Si todavía alguien dudaba que el pleito entre el gobernador Enrique Martínez y su ex “casi hermano” Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, era en serio, nada más tome nota de esto: entre lunes y martes apareció en los periódicos de la capital peronera una inserción pagada a doble plana, en páginas centrales, donde cientos de coahuilenses dirigen un mensaje de apoyo al gobe, tras “el sueño guajiro” -al menos así lo calificó la “Tía Esther”, dirigente estatal de los blanquiazules- de conseguir la candidatura del PRI por la Presidencia de México.
El mensaje, muy bonito, pero nada trascendental: que es el mejor gobernador que ha tenido Coahuila, que su obra es la más importante, que Coahuila está orgullosa de él y varias lambisconeadas más por el estilo. Pero lo interesante son los nombres que aparecen firmando el desplegado, pues van desde los comprometidos burócratas de primer nivel en el estado -llámese gabinete legal y ampliado- hasta diputados locales “quedabien”, empresarios, académicos y representantes de la sociedad civil en general. Sin embargo, lo que llama la atención es que ahí se encuentran “postrados” los nombres de todos y cada uno de quienes buscaron la candidatura del PRI suceder a Martínez en el Gobierno del Estado, excepto el de “La Coneja”, Alejandro Gutiérrez. Vienen los nombres de Humberto Moreira, Heriberto Ramos, Raúl Sifuentes y Javier Guerrero, pero no aparece el del senador. Alguien se puede preguntar: ¿bueno, y eso qué?; pero resulta que en política la forma es fondo y si Alejandro Gutiérrez “no autorizó a la diputada Lattiffe Burciaga (encargada de buscar las firmas) a que apareciera su nombre, es porque realmente don Alejandro trae un berrinche histórico contra don Enrique y se siente feamente traicionado por éste, quien por segunda ocasión lo dejó como novia de rancho.
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Por cierto, después de asegurar estar triste por no haberle podido ganar a Arturo Montiel en la contienda interna del Tucom, Enrique Martínez decidió relajarse y desentenderse un poco de la grilla comarcana y nacional con una merecida semana de vacaciones. Hasta ahora el destino de descanso del gobe es un misterio, pero hay quienes suponen que tras haberlo atropellado políticamente, Montiel le ofreció su residencia de descanso que tiene a todo lujo en las playas del Pacífico mexicano. ¿Será? Lo que sí es un hecho es que por lo menos, al resultar perdedor nuestro gobe, ya no le meterán más mano al erario para costear los onerosísimos gastos de “hacer imagen”.
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Quien sigue sin tomar una decisión sobre su futuro político es Javier Guerrero García. El llamado “Corcel Negro” (que aunque no se le note también ha de estar negro de coraje con el vacacionista triste), tiene sobre su escritorio varias propuestas de chambas, tanto en Coahuila como en la capital del país, pero hasta el momento no sabe por cuál se decidirá. Por ejemplo, dicen que Humberto Moreira Valdés le insiste en que asuma la coordinación general de su campaña, al mismo tiempo que su amiga Beatriz Paredes Rangel que anda tendida por el Gobierno del Distrito Federal, le pide también que sea su coordinador para la campaña que iniciará a fin de conseguir la silla que dejó “El Peje” una vez fumigada y cambiada la tapicería. Aseguran que conscientes del capital político que representa Javier Guerrero por su trayectoria y capacidad para digerir atole, Roberto Madrazo y Arturo Montiel también se le han acercado para tratar de sumarlo a sus respectivos equipos de trabajo. Pero aseguran los que dicen saber, que el soñador ex titular de la Secretaría de Finanzas quiere quedarse en Coahuila e incluso le ha comentado a sus cercanos la posibilidad de buscar convertirse en senador, en las elecciones federales de 2006. Por lo menos ha hecho méritos por calladito y bien portado.
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Y hablando de los de corazón azul, aseguran que la “Tía Esther” decidió no impugnar la candidatura del priista Humberto Moreira ante presuntas violaciones a la “Ley mordaza”, “por un asunto de estrategia”. Los malpensados ya empiezan a advertir que la señora y sus adláteres negociaron algo muy grueso con el PRI y presumen que se trata de asegurarse las alcaldías de Torreón, Saltillo y Monclova, así como un buen número de diputaciones locales, a cambio de dejarle fácil las cosas a “Cumbierto” para que se convierta en gobernador sin muchos pujidos y poco riesgo. Sin embargo, la realidad de las cosas es que todas son especulaciones y la verdad sólo se sabrá dándole tiempo al tiempo.
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Por lo pronto el que retornó triste y derrotado a su curul en el Poder Legislativo estatal, fue el joven abogado Jesús de León Tello, quien la creía segura para conseguir la candidatura a la alcaldía de Torreón y se confió tanto, que José Ángel Pérez muy serio le dio madruguete. Eso que le valga de experiencia, porque además está chavo y bien la puede hacer más adelante y por lo pronto que siga firmando en la nómina de la Cámara, que mientras le dure, le servirá de consuelo.
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Muy raspado y desgastado llegará a su registro este fin de semana el candidato a la Presidencia Municipal por el PRI, Eduardo Olmos Castro y todo por meterse a resolver cosas que mejor debería dejárselas a su partido. Las cuotas de poder que exigen muchos por “dizque haberlo ayudado” en la interna, parecen superarlo y en la lista para regidores hay algo así como doscientos nombres, la gran mayoría de ellos, perfectos desconocidos y de perfiles pobres, pero con pluma fuente en la mano ansiosos de firmar la sagrada nómina. Dicen que entre los ansiosos de “dejar de vivir en el error”, están entre otros: la hija de Mario Cepeda, el hijo de Óscar Calderón, el hijo de la diputada Laura Reyes, el yerno de Manlio Gómez, un ex presidente de la Canacintra y otro ex presidente de la Canacoto y así por el estilo. ¿A todos reglará regidurías para formar un cabildo digno de Torreón? Quién le manda andar haciendo promesas a todo el que se le acerca.
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Por cierto, aseguran las lenguas de doble filo que muchos promotores de la fallida candidatura del panista Jesús de León Tello, se han apersonado con el priista Eduardo Olmos para transmitirle un mensaje simple: “estamos a sus órdenes”. La especie, de confirmarse, pondría en evidencia que aquello de que “nosotros y nuestros grupos de apoyo se disciplinarán y apoyarán a quien resulte triunfador de la contienda interna”, fueron sólo bonitas palabras, pero que en los hechos resultan de mera forma para cuidar lo políticamente correcto, pero que poco tienen que ver con la realidad. Sin embargo, José Ángel Pérez no es ningún improvisado y bien que sabía que estos detallitos se presentarían tarde que temprano, por lo que aún y con todos los asegunes, está obligado a dar la pelea para asegurar el voto de todos los simpatizantes del “estilo panista de gobernar” y que no estaban muy convencidos de las formas demostradas por don Memo.
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De que hay prioridades, las hay. Resulta que los líderes sindicales afiliados a la CTM en Torreón, están mucho más preocupados por la rebatinga de posiciones en la eventual administración de Eduardo Olmos, que en la sucesión de la Secretaría General de la CTM , a raíz de que “La Güera” Rodríguez” se puso seria. Según los informes del sub agente que se disfraza de cenicero de vidrio soplado para colarse en las reuniones supersecretas de la clase política lagunera, don Leobardo ya colocó su dedo índice en la balanza de las negociaciones para favorecer a Marco Antonio Varela, quien se quedaría con una regiduría. Esto puso color de hormiga a varios aspirinos que también quieren la posición y no precisamente por la oportunidad de servir al pueblo, sino por pasar a “mejor vida”, porque una regiduría es lo mismo que sacarse la lotería, o en términos llanos, pegarse a la ubre presupuestal y pasarse cuatro años cobrando jugosamente y sin dar golpe. En fin, entre los priistas están muy claras las prioridades y lucharán por la sagrada nómina como si en ello les fuera la vida.
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Comenzó la disputa entre quienes aspiran a dirigir la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) del PRI de Lerdo, pues José Padilla Saldívar ha encontrado una serie de obstáculos para lograr su registro por parte del actual secretario general de esa organización, Marco Carrillo, quien ya lleva seis años al frente. Según Padilla, ha cubierto todos los requisitos, pero la idea de Carrillo es favorecer a otras personas, situación que ya puso en duda la supuesta democracia que se ejerce al interior de las organizaciones de filiación priista.
