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Violencia, un punto para reflexionar/Historias del absurdo

Luis Guillermo Hernández Aranda

La violencia forma ya parte de nuestras vidas. Las páginas de los periódicos todos los días dan cuenta de ello, y las imágenes de la televisión reafirman la idea. Es tan cotidiana que nuestra capacidad de asombro prácticamente ha desaparecido.

En décadas pasadas los hechos violentos se “limitaban” a robos y asesinatos que cometían las clases marginadas, hoy la violencia no distingue clase social, ni educación. Todos somos propensos a ella.

Ya Oliver Stone en su película Asesinos por Naturaleza, advertía sobre esa extraña fascinación que genera en la actualidad los hechos de sangre en la sociedad, y que por consecuencia produce ambición en los medios de comunicación (sobre todo la televisión), por tener la exclusiva del asesinato, del accidente aparatoso o bien del desastre natural. Pareciera que la violencia está de moda y es una manifestación avant-garde.

Sin importar el horario, las escenas de sangre tiñen la pantalla. Protagonistas de telenovelas juveniles hablan de las drogas y los artistas de moda, ventilan sus problemas personales con florido vocabulario en horarios familiares. Los temas de alcoba son los más recurrentes. Así, Ventaneando da cuenta de los insultos de Niurka y Juan Osorio, mientras melodramas abordan de manera burda el problema de la violencia intrafamiliar.

Dichos contenidos, donde el morbo y el escándalo son los principales ingredientes, se definen en Europa como Tele-basura. Problema por demás grave si se toma en cuenta que en México el promedio de lectura es de 0.5 libros al año y la gran educadora es la televisión.

En medio de este contexto se mueve actualmente la política. Diariamente los medios dan testimonio del enfrentamiento de Andrés Manuel López Obrador y Vicente Fox, así como de los priistas que desean ser candidatos a la Presidencia. La violencia está en todos los niveles, influenciando de manera negativa el comportamiento de la sociedad.

El debate de las ideas ha sido condenado al olvido para privilegiar la descalificación, mientras que el quehacer artístico es opacado por los escándalos. En el futbol se olvida el espíritu lúdico del deporte para dar paso a las bajas pasiones justificadas por el amor a la camiseta del equipo favorito.

La semana que concluyó fue inusual en La Laguna. Los hechos violentos iniciaron con una balacera en la colonia San Joaquín y concluyeron con tremenda bronca en el estadio Corona. En el intermedio un joven por desgracia perdió la vida.

Es necesario hacer un alto en el camino para que la sociedad en su conjunto retome los valores de respeto al individuo y por ende de la vida.

En su novela Pop Corn, el dramaturgo inglés, Ben Elthon, advierte los riesgos de la promoción de la violencia. Depende de cada uno contribuir para la erradicación de ésta, ya que hasta el momento pareciera que somos ajenos a estos signos de tiempos violentos que van más allá de un guión de Quentin Tarantino.

lharanda@elsiglodetorreon.com.mx

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