La lista de los ungidos para el Gabinete del nuevo Gobierno de Coahuila, quedará lista y perfumada durante la última semana de noviembre, es decir, unos días antes de que Humberto Moreira Valdés se siente en la silla que ahora calienta don Enrique. Sin embargo, ayer el propio gobernador electo anticipó algunos nombres de quienes compartirán la responsabilidad –y las bondades de la nómina- en la siguiente Administración. Durante la inauguración del nuevo edificio de la Secretaría de la Contraloría, dijo que el despacho ocupado actualmente por Inés Garza Orta, será encabezado por Ismael Ramos Flores, actual presidente municipal de Saltillo, el mismo que lo sustituyó en este cargo a partir de junio cuando don Quique le dijo que se retirara de su cargo para poder participar en la contienda interna del PRI, pues era el ungido. Moreira también adelantó que las dos principales dependencias estatales, es decir, la Secretaría de Gobierno y la de Finanzas, quedarán en manos de personas sumamente cercanas a él, a los que ya les conoce todas las mañas.
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El próximo titular de la Secretaría de Gobierno será el actual diputado federal, Óscar Pimentel González, sampetrino que operó como coordinador de campaña del profe bailador en Torreón y quien fue alcalde de Saltillo justo un periodo antes que el ahora gobernador electo. A la Secretaría de Finanzas de Coahuila llegará Jorge Torres López, quien fungió como contralor municipal en la Administración de Moreira como alcalde y quien fue tesorero en el periodo de Óscar Pimentel. Extraoficialmente se sabe que los laguneros, Salomón Juan Marcos Issa, Héctor Fernández Aguirre y Eduardo Olmos Castro, también ocuparán cargos de secretarios. El primero iría a la Secretaría de Economía -actualmente de Planeación y Fomento-, el segundo sería el titular de Fomento Agropecuario y el tercero se sacaría la rifa del tigre en Obras Públicas, esto si no se les cae la sopa antes de llegar a la boca, aunque hay quienes aseguran que si bien Lalito cobrará en la nómina para recuperarse por los servicios prestados, lo de que lo haga en Obras Públicas es sólo un rumor, pues de construcciones e ingeniería, como que no ha de saber mucho. También se especula que la actual diputada local, Hilda Flores Escalera, irá directito a la Secretaría de Desarrollo Social; sin embargo, esto habrá de confirmarse en el curso de las próximas semanas porque por ahora hay más rumores que verdades.
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El lunes pasado el gobe Enrique Martínez rindió su Sexto y último Informe de Gobierno en el auditorio del Parque Las Maravillas, de Saltillo, que se vio repleto de gente, lo que llamó la atención tomando en cuenta que hay nuevo “rey” en la persona del profe Humberto Moreira, gobernador electo y ya se sabe cómo son los políticos de fieles, que hoy alaban a uno y mañana a otro. Al evento acudió un buen número de gobernadores de otros estados y ex gobernadores de Coahuila, (don Rogelio no asistió, quién sabe por qué sería) diputados federales, senadores, alcaldes en funciones y electos, al igual que figuras de las tallotas de la maestra, Elba Esther Gordillo y Rosario Robles. A la vapuleada líder moral del SNTE se le vio cansada pero en pie de lucha, lista para entrarle al “Madrazo” donde quiera y como quiera. El Informe en sí fue relativamente corto y sin sollozos, don Enrique estuvo presente en el auditorio desde que se inició el acto, por lo que escuchó los pronunciamientos de todos los partidos políticos sin pestañear, ni hacer gestos ni pintar violines. Al final de su intervención vino la parte sentimental en la que el gobe no pudo ocultar cierto dejo de nostalgia por el poder (y la nómina) que se le va de las manos, pero cuando concluyó se llevó una ovación de varios minutos que la concurrencia le tributó de pie, lo que le debe haber sabido a gloria, pues es común que en actos semejantes la clase política lo que pide a gritos es que ya se vaya el gobernador y venga el nuevecito y sin embargo, no fue el caso de don Quique, quizá porque muchos le ven futuro y quieren dejar su velita prendida; no vaya a ser la del indio...
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Después del Informe, en un salón versallesco de conocido hotel de Saltillo, el gobernador Enrique Martínez ofreció un brindis a un limitado grupo de invitados, en el cual no faltaron los colados que le entraron con singular alegría a los canapés y las bebidas espirituosas que corrieron a discreción. Por ahí se vio a los miembros del Gabinete y a uno que otro que habrá de integrar el que entrará en funciones a partir del primero de diciembre, así como a ex gobernadores, como el de Nuevo León, Sócrates Rizo, diputados locales de Oposición, como Jesús de León, Luis Salazar, Beatriz Granillo y Gregorio Contreras, que son contestatarios en tribuna, pero cordiales en la convivencia personal. Doña Rosario Robles y Yeidckol Polenvsky también estuvieron por ahí reviviendo viejas glorias de su pasado político, pues ambas son buenas amigas de don Quique quien muy discreto no preguntó por Carlos Ahumada. La clase empresarial también se hizo presente en el ágape, con la presencia de hombres de negocios como Eduardo Murra Marcos, Ramón Iriarte Maisterrena y Salomón Juan Marcos Villarreal. El profesor Humberto Moreira, no acudió al brindis, seguramente para no hacerle sombra a Martínez y Martínez, quien aunque llegó tarde, recibió todas las muestras de afecto y los apapachos de los asistentes que una y otra vez ponderaron su obra de Gobierno. Sin embargo, don Enrique no debe creerse todo lo que le dicen, porque muchos de los que ahí lo adularon serán los mismos que en unas semanas se postrarán ante el nuevo gobernador sin acordarse más de “su cariño”.
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Los que ayer se sacaron el as bajo la manga fueron los delegados estatales de la Secretaría de Medio Ambiente, Ignacio Corona Rodríguez y de la Comisión Nacional del Agua, Roberto Schuldes Dávila, quienes en Coahuila son los principales operadores políticos de la precampaña presidencial de Alberto Cárdenas Jiménez. Resulta que el autollamado “Caballo Negro” desarrolló ayer una gira de proselitismo por Saltillo, donde lo acompañaron desde cerquita ambos funcionarios, que al ser interpelados por los reporteros de la capital peronera sobre los motivos por los cuales andaban en talacha política durante su horario de trabajo, raudos mostraron sendos documentos donde comprobaron tener la anuencia oficial del Gobierno Federal para no laborar ese día.
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En Gómez Palacio, el alcalde, Octaviano Rendón Arce, tiene a bien temer que en la próxima sesión de Cabildo los panistas le reclamen públicamente por qué no se ha tomado en cuenta la propuesta del regidor, Gustavo Acosta, sobre la renta de vehículos, con lo que ya se habrían ahorrado varios millones de pesos, los que traducido en colonias, significaría servicios para cientos de gomezpalatinos. Y no es que los panistas estén tan preocupados por el uso de los recursos, pero sí por el hecho de que el presidente hace oídos sordos a las propuestas de la Oposición y las críticas se le resbalan, bajo el argumento que los ediles albiazules “son protagónicos”. Cierto es que hay muchas diferencias entre los azules, pero también que la indiferencia del alcalde ante los señalamientos ha ido propiciando su unión.
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El que de plano necesita asesoría sobre cómo hacer declaraciones, es el gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, quien se ha destacado por ser el más escueto de los funcionarios duranguenses al hablar con los medios de comunicación. Y es que, aunque se trate de un tema de gran relevancia para los ciudadanos, el mandatario apenas pronuncia un “sí”, un “no”, o “todavía no”, como en esta última ocasión, cuando se le cuestionó sobre la sequía que ha azotado al Estado de Durango, al punto que diversas organizaciones campesinas han solicitado que se declare a la entidad en estado de emergencia.
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Cuentan las lenguas de doble filo que quien mandó desmantelar las norias del municipio de Matamoros, fue uno de los hermanos del alcalde, Felipe Medina, el cual fue visto en su camioneta cuando trasportaba toda la tubería para después bajarla en uno de los ranchos de la familia ubicado muy cerca de las meloneras. Dicha tubería servirá para la construcción de nuevas norias dentro de los ranchos de la familia Medina Cervantes. Por cierto en Matamoros no se han realizado sesiones de Cabildo, porque el alcalde Felipe Medina, no cuenta con la mayoría de los regidores de su propio partido el tricolor a su favor y cuando sabe que no cuenta con la mayoría, no sesiona.
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Por cierto la alcaldesa, Rosario Castro Lozano, aclaró públicamente que no dejará el cargo de presidenta municipal para contender por una senaduría ni diputación federal el próximo año, toda vez que dijo sentirse comprometida con el municipio. Ante los rumores de una supuesta salida de su segunda gestión como alcaldesa en Lerdo al término del primer año de Gobierno, Castro Lozano dijo que el reto es completar la Administración de tres años para beneficiar a los lerdenses, lo cual implica que deberá quedarse al frente del cargo. “Aunque hay la coyuntura para aspirar a un cargo de este tipo, creo que Lerdo vale la pena una senaduría”, dijo a los medios de comunicación.
