La pequeña Karina tiene anotado en una cartulina horarios y medicinas para cuidar de Sabina.
El Siglo de Durango
Las lluvias y la pobreza no son una buena combinación. Sabina Gamboa Sierra, de 73 años de edad, conoce muy bien los estragos de estos dos factores juntos. Enferma de diabetes y además asmática, fue una de las víctimas de las fuertes precipitaciones pluviales que se presentaron durante el miércoles y jueves de la presente semana.
Tiene una pequeña casa en la colonia José Revueltas y vive al lado de su nieta Karina Lizeth, de quien se hizo cargo luego de que quedara huérfana. Tuvo que dejar su hogar porque el techo no le protegía, el interior se inundó y las vecinas decidieron llamar a elementos de Protección Civil para que le dieran auxilio.
Por eso se encuentra instalada en el Albergue de la Ciudad, donde cuenta con un cuarto en el que puede descansar entre tanto su inquieta niña la cuida. Acostada en la cama y al lado de un tanque de oxígeno, la señora platica que con motivo de los aguaceros iniciaron las goteras en su morada de modo que hasta su cama estaba mojada, así que optó por dormir sentada en una orilla que parecía estar en buenas condiciones.
Conversa que en el mismo terreno donde vive se ha establecido una hija con su familia, pero a pesar de la cercanía, su descendiente no se preocupa por atenderla o ayudarla con sus problemas; por eso, su techo se encuentra en malas condiciones, ya que no recibe mantenimiento alguno debido a que con el peso de los años ya no puede hacerse cargo de esas labores.
Con la presión de la contingencia se le bajó el azúcar, pero por fortuna su estado de salud ha mejorado con la atención recibida. ?Yo creo que me puse mal de tanto pensar y pues preocupada por mi criatura?, comenta al mismo tiempo que la chiquilla de diez años se recostaba en sus pies.
Manifiesta que la mamá de la infante murió en un accidente, así que se hizo cargo de ella, de allí que la menor de edad alegue que es hija de Sabina, y no su nieta.
La anciana, con una respiración algo agitada, relata que hace cerca de 18 años que enviudó. Su esposo trabajó en un aserradero, así que la pensión que le heredó es de mil 200 pesos al mes, dinero con el que sobrevive y suple las necesidades de Karina Lizeth, quien estudia la educación primaria y está próxima a entrar a quinto grado.
Añade que el año pasado también sufrió mucho en la temporada de lluvias pero ahora el panorama fue por demás adverso. Karina Lizeth expresa que el agua le llegaba arriba de los tobillos, por lo que de manera rápida se dio a la tarea de sacar el líquido con una escoba y barricas, aunque sus esfuerzos no tuvieron muy buenos resultados.
Sabina piensa que a su techo le hace falta impermeabilización, pues aunque es de ladrillo no cumple con el objetivo de protegerla de las inclemencias del tiempo y le da miedo que se pueda derrumbar. ?En el primer año que lo construimos le pusimos tierra arriba, pero ya no funcionó?, complementa.
Karina Lizeth es la encargada de velar por la mujer que la ha brindado amor incondicional. La cuida y la defiende. Incluso, en una cartulina tiene anotados los horarios de las medicinas, de tal forma que ella se encarga de suministrárselos con puntualidad.
Y a pesar de que con la urgencia se le olvidó llevarse ropa y artículos de aseo personal, lo que no dejó en casa fue el documento que le recuerda las pastillas que debe tomar su ?mami?, como la nombra con cariño.
Sabina dice que elementos de Protección Civil se han dado a la tarea de visitar su casa para arreglarla y que así pueda regresar. Por lo pronto, permanecerán en el albergue, aunque a la adulta mayor, como toda ama de casa, le preocupa que dejó ropa en la lavadora.
Continúan los recorridos .
Blanca Estela Castro de Herrera, presidenta del DIF Municipal, establece que continuarán con los recorridos en las zonas vulnerables ante las lluvias y revela que cuentan con un presupuesto de 500 mil pesos para la contingencia.
Por su parte, Francisco Gerardo Fournier Drew, director del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, explica que mantienen coordinación con Protección Civil Municipal mediante una brigada especial y que, a la fecha, estima que ya han entregado mil cobijas, entre otras cosas.
Castro de Herrera manifiesta que los recursos con los que cuentan están destinados para la compra de apoyos y que hasta el momento en los poblados no se ha registrado problema alguno.
Fournier Drew señala que están en disposición de apoyar a todos los municipios que así lo requieran con láminas otorgadas por el IVED, así como otra clase de materiales. Asevera que se contactarán con Canatlán para conocer el panorama que prevalece en esta región del estado.