SIN ALTERACIONES| RECOMIENDAN CONVIVIR DE FORMA ARMÓNICA CON EL MEDIO AMBIENTE.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Consciente que la vida tiene muchas etapas que cada ser humano debe disfrutar en su momento para emprender proyectos o dejarlos a otras generaciones, el empresario Jesús García Garza reconoce que las personas deben aprender mucho de la naturaleza para generar propuestas en diseño o nuevas ideas que les permitan vivir felices.
El director general de Obras y Pavimentos y del hotel Rincón del Montero opina que en lugar de imponer modelos al medio ambiente es necesario tratar de convivir de manera armónica con la naturaleza, sin alterar su comportamiento y lo que le rodea. Con 40 años de experiencia en la construcción de desarrollos habitacionales y campos de golf, así como en el sector turístico, García Garza se considera un lagunero de corazón.
Jesús ha sabido combinar muy bien su profesión de ingeniero civil para edificar campos de golf e iniciarse dentro de la industria hotelera empresarial, de aventura y familiar en Parras de la Fuente, Coahuila.
Actualmente, Jesús García ha decidido no emprender una nueva empresa, sino disfrutar de su familia trabajando a su lado en una de las actividades que más le agrada hoy en día: desarrollar el turismo en el hotel y emprender nuevas ideas para reforzarlo. Considera que el trabajo en la industria de la construcción le demanda un gran esfuerzo y atención, por lo que señala que ha llegado el momento de dejarlo y dedicarse a las tareas turísticas.
El empresario lagunero tiene clara su visión. Con ella ha logrado impulsar no sólo importantes desarrollos habitacionales o campos de golf dentro y fuera de la Comarca Lagunera, sino que ha sabido impulsar uno de los centros de descanso reconocidos en la parte norte del país y en los estados del sur de los Estados Unidos.
¿Dónde nace y realiza sus estudios de ingeniería civil?
Nací un seis de marzo de 1942 en Nuevo León. En 1963, me gradué en la Universidad Autónoma de Nuevo León, por lo que en 1965 viajé a La Laguna para trabajar en la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos como ingeniero civil, en obras de canales de riego.
Las oportunidades de empleo se abrieron para la construcción de desarrollos urbanos, por lo cual renuncié ese mismo año e inicié mi propia compañía denominada Obras y Pavimentos.
¿Cuáles fueron los trabajos que más recuerda como constructor?
A partir de 1965, la compañía comenzó a realizar desarrollos urbanos en la ciudad, como lo fue la tercera etapa de la colonia San Isidro, San Luciano, Residencial Los Fresnos y Cumbres, así como la edificación de tres campos de golf: Campestre Torreón, en San Carlos, Sonora y San Gil, en Querétaro.
¿Cuál fue el proyecto más ambicioso que haya emprendido?
Sin lugar a dudas, el iniciarme en la construcción de campos de golf. En 1974, realizaba los trabajos en el fraccionamiento La Rosita, cuando Alfonso Estrada me pidió el apoyo para edificar el campo de golf de esta colonia. Me contactó con el diseñador americano Percy Clifford, quien me capacitó en los proyectos que hacía para aprender cómo se realizaba su construcción.
La experiencia adquirida me permitió edificar nuevos proyectos dentro y fuera de la Comarca Lagunera, así como hacer ampliaciones a otros como el instalado en el hotel Rincón del Montero.
¿Cuándo inicia como un promotor del turismo?
Fue en 1979 cuando aproveché una oportunidad única y adquirí el hotel Rincón del Montero, ubicado en Parras de la Fuente, Coahuila. Los anteriores dueños habían solicitado un financiamiento con Nacional Financiera en aquellos tiempos, sin embargo, los problemas económicos y la baja ocupación en las habitaciones provocaron el incumplimiento de pago. Por tal motivo, el inmueble sería adjudicado por el Gobierno.
Sin embargo, y gracias a que a mi esposa la llamaron para saber si tenía interés por comprar el hotel, éste fue comprado. Debido a que la suma de dinero era fuerte y ante el temor de incumplir con el pago, busqué un socio para que me apoyara con el capital.
El adeudo fue pagado en un tiempo de ocho años, por lo que posteriormente fue adquirida la parte de las acciones de mi socio. A mis 37 años de edad ya tenía dos empresas de distinto giro, pero que caminarían de la mano a partir de ese año.
¿Le dio temor iniciar en un negocio en el cual no tenía experiencia?
Realmente me llamó la atención poder tener un hotel campestre y un pequeño campo de golf. Al principio, el campo tenía sólo seis hoyos, sin embargo, la nueva administración de la familia García Madero impulsó ampliar las instalaciones a nueve hoyos para hacerlo un campo ejecutivo, buscando realizar torneos de golf anuales.
Actualmente, el hotel organiza cinco torneos en el año, entre los que destaca el realizado por empresarios de Monterrey y del Grupo Industrial Saltillo. Adicionalmente, se construyeron tres lagos y se amplió el número de habitaciones de 42 a 101.
Otro de los cambios fue la construcción de nuevos salones para fiestas y para empresarios, teniendo a la fecha cinco salas para cursos ejecutivos.
Con su experiencia como constructor, ¿fue una tarea fácil ser un empresario que impulsara el turismo?
El mayor reto que tenía enfrente fue hacer atractivo el hotel, ya que los problemas financieros y la menor demanda de habitaciones no mostraba en aquel tiempo que fuera un negocio sencillo y muy rentable. Por ello, y con la ayuda de mi esposa se mejoró el servicio, las instalaciones y se crearon nuevos conceptos de turismo como lo es el de aventura para atraer nuevos visitantes.
¿Cuál es su mercado potencial?
Siempre he estado muy claro en la idea de que mis principales clientes son los grupos de familias que acuden los fines de semana a descansar, así como los turistas empresariales que asisten para convivir o llevar a cabo cursos de capacitación alejados de la oficina o de su centro de trabajo.
El turismo deportivo ha tenido buenos resultados para el hotel, tanto en torneos de golf como de aventura. Actualmente, el hotel es sede de dos triatlones que se organizan por deportistas laguneros.
¿Cuándo comenzó a impulsar el turismo de aventura?
De manera reciente se han desarrollado rutas de montaña con el apoyo de especialistas en la materia, por lo que se ofrece al visitante actividades de rappel, escalada, caminatas y cañonismo. Adicionalmente, se cuenta con el servicio de cacería de paloma y faisán.
¿Cómo logró combinar ambas actividades y tener éxito en cada una de ellas?
En una forma muy sencilla. Las obras de construcción para el hotel las realizaba la propia constructora para disminuir los costos, por lo que de alguna manera he realizado ambas actividades sin mayor problema.
¿Cómo describiría estos 40 años como empresario?
Realmente veo que son etapas en la vida en donde las personas deben ir madurando y desarrollando nuevos proyectos con mucho cuidado, estando muy atentos a las oportunidades que se presenten para aprovecharlas.
Pienso que en la medida en que se tratan de hacer, mejora las cosas y se obtienen mejores resultados a los proyectados.
¿Recuerda usted el momento más difícil que ha tenido que enfrentar como hombre de negocios?
Sí, siempre se han presentado situaciones muy complicadas, pero nada parecido a lo sucedido en 1994. En ese año, se tenía un crédito con Banco Internacional (hoy HSBC), sin embargo, los intereses comenzaron a crecer de manera abrupta, por lo que fue necesario realizar convenios con la Secretaría de Hacienda para pagar los impuestos y el capital al banco. Afortunadamente, logramos salir del adeudo y mejorar las condiciones financieras del negocio.
¿Qué tan importante es que los empresarios participen activamente con el Gobierno para lograr una mejor infraestructura e incentivar la inversión privada?
Al inicio de la presente administración estatal, platicamos con el gobernador para plantearle la necesidad de ampliar la carretera que va de Paila a Parras. Las oportunidades para atraer un mayor número de visitantes se veía frenado por no contar con ágiles vías de acceso a la ciudad, por lo que participaron en forma activa tanto industriales como comerciantes de Parras.
Considero que es necesario que los empresarios nos apoyemos en el Gobierno para mejorar las cosas y lograr captar una mayor inversión.
Desde su punto de vista, ¿cuál debe ser la misión de los empresarios para tener una armonía personal y un éxito en los negocios?
Veo que no sólo importa tener logros en lo personal, sino buscar al mismo tiempo como hombre de negocios el bienestar de la familia y de la comunidad que nos rodea.
Gracias a mi profesión de ingeniero civil logré combinar muy bien mis actividades turísticas, por lo que se me ha facilitado lograr esta tarea. Mi participación en la sociedad de padres de familia en los colegios de mis hijas, en dependencias como la Junta de Mejoras Materiales, estar al frente al Colegio de Ingenieros Civiles o de la propia Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción local, me ha ayudado a lograr este bienestar común con la sociedad lagunera. Me siento muy satisfecho en ayudar a la comunidad con mi trabajo.
¿Usted ha pensado en alguna ocasión dedicarse sólo a una de estas dos actividades productivas (construcción y turismo)?
La vida tiene muchas etapas y si Dios me deja continuar debo terminar con las labores de constructor, ya que requieren un gran esfuerzo y atención para continuar desarrollando el negocio. Por lo que optaría seguir disfrutando el promover el turismo en Parras de La Fuente, Coahuila. Considero que es una actividad mucho más tranquila, pero sobre todo que me permitirá trabajar de la mano con mis tres hijas y esposa en la promoción del hotel.
Con sus 40 años de experiencia como empresario, ¿usted aún no ha logrado concretar algún proyecto que haya dejado pendiente?
Me siento muy satisfecho con lo alcanzado hasta el momento. Todos los seres humanos debemos tomar decisiones difíciles y el dejar de ejercer una profesión en la cual se ha trabajado por muchos años es algo que duele un poco, ya que hay una gran nostalgia por dejar de hacer lo que a uno más le gusta. La vida nos da un tiempo y hay que reconocer que los tiempos hoy son difíciles y hay que aceptarlo.
