Antonio Saca, presidente de El Salvador afirma que el problema de las pandillas también afecta a EU, México y a toda Centroamérica, por lo que los llama a la lucha para su combate.
San Salvador, (EFE).- El presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, no descartó hoy que el fenómeno de las pandillas juveniles en su país esté vinculado con el crimen organizado y el terrorismo.
En un discurso inaugural de la "Primera Conferencia Internacional del Combate a las pandillas en El Salvador", al que asisten representantes de instituciones policiales de Centroamérica y Estados Unidos, Saca dijo que las pandillas también están relacionados con "el sicariato y el narcotráfico".
Tras afirmar que su gobierno ha emprendido "un combate frontal" contra las pandillas "como un esfuerzo de nación", Saca dijo que el mismo se desarrolla tomando en cuenta las causas de la violencia y la delincuencia en el país, entre las que mencionó la desintegración familiar, la exclusión social y la marginalidad.
Asimismo, mencionó la transculturación, la deserción escolar y los efectos de la posguerra "que dieron como resultado el surgimiento de las pandillas o maras, un tema complejo que debe ser atacado en sus múltiples facetas".
El Salvador vivió una guerra civil entre 1980 y 1992 que dejó más de 75 mil muertos, más de ocho mil desaparecidos, doce mil lisiados y miles de desplazados internos, según organismos humanitarios.
Sin embargo, Saca destacó que el problema de las pandillas también afecta a Estados Unidos, México y a todos los países centroamericanos, por lo que es necesaria la cooperación para su combate.
"Con mucho gusto hemos abierto nuestras puertas para que los participantes de la conferencia puedan conocer los antecedentes, el análisis del fenómeno de esos grupos, su modus operandi y su estructura organizativa y los esfuerzos que hemos hecho en materia legal", expresó Saca.
Informó de que desde que asumió la presidencia, el 1 de junio pasado, mediante su plan "Súpermano dura" han sido detenidos más de 5.000 pandilleros, entre ellos seis cabecillas que se encuentran recluidos en el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, en el departamento central de La Paz.
Saca dijo que los presidentes centroamericanos han analizado los problemas de la seguridad nacional y la delincuencia, entre ellos las pandillas, y han acordado "fortalecer la cooperación con la creación de una fuerza de respuesta rápida al narcoterrorismo".
Respecto a la situación de las pandillas en El Salvador, Saca expresó que "no es posible que nuestro país esté secuestrado por un grupo de malos ciudadanos que no sobrepasan el 0,53 por ciento de la población juvenil de entre 14 y 24 años".
Saca indicó que en su país existen entre diez mil y diez mil 500 pandilleros.
Afirmó que el Gobierno "no dará tregua a quienes se empeñan por estar al margen de la ley", pero que a la vez impulsa los programas "Mano Amiga" y "Mano Extendida" para la rehabilitación de pandilleros y la prevención de la violencia en niños y jóvenes.
Según informes de la Policía Nacional Civil (PNC) en lo que va de este año el número de asesinatos se ha incrementado a un promedio de nueve al día, mientras que en 2004 la cifra era de siete.
En la conferencia, que concluirá el próximo miércoles, participan representantes de las policías de ocho condados estadounidenses y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).