El negocio de Rogelio Mendoza se encuentra en proceso de expansión
El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- El director de The Buzz Café tiene una clara filosofía: ?no hay fracasos, sino resultados que no se esperan?.
La clave, dice, es no cerrarse a los errores porque siempre los habrá. ?Y entre más se tengan más aprende uno de ellos. Lo importante es no tenerles miedo y afrontarlos de la mejor manera?.
Rogelio Mendoza Cerda hoy es un empresario en expansión. De pronto se le vienen a la cabeza miles de ideas, de conceptos y los aterriza.
En los últimos cinco años The Buzz Café ha logrado posicionarse dentro del mercado regional. Su concepto de bebidas frías y calientes de café iniciado hace un lustro, hoy ha evolucionado.
Innegablemente su participación activa ha sido fundamental para el desarrollo del negocio, aunque reconoce que todo ha sido en base a un equipo de trabajo sólido. Y está convencido de que el esfuerzo y creatividad es la mezcla perfecta para tener una empresa versátil lo que le ha permitido crear nuevos productos y servicios.
Rogelio, viste sencillo ?pantalón de mezclilla y camisa blanca- y es puntual...
Denota un aire de completa despreocupación mientras relata sus experiencias para mantener en operación a más de 15 sucursales en La Laguna y en otras ciudades del país, así como la meta ambiciosa de tener 107 tiendas al terminar 2006.
¿Cómo nace la idea de abrir la primer tienda de café en La Laguna?
Siempre tuvimos las ganas de crecer y es un factor importante porque somos un equipo, gente con un gran empuje y que le gusta aceptar grandes retos para crecer. Aunque no estábamos muy seguros de cómo hacerlo, lo único claro que teníamos es que si empezábamos algo había que hacerlo bien y hacerlo en grande.
¿Qué ha sido lo más difícil que se ha enfrentado en estos cinco años de operaciones?
Lo más difícil es mantener a toda la gente unida, manteniendo ante todo el equipo original. El crecimiento mismo que se ha tenido en estos años ha provocado que el personal haya aumentado, pero se ha logrado conservar en su gran mayoría a quienes iniciaron esta idea. Actualmente, la gente que trabaja en la oficina es personal que laboró en las tiendas de café y que ha logrado ascender y realizar nuevas funciones.
Otra de los problemas para lograr estos resultados es el conservar la camaradería, la amistad del primer café que se abrió en la región. Ahora que se tienen que supervisar 15 sucursales, mantener la comunicación con los empleados y estar al tanto a lo que pasa, hace complicado conservar el trato que se tenía el primer día de operaciones.
¿Qué tanto puede cambiar< la forma de administrar los negocios?
Claro que cambia, es diferente porque se debe poner mayor atención a los aspectos macro y microeconómicos, estar al tanto de los detalles grandes y pequeños dentro de las tiendas y de los clientes, pero sobre todo se debe aprender a delegar funciones, ya que es muy difícil estar al tanto de todo el negocio, en donde día a día se aprenden nuevas cosas.
Con la expansión que se ha tenido, hoy en día es tan importante que cada café que se prepare salga con la misma calidad, como si yo mismo lo preparara. De igual forma, esto se aplica en la compra de café verde para tostarlo.
El crecimiento ha sido tan rápido que ha sido difícil acostumbrarse a él, y una vez que logra asimilarlo continúan nuevos proyectos de expansión con la venta de nuevas sucursales, tanto propias como de franquicias.
¿Cómo te defines como empresa?
Somos una pequeña empresa, pero con mentalidad de grandes. Queremos aprender de los grandes negocios como Grupo Lala, a quien recientemente visitamos y nos impresiona todo lo que tiene. Nos gustan los retos, por lo que queremos abrir 107 tiendas en 2005 y 2006, entre franquicias y negocios propios.
La apertura reciente de cuatro tiendas de café en un mes ha sido algo extenuante y la gente está cansada, pero siguen en puerta nuevos planes de expansión con filiales en Chihuahua, León y Monterrey, entre otros.
¿Nunca has pensado en tener un fracaso, un crecimiento negativo?
Sí lo pienso, pero considero que no podemos tener fracasos, sino resultados que no son los que esperamos, pero también se puede aprender de ellos y hacer un nuevo intento. Lo importante, a final de cuentas es tener bien determinadas las prioridades, ya que es un negocio muy bonito, al cual se le ha metido mucho corazón y demás, pero siempre hay cosas mucho más importantes como Dios y que somos seres humanos.
Lo que perdura es la amistad y la gente, por lo que siempre se está al pendiente de tener un trato cordial e interesarse por los proyectos o problemas que tiene el personal. En determinado momento se van a presentar curvas que suban o que bajen, pero si uno mantiene una actitud positiva hacia la vida, en las bajadas uno aprende y en las subidas uno lo disfruta y continúa aprendiendo. La vida es un proceso continuo, tanto de lo bueno y no tan bueno.
¿Cuál es la visión a cinco o diez años?
Nos gustaría diversificarnos, hay muchas ideas, aunque lo primero es profesionalizarnos, para lo cual se están tomando algunos cursos y diplomados para aprender más. La educación es básica y esto se trata de enfatizar con los asociados para que continúen estudiando, ya que es gente muy capaz.
Todos los que trabajamos somos un elemento importante, tanto el que sirve el café como de quien los administra. Por ello, la empresa implementará un sistema que logre motivar al personal, el cual sea divertido, pero a la vez que genere una mayor remuneración al personal.
En México, la gente es muy abierta y da consejos que ayudarán a mejorar la operación de la empresa.
¿Ha sido fácil para una PYME (Pequeña y Mediana Empresa) crecer tan rápido?
No es difícil, sino el cómo se percibe uno como empresa. Desde que tuvimos el primer café nos veíamos como una empresa y no como un cafecito. En ese momento se manejan las cosas de una manera diferente y la gente se lo empieza a creer que se tendrán, en algunos años, 107 sucursales. En ocasiones será más fácil o difícil alcanzarlo.
¿Cuál ha sido el reto más difícil?
El conciliar y trabajar como un equipo, objetivo que aún no se logra. Una vez que se alcance esta meta cada persona sabrá cuáles son sus tareas y metas dentro de la organización, tanto en compras, proveedores, llamadas y normas de calidad, entre otros.
Es difícil coordinar un buen equipo de trabajo, sobre todo cuando se tiene gente muy capaz. Aunque uno sea el director general debe escuchar todas las sugerencias, ya que si una de ellas es más valida a la que se está dando se debe tomar la mejor decisión para el negocio.
¿Cómo está la competencia dentro del mercado?
Nunca hablo de ello, siento que la mayor competencia somos nosotros mismos. Ciertamente van a venir empresas de café y otras se van a ir. Siempre probamos los cafés, pero nunca nos estamos comparando constantemente con otros.
Lo relevante es hacer un análisis competitivo sobre lo que están haciendo otros negocios, pero no enfocarse al cien por ciento en todo lo que la competencia haga, ya que perderíamos un esquema de trabajo propio al imitar otras acciones.
En un mundo globalizado obviamente siempre habrá una competencia y siento que ésta es buena porque te obliga a estar más alerta.
¿Qué opinas que muchos jóvenes te vean como un caso de éxito, como un ejemplo a seguir?
Es un punto curioso, el pensar que es muy sencillo poner una tienda de café y tener el éxito asegurado. Hay todo un trabajo atrás, es tener un equipo de trabajo que se encarga de la operación, del diseño de productos nuevos, de la administración o abrir nuevos nichos de mercado para ampliar el servicio a empresas.
Se trabajan muchas horas y no es tan sencillo como el decir que se ve la luz al final del túnel. El negocio de franquicias representa un gran esfuerzo y no es tan fácil como decir se vende y ya, sino es darle seguimiento para que funcione, es un proceso diario y es tu cliente. La supervisión, el vigilar que no se salga de los estándares y definirlos, estando siempre abiertos a escuchar nuevas sugerencias.
En cuanto a los jóvenes, nos da mucho gusto como equipo que nos vean como un caso de éxito y lo que más quisiéramos es que esto los impulsar a tener un negocio propio, y que los retos verlos como tales y cuando te vaya bien darle gracias a Dios.
¿Agradeces lo que tienes a Dios?
Es básico estar bien con uno mismo, aunque no siempre lo estoy y cuando ando mal me importa mucho saber que Dios esta ahí, esto es muy importante para mí. Siento que un minuto de oración puede ayudar a cualquiera. Recuerdo cuando era chavo no creía mucho en Dios, pero ahora he cambiado.
