En difrentes hechos mueren tres personas, dos con arma de fuego y una más con un cuchillo
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Trágica jornada se registró en La Laguna de Coahuila durante la madrugada del domingo, luego que en distintos acontecimientos perdieron la vida de manera violenta tres personas. Dos de ellas a balazos y una más con arma blanca. Como detonante de estos hechos estuvo presente el alcohol y la droga. Sólo en uno de los homicidios se logró detener al presunto responsable.
En el primer caso, varios sujetos que se intoxicaban durante la madrugada del domingo en el puente de la colonia Camilo Torres, discutieron entre sí por la posesión del ?chemo?, pero uno de ellos, perturbado por los efectos del solvente, sacó de entre sus ropas una navaja con la que mató a uno de sus rivales e hirió al otro. Ya fue detenido.
Los sangrientos hechos debido a los cuales dejó de existir Jesús Andrés Ochoa Núñez, de 19 años de edad, vecino del ejido Zaragoza Sur, ocurrieron alrededor de las dos de la madrugada cuando sobre el puente Camilo Torres que se ubica entre la colonia del mismo nombre y la J.R. Mijares, se hallaba el hoy occiso, quien llevaba tiempo sin trabajo.
Lo acompañaban en esa madrugada trágica, Edgar Rafael Cuéllar Salazar, también de 19 años; Pedro Daniel Santos Morales, de 18 y Ernesto Castañeda Obregón, de 19, los tres con domicilio en avenida Huizache en los números 803, 89 y 92, respectivamente de la colonia J.R. Mijares.
Hasta ese puente, que se ubica por la avenida México y avenida Huizache y que divide a las colonias Camilo Torres de la J.R. Mijares, llegó Carlos Ramírez Martínez, de 20 años de edad, con casa en avenida José Rodríguez González, No. 510 de la última colonia en mención. Otro sujeto, Jesús Barba, coincidió con el arribo de Carlos al lugar.
De oficio yesero pero con varias semanas sin poder encontrar un trabajo, Carlos Ramírez Martínez se encontraba en completo estado de intoxicación, pues además de haber estado consumiendo cerveza, también inhaló solventes.
Al integrarse con el grupo que estaba en el puente, todos comenzaron a compartir el ?chemo? que tenía en su poder Jesús Andrés, quien en determinado momento, cuando Carlos se lo pidió, aquél le dijo que se esperara.
Esto hizo enfurecer al yesero desempleado, quien azuzado por el inhalante sacó de entre sus ropas una navaja grande con la que provocó una herida penetrante en el abdomen del poseedor del bote con solvente.
Edgar Rafael Ochoa Núñez intervino para calmar a Carlos, pero éste, completamente fuera de sí, se abalanzó contra él, causándole una herida cortante de aproximadamente tres centímetros en el costado izquierdo que sólo afectó piel y tejido subcutáneo.
Al ver que sus dos ?amigos? cayeron al suelo llenos de sangre, Carlos corrió sobre la Huizache, en tanto que, asustado, Jesús Barba huía hacia el lado opuesto, mientras que el resto de los presentes auxiliaban a los lesionados, llamando a la Cruz Roja que arribó en pocos minutos y los trasladó al puesto de socorros.
Sin embargo, debido a la herida penetrante que le causó el navajazo, Jesús Andrés dejó de existir cuando era atendido por el personal médico de guardia de la benemérita institución.
José Alberto del Río Saldaña, agente en turno del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la salud Personal, mesa cuatro, se constituyó en la Cruz Roja para dar fe del cadáver del infortunado y ordenar su traslado al anfiteatro para que se le practicara la necropsia de Ley.
Horas después, aún dentro de la flagrancia, elementos de la Policía Ministerial, del Grupo de Homicidios, lograron la captura por delito grave del presunto responsable, quien manifestó que el arma la había tirado en un terreno baldío, por lo que los ministeriales se dieron a la tarea de localizarla, pues servirá como prueba en la averiguación que ya se integra en contra de Carlos Ramírez Martínez.
LO MATAN CON SU PISTOLA
Sin vida, frente a su domicilio de la colonia Miguel de la Madrid, quedó Inocencio Barrón García, quien la madrugada del domingo se enfrentó a tres sujetos que lo retaron porque les molestó que hubiera hecho varios disparos al aire. Fue victimado con su propia pistola.
De 34 años de edad, domiciliado en calle Ecuador número dos de la colonia en mención, Inocencio, eufórico por la cerveza ingerida desde temprana hora del sábado anterior, decidió ?echar bala?, con una pistola calibre .22 que tiempo atrás había comprado. Nunca pasó por su mente que sería la última vez que utilizaría el arma.
Fue a eso de las 02:30 horas del dos de octubre, cuando el hoy occiso se acordó que en uno de los cajones del tocador de su recámara, tenía una pequeña pistola que meses antes se la había vendido a muy buen precio un conocido.
Como el vendedor le comentó de la importancia de tener un arma de fuego en el hogar ?para defensa? y como además en el precio venían incluidos varios cartuchos hábiles, Inocencio compró la pistola.
Con el pretexto de probarla, Inocencio se dirigió hacia el sitio donde tenía oculta el arma y una vez que la abasteció, se dirigió hacia fuera de su casa, donde la detonó en varias ocasiones.
A escasa media cuadra de su vivienda, por la misma calle Ecuador, se hallaban ingiriendo bebidas embriagantes tres sujetos que al escuchar las detonaciones se sintieron aludidos, por lo que dijeron retadores: ?En lugar de tirar para arriba hazlo contra nosotros?.
Esto fue suficiente para que Inocencio respondiera con un insulto y encaminándose hasta donde está el reducido grupo de individuos integrado por Juan Eduardo García Niño, su padre Juan Eduardo García Cerda, apodado ?El Edys? y el amigo de ambos, ?El Toño?, quien vive en privada Mario Cepeda No. 16, a la vuelta de donde ocurrieron los hechos, comenzó a provocarlos, sabiendo que él llevaba la pistola.
Cuando estuvieron frente a frente Inocencio y sus rivales sostuvieron una fuerte y breve discusión en la que sobresalieron los insultos de ambas partes que terminó cuando los tres sujetos iniciaron la agresión a golpes, logrando derribar al empistolado.
Aprovechando la ventaja numérica despojaron a Inocencio del arma y ?El Edys? la empuñó apuntando a la cabeza de su contrincante a corta distancia y jalando del gatillo.
El estruendo de la detonación pareció volver a la realidad a los rijosos tipos, quienes al ver sin vida a la persona con la que momentos antes discutieron, decidieron poner tierra de por medio y emprendieron la huida con rumbo desconocido.
Alejandro Barrón Puentes, de 33 años, primo de la víctima, vio cuando los tres sujetos corrían para perderse en la oscuridad, dejando atrás a su familiar, tirado en el piso, por lo que dio aviso a la Cruz Roja que llegó en cuestión de minutos y trasladó al herido al puesto de socorros, pero ya no se pudo hacer nada por él.
José Alberto del Río Saldaña, agente del Ministerio Público, ordenó el traslado del occiso al anfiteatro para que se le practicara la necropsia de Ley, y además que el médico legista certificara si la herida de bala se hizo de frente o por detrás toda vez que presentó dos orificios, uno en la región supraciliar derecha y otro en la región occipital del mismo lado.
FESTEJO MORTAL
Con una persona muerta y dos más heridas, terminó el baile de quinceañera que se celebró en el ejido San Ignacio del municipio de San Pedro, cuando miembros de la pandilla ?Los Chachos? se enfrascaron en una riña campal con varios de los asistentes, saliendo a relucir las armas de fuego. Hay cuatro detenidos y el probable responsable conocido como ?El Chilo?, está prófugo.
Jorge Aguilar Arellano, supervisor de la Policía Ministerial con destacamento en San Pedro, Coahuila, manifestó que los sangrientos hechos se suscitaron alrededor de las 01:30 horas del dos de octubre, durante la celebración de un baile de quinceañera en el poblado en mención.
De acuerdo a las primeras investigaciones realizadas en torno a los acontecimientos, fue durante el festejo cuando varios de ?Los Chachos? comenzaron a provocar a algunos de los asistentes, por lo que a los pocos minutos inició el pleito que después se convirtió en una campal donde objetos diversos eran usados como proyectiles, provocando con ello el pánico y la confusión del resto de las personas que habían acudido a la quinceañera.
En medio de la trifulca se escucharon varias detonaciones de arma de fuego, causando que la gente corriera asustada a protegerse de las balas, toda vez que un sujeto al que se identificó como Cecilio Rodríguez Ríos, conocido como ?El Chilo?, de 30 años de edad y vecino del ejido El Progreso, disparaba su pistola a ?diestra y siniestra?.
Como consecuencia de la balacera, tres personas resultaron heridas, una de la cuales falleció cuando era trasladada en la ambulancia al Hospital General de San Pedro y que es Francisco Martínez Sifuentes, de 37 años de edad, quien recibió una herida de bala en el tórax, muriendo a causa de shock hipovolémico secundario a neumotórax, toda vez que le perforó ambos pulmones. Además se le apreció una lesión cortante arriba de la oreja izquierda.
En la trifulca también resultaron heridos Alejandro Hernández López, apodado ?El Mongol?, de 20 años de edad, quien resultó lesionado en la pierna derecha, así como José Luis Aguilar Reyes, de 33 años, a quien se le apreció herida de bala en la pierna izquierda, con probable fractura de tibia y peroné. Ambos se encuentran fuera de peligro y el segundo ingresó a la clínica 16 del Seguro Social en Torreón.
La rápida movilización de los diferentes cuerpos policiacos como Seguridad Pública, Policía Preventiva del Estado y Ministerial, terminó de manera exitosa al detener a cuatro de los involucrados, sin embargo ?El Chilo? que es señalado por varios testigos como la persona que hizo los disparos, continúa prófugo.
Con el objeto de deslindar responsabilidades en torno a los sangrientos acontecimientos suscitados en el ejido San Ignacio, fueron detenidos Hugo Ortiz Rivas, de 42 años; Manuel Ortiz Rivas, de 27 años, alias ?El Lolo?; Ignacio Ortiz Rivas, de 30 años y Erubiel Díaz Martínez, de 19 años.
Saldo trágico
Víctimas de los sangrientos hechos registrados la madrugada del domingo en Torreón y San Pedro:
1.- Jesús Andrés Ochoa Núñez, 19 años.
2.- Inocencio Barrón García, 34 años.
3.- Francisco Martínez Sifuentes, 37 años.
FUENTE: Procuraduría General de Justicia del Estado