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GUADALAJARA, JAL.- Las paredes rojas y blancas del Hard Rock Live fueron el escenario para que los rayos invocados por Vicentico, iluminaran entre humo y gritos los rostros de los cerca de 400 asistentes al concierto, el primero de los dos que brindaría en esta ciudad.
Entre un ambiente de tranquilidad y paciencia, los primeros aromas de tabaco comenzaron a circular por el aire al filo de las 21:00 horas, para rodear a los entonces 200 asistentes sentados por todos lados, resignados a un concierto impuntual.
La agrupación tapatía Monte Bong saltó a escena 20 minutos después de la hora fechada, y así participar en el espectáculo con algunas de las canciones de su nuevo disco Vibra El Árbol.
Entre las canciones interpretadas estuvieron La Isla, Guayabera, Alerta y Atento, Sale el Sol y Verano, que dejaron al público preparado para la lluvia de sonidos y sensaciones que el ex líder de los Fabulosos Cadillacs tenía en mente.
Vestido con un short blanco, camisa negra y un poncho gris, el cantautor sonaba sus botas negras entre cada acorde de guitarra y golpe de tambor, para dejar en claro que iniciaba el recorrido por su segunda producción: Los Rayos.
Además de una serie de visitas por su primer disco: Vicentico y sus éxitos con la banda antes mencionada.
Desde El Cielo cayeron las luces y las ráfagas de viento que acompañaron a la canción con el mismo nombre: La Libertad el segundo tema trajo también Una Noche de calor en la Ciudad, para el recuerdo de los entonces cerca de 400 asistentes.
La tormenta comenzó a empapar un poco más a todos con la interacción del padre con más de 40 años y su público, luego de un par de canciones, interpretó La Señal y se tomó un pequeño descanso, en el que el público, no cesó de corearlo y disfrutar el ambiente de fiesta.
De regreso, dejó a la suerte la interpretación de su siguiente tema, para lo que pidió una moneda al público, el azar determinó que tomara Los caminos de la vida, canción original de Antonio Geles Suárez; caminos que lo llevaron en esta ocasión a tocar la obra de otro autor: Tiburón de Rubén Blades.
Un poco después Se Despierta la Ciudad para brincar y bailar con las palabras: "Yo soy muy feliz tocando para ustedes", introducción a Soy Feliz y al último bloque del temporal, un baño de recuerdos desde los ya extintos Fabulosos Cadillacs.
Basta sonó después de una introducción melancólica de guitarras que sonaban suaves, como una llovizna que anuncia el final de la tormenta y dejar de nuevo después de un rato de diversión Los Vasos Vacíos.
Disfrutar los últimos momentos con el Carnaval y escuchar algunos temas de un Vicentico sin sus más de 10 músicos, concluyendo con un Yo no me sentaría a tu mesa que se convirtió en la señal para abrir las puertas y tras la rifa de su guitarra autografiada, salir.
