EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Con el inicio de la temporada de Cuaresma, las autoridades sanitarias comenzaron la labor de verificación en los establecimientos que realizan la venta de productos del mar, con el propósito de preservar la salud de los consumidores.
El encargado del departamento de Control y Regulación de la Jurisdicción Sanitaria Número Seis, Porfirio Rosales Molina, dijo que las actividades se llevarán a cabo partiendo del padrón de 24 pescaderías y 84 restaurantes y marisquerías que operan en el área de influencia de dicha dependencia, en los municipios de Torreón, Matamoros y Viesca.
Refirió que desde hace algunos días se reunió con los representantes de las principales agrupaciones de comerciantes y locatarios de los mercados populares, con el propósito de obtener su colaboración en la necesidad de ofrecer productos de calidad y aptos para el consumo humano.
En el caso de quienes distribuyen los pescados y mariscos a otros establecimientos, los requisitos que deben reunir es que se respete la cadena de frío, es decir que el alimento siempre se mantenga congelado o debidamente refrigerado.
Los pisos, muros y techos de los almacenes o cuartos fríos deben ser de consistencia lisa y lavable, de manera que no alberguen polvo u otros contaminantes; el establecimiento debe estar libre de toda fauna nociva.
A su vez, las personas que se dedican a expender los alimentos del mar deben contar con la respectiva tarjeta de control sanitario o paquete integral de salud.
Rosales Molina indicó que la labor de verificación supone también el estado que presenta la mercancía, para lo cual deben considerarse algunas características que los consumidores deberían tomar en cuenta cuando realicen la compra de estos productos.
A este respecto, señaló que en principio debe evitarse el consumo de pescado que tenga coloración verdosa o que esté trozado y que despida un olor desagradable similar al del amoniaco o detergente.
Se debe considerar también el tono muscular, rechazando aquel producto al que si se le toca con los dedos se quede hundido, al igual que el que presente el desprendimiento de las escamas.
Todas estas características pueden señalar que el alimento no está en condiciones de ser consumido y que por lo tanto, debe ser desechado de inmediato.
El encargado de la dependencia dijo que la labor de verificación incluye a los vendedores semifijos, contra quienes también podrían aplicarse sanciones administrativas que van desde el aseguramiento del producto hasta las multas, que oscilan entre mil y diez mil salarios mínimos, de acuerdo con la gravedad y magnitud de la falta.