Los partidos políticos y el Instituto Federal Electoral (IFE) tendrán suficiente dinero, casi 13 mil millones de pesos, para sus gastos en el 2006. Habrá pues elecciones de lujo, con cargo al pueblo de México que se ha quedado a la espera del cambio.
A esos gastos exagerados habrá que agregar los donativos abiertos de ciudadanos a sus partidos, los encubiertos y los que no dejen rastro. Habrá el año entrante elecciones para presidente, senadores y diputados al Congreso de la Unión.
Se gastará más dinero que en las pasadas votaciones federales de 2003. Partidos y autoridades competirán y organizarán unas elecciones a las que serán llamados millones de electores, en su gran mayoría pobres, que se han quedado a la espera de los beneficios de la democracia.
Así, con un proceso electoral a todo lujo serán llamados a votar desempleados, ciudadanos mal pagados, enfermos, gente sin oportunidades de educación o de contar con una vivienda propia. Hoy por hoy todas las fuerzas políticas son responsables de no haber convenido reglas para que el costo de 2006 no sea tan insultante a los pobres.
Pudieron recortar esos gastos, pero no quisieron, no les convenía a sus intereses de permanecer en el poder. La CTM dejó ir la ocasión de ajustar su reloj al ritmo de la sociedad mexicana actual. Pudo abrir una selección de secretario general entre las nuevas generaciones, pero optó por dar la estafeta que dejó Leonardo Rodríguez Alcaine, a Joaquín Gamboa Pascoe, un acaudalado y ostentoso integrante de una decadente camarilla sindical.
Su periodo será a costa de los obreros. Una designación de Carlos Romero Deschamps, el líder de los petroleros, en el despacho que ocupó una vez Fidel Velázquez, habría puesto a la CTM en una línea de choque frontal con el Gobierno de Vicente Fox, que lo colocó en el banquillo de los acusados por el ?Pemexgate?.
Con la novedad que en el padrón de ex braceros que exigen pagos por ahorros generados en Estados Unidos, de 1942 a 1964, cientos de personas no tienen papeles para acreditar su derecho. Los inscribieron líderes irresponsables. Como una Ley señala las condiciones de pago, con la pena, a muchos les dirán que no recibirán ese beneficio.
Gonzalo Altamirano Dimas, panista de largo historial, se sumó al equipo del secretario de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta, como coordinador de asesores, luego que se separó del comité de campaña del precandidato Santiago Creel Miranda. Altamirano se fue cuando figuraba en una de las posiciones más cercanas al aspirante presidencial.
Alejandro Encinas, jefe de Gobierno del Distrito Federal, sigue con el lastre a bordo de la mala imagen del ex priista Marcelo Ebrard, a quien lo impugna la Asamblea Legislativa y detesta el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
Conservar al ex salinista como secretario de Desarrollo Social puede estropear el trabajo de su naciente administración. ¿Seguirá pensándolo?
Van 18 homicidios de mujeres en Ciudad Juárez en 2005, y hay muchos asesinatos impunes en 12 años del fenómeno delictivo, reportó la comisionada especial, Guadalupe Morfín.
El presidente Vicente Fox comprometió que su Gobierno seguirá adelante, pero habló sin actuar en lo que puede: programar un presupuesto mayor, a lo mínimo y escaso con que se apoya a ese noble organismo.