Saldo rojo | De tienen agentes policiacos al menos a 86 personas
Aficionados del Santos Laguna y Rayados del Monterrey protagonizan riña campal
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Fanáticos alcoholizados de los equipos de futbol Santos Laguna y Rayados del Monterrey, se enfrascaron en una fenomenal riña campal al término del encuentro entre ambas escuadras registrado la tarde de ayer en el Estadio Corona.
La Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), reportaba hasta el cierre de la presente edición la detención de 82 seudoaficionados (hombres y mujeres) en su mayoría pertenecientes a la porra del equipo regio, cuatro sujetos más fueron presentados ante el Ministerio Público por los delitos de daños en propiedad ajena y lesiones.
Dos de los consignados ante la representación social son originarios y vecinos del estado de Nuevo León, siendo éstos Jorge Omar Espino Guerrero y Rodolfo Echertea Martínez, de 20 y 17 años de edad respectivamente, así como los laguneros Sergio Omar Reyes Varela de 17 y un menor de nombre Ernesto N.
Asimismo se levantó una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), en contra de los policías preventivos Juan García Zapata y Mónica Saucedo, por los delitos de lesiones y abuso de autoridad cometidos en contra de dos mujeres cuyos nombres no fueron proporcionados.
Poco antes de que terminara el encuentro y al ver que su equipo era doblegado por los locales, los aficionados Rayados derribaron una malla ciclónica, lanzaron objetos al campo de juego y provocaron con insultos a los demás asistentes, lo que caldeó aún más los ánimos.
Fue al final del partido que las agresiones verbales
-principalmente recordatorios maternos- subieron de tono hasta generarse una fenomenal riña campal que se extendió hasta afuera del estacionamiento del Estadio Corona.
Los elementos de la DSPM no se daban abasto para controlar a los grupos antagónicos, que visiblemente alcoholizados arremetían contra quien se pusiera enfrente, resultando gran cantidad de vehículos dañados por las piedras y botellas que se lanzaban entre sí.
Visiblemente afectados, los camiones de la porra visitante tuvieron que ser escoltados hasta las afueras de la ciudad por patrullas de Seguridad Pública, para evitar que fueran objeto de alguna agresión.
Hasta después de una hora de terminado el encuentro, las cosas volvieron a la normalidad en las afueras del estadio y las calles aledañas al inmueble. La mayoría de los rijosos a excepción de los consignados al Ministerio Público, fueron recluidos en los módulos de detención de la ergástula municipal a disposición del juez calificador.