línea, es decir, la famosa “Coneja”, le calentó la oreja a base de agresiones verbales, que incluyeron recordarle a quien lo trajo a este mundo de lágrimas. Sigfrido reaccionó segundos después, tratando de calmar al senador cenado pero lo único que consiguió fue una segunda andanada de insultos, como para rematarlo bien, no fuera que no hubiera entendido la primera. Los presentes se cuestionaban sobre el motivo de la llamada y cuando Sigfrido se reincorporó a la mesa, no tuvo más remedio que detallarles lo que había sucedido. En esa mesa, disfrazado de cenicero, se encontraba uno de nuestros sub agentes quien ni tardo ni perezoso acudió a informar a este su 007.
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Y es que si con alguien el senador Gutiérrez está enojado, es con Macías Pérez, pero también con el gobernador Enrique Martínez. Con el primero, porque siendo una persona de confianza, jamás le sugirió que en las elecciones internas del 17 de julio pasado, la mesa estaría puesta y los dados cargados para favorecer las aspiraciones de Moreira. El enojo con el segundo estriba en que siendo su amigo personal y casi casi “su hermano del alma”, el gobe tampoco nunca le dijo que no era su favorito y lejos de frenar sus aspiraciones, le dio gas dejándolo creer que iba en caballo de hacienda. Pero Martínez y Martínez no sólo quedó mal con “La Coneja”, sino también con todos, los participantes en la contienda, con excepción, claro, del profesor ganón. Por lo que toca a Raúl Sifuentes, en diferentes ocasiones el gobe le dio atole con el dedo haciéndolo creer que era el elegido de los dioses y como prueba basta recordar cuando el Tribunal Electoral local consideró que las aspiraciones del ex secretario de Gobierno eran legítimas. Ni tardo ni perezoso, Enrique Martínez se aventó una declaración en el sentido de que él aplaudía la resolución de los magistrados, pues en Coahuila los derechos políticos de los ciudadanos están a salvo. Sin embargo, a la hora de tomar la decisión más importante de su sexenio, Martínez “le sacó el tapete” y lo dejó como novia de rancho, vestido y alborotado.
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Otro de los enojados con el gobe es Chuy María Ramón, quien decidió no participar siquiera en las elecciones internas cuando se olió que los dados del gobernador estaban cargados a favor de quien finalmente resultó el elegido. Tal vez el más sentido, pero a la vez el menos rencoroso de todos, sea Javier Guerrero García. Y es que si en su equipo de colaboradores Enrique Martínez, tuvo un aliado y fiel escudero, fue precisamente en la persona de quien operó la Secretaría de Finanzas. De hecho, el gobe pareció corresponder a esto cuando Javier Guerrero renunció al cargo para iniciar su precampaña. En ese evento el gobe casi llora y se aventó una frase que se interpretó en la grilla comarcana como el más fiel signo de que su corazón, su mente y sus preferencias estaban a favor de don Javier. Enrique dijo: “cómo no voy a confiar en Javier Guerrero, si en él deposité la principal responsabilidad de mi administración, como es el cuidado de los recursos económicos”. ¡Bófonos!, si con esto el gobe aún pensó que Javier Guerrero no se había entusiasmado e incluso pensaría que era el bueno, pues entonces ¿en qué lugar del mundo estaría su razonamiento? Pero bueno, lo hecho así está y ya ni modo, aunque ahora EMM no sólo perdió cuatro amigos en las personas de Alejandro, Raúl, Jesús María y Javier, sino que además se ganó la desconfianza de cuatro coahuilenses y de sus seguidores que tarde o temprano le van a cobrar muy caro la factura. Es el precio de ser gobernador y sólo tener una silla que heredar y varios calientes.
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Por cierto, Humberto Moreira (Cumbierto pa´ los cuates y el profe cumbianchero para los no tanto), registra hoy su candidatura ante el Instituto Electoral de Homero Ramos Gloria. Se espera que al evento acudan diferentes personalidades de la vida política comarcana y nacional, entre ellas el presidente nacional del PRI, Roberto Madrazo Pintado. Tal vez Madrazo aceptó acudir al evento, donde Moreira echará la casa por la ventana, ante las declaraciones que el llamado “Hijo del Pueblo” lanzó en la Ciudad de México justo después de ganar la interna de su partido. Cumbierto y/o el profe cumbianchero, dijo a los medios nacionales que si bien su corazoncito y agradecimiento -y cómo no- estaban con Enrique Martínez, si éste no era el elegido en la contienda interna presidencial, su as bajo la manga era respaldar nada más y nada menos que a Madrazo Pintado. ¿Cómo la ven? Por supuesto que la declaración de su delfín no le gustó nadita al gobe y mucho menos cuando se supone que el llamado Tucom representa la nueva clase política priista y Madrazo el viejo y aletargado pasado. Las declaraciones de Moreira cayeron como balde de agua con hielos a los tucomeros -que hoy se reunirán en Saltillo con su dirigente nacional-, pues saben que si Martínez y Martínez no gana la interna y que si Moreira gana la constitucional, en Coahuila dejarán de tener un aliado.
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Muy triste se observa ya la página del ex secre de Gobierno y ex aspirante a la gubernatura de Coahuila, Raúl Sifuentes, hasta hace poco mejor conocido como “Hulk”. Para empezar, su rostro sonriente que aparecía en gran tamaño ha desaparecido. Tampoco es posible encontrar los gastos y las aportaciones que “ciudadanos de buena voluntad” hicieron a la campaña-disfraz “Tu Firma Sí Gobierna”. La desolación llegó también a la antigua casa verde que ocupaba en el bulevar Independencia y la mayoría de los espectaculares se ven ya incompletos. ¿Dónde quedó ese empuje, esa marea verde? Por cierto, las lenguas viperinas que se arrastran en el Palacio Rosa, sugieren que Sifuentes ya amarró la coordinación de la campaña de Madrazo en Coahuila, ¿será?
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La derrota de Jesús de León Tello en la contienda interna del PAN tiene -entre varias- una lectura que merece ser analizada: sin duda fue un duro revés para Guillermo Anaya y su forma de hacer política. Los panistas tradicionales manifestaron de esta forma su rechazo a una administración que -según afirman las malas lenguas, esas que como los sapos cuando llueve, salen de sus escondites después de las lluvias políticas- se ha caracterizado por evadir los problemas, incapaz de lograr consensos y sobre todo, por convertir la función pública en un club de amigos. Y es que si en verdad el cambio llegó a Torreón y la administración de Anaya en realidad fue eficiente y de puertas abiertas, ¿por qué los mismos panistas rechazaron la continuidad del proyecto? Sin duda este fuerte golpe político debe llevar a Guillermo Anaya a madurar su forma de hacer política, ya que a cinco meses de dejar la alcaldía poco se le ve en la Presidencia Municipal y parece estar más preocupado en su lucha personal por una senaduría.
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Y en más de estos recuentos de los daños blanquiazules, hay que recordar que está el detallito de que el propio Anaya y sus operadores políticos se abrieran de capa en favor de Jesús de León, pero lo hicieron en una forma, por decir lo menos, torpe, ya que terminó en esa tremenda balconeada con lo de la grabación en la que el alcalde llamaba a redoblar esfuerzos para sacar adelante al delfín. Por cierto, algunos operadores de don Memo están más que nerviosos y rogándole a Dios y a la Virgen, que José Ángel tenga mala memoria. No vaya a ser y se convierta en alcalde y les saque a luz pública los trapitos sucios.
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Los panistas siguen dando de qué hablar en Gómez Palacio. Ahora resulta que el perdedor en la elección para presidente del Comité Municipal, Hugo Leonel Salas, pretende impugnar la contienda, según dicen los que saben, asesorado por los hermanos Rosario y Juan de Dios Castro Lozano, para que se convierta el comité en delegación. Por otro lado, está el electo Francisco Raúl Ramírez, quien sólo ganó por doce votos y quiere comerse el pastel completo. Los grillos coinciden en que lo más sano sería que Paco Ramírez negociara espacios con Leonel Salas, pues lo último que necesita el PAN de Gómez es una mayor separación de los grupos. Cabe recordar que hay gente que no sabe perder, pero no hay nada peor que alguien que no sabe ganar.
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A Emilio Bichara Marcos Wong, alcalde de San Pedro, le ha dado por sentirse jefe de información y no duda en sugerir a los reporteros a qué personas entrevistar. El edil se queja porque dice que algunos funcionarios, entre ellos los dos síndicos del Ayuntamiento, sólo dan a conocer aspectos negativos de su administración municipal. Lo que debería hacer el alcalde -en lugar de andar dando órdenes a los reporteros,- es poner a trabajar a su equipo de Comunicación Social, pues Guillermo Íñiguez García, encargado del departamento, nunca tiene la menor idea de dónde está Bichara Marcos y menos de lo que sucede en el Municipio, tanto que ni siquiera es capaz de generar un boletín informativo para dar a conocer las actividades del Ayuntamiento.
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El sábado por la noche, la titular del Departamento de Alcoholes de Lerdo, Angélica María Machado Medrano, llevó a cabo un operativo “sorpresa” por el periférico rumbo a Raymundo, donde los lerdenses dicen que se ubica la zona roja y es común que después de las dos de la madrugada cierran los tugurios que ahí se ubican. La acompañó la alcaldesa Rosario Castro Lozano y los regidores que se encuentran dentro de la Comisión de Alcoholes, como Vladimir Moreno. El caso es que al llegar a esta área, alrededor de la una de la madrugada, curiosamente muchos “antros” estaban cerrados, lo que hace suponer sin necesidad de ser demasiado listos, que alguien del mismo departamento dio el ‘pitazo’ a los dueños de estos lugares. Entre las situaciones que se vivieron esa noche, se supo que al llegar a la discoteca “Enigma” ubicada en el Hotel Villa Jardín, la alcaldesa se sorprendió cuando uno de los vigilantes no la dejaba entrar, y en forma prepotente le dijo que ahí sólo tronaban los chicharrones de don Carlos...Cosas veredes, Mio Cid.
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Uno de nuestros sub agentes en Lerdo llegó a la Redacción con la cabeza cubierta con una bolsa de papel; tenía la cara roja de vergüenza. Y es que la alcaldesa, Rosario Castro Lozano tiene razón cuando advierte que no ve ningún problema en que su hija la acompañe en eventos públicos: “... si los alcaldes de Torreón se acompañan de sus esposas; probablemente se vería más normal que estuviera un hombre a mi lado pero por disposición de Dios, mi esposo ya no está aquí, lo correcto es que mi hija me acompañe”. Y también tiene razón cuando asevera que una hija no puede perjudicar a su madre cuando hay rectitud de intención y no hay nada malo que esconder. Por lo pronto, el sub agente ya tiene la cantidad de ungüento necesario para combatir los enrojecimientos del rostro.
