El que regresó de vacaciones (algunos lo consideraron como autoexilio momentáneo), es el ex gobernador Enrique Martínez y Martínez, quien permanecerá en su natal Saltillo hasta que pasen las fiestas decembrinas. Desde que el pasado primero de diciembre entregó la estafeta a Humberto Moreira Valdés, Enrique Martínez se refugió en el rancho que uno de sus cuates gringos tiene en Texas. Ahí tuvo la oportunidad de practicar la cacería, uno de sus principales pasatiempos y de respaldarse en la naturaleza para reflexionar sobre lo hecho y lo dejado de hacer durante su gestión como gobernador de Coahuila. Dicen los que saben que el ex gobe en enero se reintegrará de lleno en la política y no solamente comarcana, sino de vuelos nacionales, pues Roberto Madrazo, quien no es su cuate, pero sabe que las cualidades políticas de Martínez pueden convenirle, le nombró como coordinador de su campaña en una de las doce regiones en que el equipo de campaña del abanderado presidencial del PRI dividió al país como estrategia para la promoción del tabasqueño. Martínez y Martínez estará encargado del proselitismo y de la operación política a favor de Madrazo Pintado en varios estados del centro y occidente mexicano, entre ellos Jalisco, Zacatecas, Querétaro y San Luis Potosí. La chamba del ex gober será en parte coordinar el trabajo de los delegados de la dirigencia nacional priista en cada uno de esos estados, bueno será que don Quique no olvide aquello de: “dime con quién andas y te diré quién eres.
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Anote usted como próximo titular de la Oficialía Mayor del Congreso Estatal a Francisco Niebla Vargas, quien relevará en el cargo al profesor Alfonso Martínez Pimentel, quien no hizo mal su chamba durante las dos últimas legislaturas, pero ahora tendrá que emprender nuevos vuelos, también dentro de la política estatal. Con Enrique Martínez como gobernador, Niebla Vargas cobró casi todo el tiempo como titular de la Subsecretaría de Gobierno y Asuntos Políticos, pero para muchos quien realmente llevó el control político interno durante el sexenio pasado fue precisamente Niebla, pues quien era su jefe directo, es decir, Raúl Sifuentes Guerrero, andaba más preocupado por sus aspiraciones a la gubernatura que por los asuntos de relevancia para el Estado. La intención del equipo del gobernador Humberto Moreira, para que Niebla Vargas ocupe la Oficialía Mayor del Congreso, tiene relación con sus cualidades como concertador, pero también con la ineptitud y arrogancia de quien será el nuevo líder legislativo, Horacio del Bosque Dávila.
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A propósito del Congreso del Estado, quien ya recibió las primeras instrucciones, directamente del gobe Humberto Moreira, fue quien será el nuevo titular de la Tesorería del Poder Legislativo, Julián Anzaldúa, hasta ahora titular del Instituto Estatal del Empleo. Resulta que Anzaldúa tiene la firme instrucción (y hay quienes aseguran que hasta los deseos), de revisar minuciosamente todos y cada uno de los movimientos financieros hechos por el actual tesorero, José Ignacio Flores Guerrero (Pepe Nacho, pa’ los cuates y Bebegacho, pa’ los no tanto), pues el gobe tiene sospechas (nada alejadas de la realidad dicen), de que el actual encargado de las finanzas legislativas utilizó el cargo para beneficiarse económicamente. Según esto Anzaldúa ya incluso tiene preparado al equipo de auditores externos a la Contaduría Mayor de Hacienda que utilizará para revisar las cuentas que le dejará Flores Guerrero.
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Quien sólo hasta hoy despacha en su oficina es la titular de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Miriam Cárdenas Cantú, quien a partir de mañana jueves fungirá como magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado. Dentro de la Comisión Cárdenas no la hizo mal y ahora las expectativas están puestas en su persona, con el propósito que aporte dinamismo y eficiencia en un aletargado Poder Judicial como es el de Coahuila. Por cierto, quien seguramente repite en su cargo como magistrado es el abogado Germán Froto y Madariaga, quien incluso pasaría a ocupar la presidencia de la Sala Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado (ya le hizo justicia la revolución). A la presidencia del Tribunal llega Gregorio Pérez Mata, a quien sus conocidos ubican como uno de los mejores litigantes del derecho que existe en Coahuila y quien también es muy amigo del gobe Moreira Valdés.
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Según nuestros subagentes que estos días se vistieron de tamal para estar presentes en todas las reuniones polacas y no polacas, nos informaron que el primer gran berrinche del grupo de colaboradores recién nombrados del alcalde electo, José Ángel Pérez, lo protagonizó el todavía regidor Iván Chávez Lastra. Y es que el jovenzuelo de pelo acicalado con gel y zapato lustrado, ya se veía en la Dirección de Desarrollo Humano, donde se tiene no sólo mejor sueldo, sino mayor jerarquía y, desde luego, el gran reflector político y social por los programas que se manejan. Pero nada, resulta que el mismo día de los nombramientos, allá en el Casino Los Ángeles, hasta el cafecito capuchino se le atoró en su fina garganta, cuanto le dijeron que se iría a la Dirección de Atención Ciudadana, ahí donde se convive con la gente pobre que no huele a lavanda, donde se pide ayuda para defunciones, para sacar a niños y ancianos de hospitales y donde se trabaja de día y de noche para la gente de colonias que no tiene agua y donde se necesita gran sensibilidad social y mucha paciencia. El edil se vio tentado a tirarle la chamba a José Ángel, pero a lo mejor se acordó del dicho que “el que se enoja pierde”, y además son cuatro años con un sueldo de más o menos treinta y cinco mil, nada despreciables, pesillos al mes.
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Y uno que extrañamente no quiere soltar la Junta de Mejoras Materiales de Torreón, es el ex presidente de la Canacintra, Alfredo Mafud Kaim. Aún cuando la mano santa de José Antonio Murra Giacomán intervino ante don Humberto Moreira, para nombrarlo titular de Fomento Económico en esta ciudad. Mafud tiene más de seis años al frente de este organismo descentralizado, lejos del escrutinio público y todo tipo de vigilancia, acompañado por uno de esos Consejos de Administración “de cafecito” de esos que se “vician” debido a su perpetuidad. Nadie se explica la indecisión, pero los que todo saben se preguntan quién controla, cómo y dónde se gastan los miles y miles de litros de asfalto que donan en pipas, tanto el Gobierno del Estado como el Municipio y que a ellos a su vez se los regala Pemex. ¿Hay inventarios y cálculos que determinen si realmente se bachea la ciudad en la misma proporción? En fin, son rumores, vaya usted a saber.
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Para quienes aún no han comprado boleto, se les informa que la rifa de quinientos mil pesos que supuestamente organizó el alcalde electo José Ángel Pérez, sigue vigente y hay todavía algunos boletillos de diez mil pesos. Dicen nuestros subagentes que supuestamente el alcalde electo quiere recuperar algo del dinero que invirtió en su campaña y tiene derecho. Hay dos cosas ciertas: no gastó muchos recursos considerando el gran beneficio político que le significó el fenómeno de la Zetamanía, (prueba de ello es que mucha gente pensó que el que contendía para alcalde era Jorge Zermeño) y la otra es que con esta rifa pro-recuperación del patrimonio personal, José Ángel no quiere dejar la menor duda ante propios y extraños, que no va a sacar nada de dinero ilegal, de su Gobierno, es decir, no tendrá ni caja chica ni una chequera aparte. Ojalá y así sea.
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No cabe duda que cuando de recaudar se trata, el Ayuntamiento de Torreón no tiene nada de espíritu navideño. Resulta que en el Hogar de Niños La Fe, los pequeños viven con múltiples carencias y en lugar de recibir unos regalitos o despensas, la Tesorería Municipal les mandó una notificación de que la Casa Hogar debe pagar un total de 28 mil 297 pesos de impuesto predial. Mario Iturbe, director del Hogar de Niños La Fe, no sabe de dónde sacará el dinero para pagar esa cantidad que el Ayuntamiento le exige, pues su preocupación diaria es conseguir los alimentos de los pequeños, cosa que al parecer a las autoridades municipales no les importa mucho, con tal de seguir llenando las arcas del Municipio y pagar a tiempo el bono de marcha de los funcionarios y regidores. Tal vez lo que les hace falta es ir a darse una vueltecita a esta Casa Hogar para que se sensibilicen un poco cuando vean las condiciones en las que viven los menores.
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“Ya no le muevan”, es la frase que más repite el alcalde de Torreón Guillermo Anaya Llamas, desde el escondite que utiliza últimamente cuando se empieza a ventilar alguna inconformidad de los diferentes sectores de la ciudadanía. Hace unas semanas se vio envuelto en un escándalo cuando se le criticó por el fiat notarial que le había “regalado” el ex gobernador Enrique Martínez. Tanto fue el ruido, que se vio obligado a renunciar a esa prebenda. Ahora, a diez días de que concluya su gestión, los transportistas lo retan a una vencidas para medir fuerzas. Los concesionarios aseguran que hoy empezarán a cobrar la tarifa de cinco pesos pasándose por el arco de triunfo a las autoridades. Ante esto, a Anaya Llamas no se le ocurre ni de chiste dar la cara y envía por delante al secretario del Ayuntamiento, Eduardo de la Peña, mientras él sigue jugando a las escondidillas. Dicen las malas lenguas que no quiere salir porque tiene miedo que alguien le vaya a arrebatar el lugar que ya tiene ganado en el Senado de la República y aunque su mayor deseo es irse sin hacer ruido, los transportistas aseguran que no le concederán su deseo y con sus acciones pondrán a trabajar a los regidores y funcionarios que ya están formados en la Tesorería Municipal esperando para cobrar su bono de marcha que planean autorizarse de “vampirazo” en esta temporada navideña. Habrá que esperar el desenlace de esta “telenovela”, que mucho no ha de tardar.
