Se inmola un insurgente en una gasolinera, en el peor ataque suicida contra civiles.
AGENCIAS
BAGDAD, IRAK.- Más de setenta personas murieron y más de cien resultaron heridas en atentados perpetrados por la insurgencia ayer en Irak, el mismo día en el que se supo que once soldados estadounidenses son acusados por el mando militar de maltratar a detenidos.
Al menos 58 personas perdieron la vida y más de 82 resultaron heridas ayer tras explotar una bomba cerca de una gasolinera próxima a una mezquita shiita y un mercado en la localidad de Musayib, 60 kilómetros al sur de Bagdad.
El capitán de la Policía local Muthanna Khaled Ali, dijo que un extremista suicida hizo estallar una bomba que llevaba pegada en el cuerpo, en el peor ataque registrado contra civiles en Irak, según reportes de prensa captados en esta capital.
Ali especificó que las víctimas fueron trasladadas a los hospitales cercanos para su pronta atención.
De acuerdo con versiones de testigos presenciales, el atacante corrió hacia un camión de combustible que se dirigía a la estación de servicio y detonó la bomba haciendo explotar además varios tanques de gasolina.
Por su parte el Ministerio del Interior iraquí, informó que la detonación provocó el incendio de algunas casas cercanas a la gasolinera dejando severos daños materiales.
Musayyib se encuentra cerca de río Éufrates en el denominado ?triángulo de la muerte?, región llamada así debido al gran número de ataques insurgentes.
contra iraquíes
Mientras tanto, otras diez personas murieron y veinte resultaron heridas a causa de la explosión de un coche-bomba, conducido por un suicida, informaron fuentes policiales iraquíes.
La explosión se produjo en la localidad de Al Eskanderiya, situada a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad, cuando el suicida estrelló su vehículo, cargado de explosivos, contra un puesto de control mixto conformado por la Policía y el Ejército iraquí.
Entre los muertos hay siete uniformados, entre policías y militares y tres civiles, explicó la fuente iraquí y detalló que doce de la veintena de heridos son miembros de los cuerpos de seguridad iraquíes.
Tras el ataque, el Ejército y la Policía iraquí cerraron al tráfico a la carretera que une a Bagdad con las provincias del sur del país.
La Policía arrestó a un atacante suicida antes que detonara un cinturón de explosivos en medio de una multitud de dolientes que estaba de luto por las 27 personas que murieron en un atentado dinamitero de esta semana, dijeron las autoridades sin especificar el lugar del arresto.
También al sur de la capital del país, pero en la localidad de Al Amarah, en la provincia de Maysan, al menos tres soldados británicos murieron tras sufrir un ataque de la insurgencia. Tres soldados más resultaron lesionados. La agresión se produjo ayer por la madrugada cuando un artefacto explosivo detonó al paso de una patrulla de las fuerzas de Reino Unido.
Además, el Ejército de Estados Unidos en Irak anunció que once de sus efectivos fueron acusados de violar las leyes militares, por cometer maltratos contra detenidos iraquíes bajo su custodia en la capital Bagdad. Las pesquisas fueron iniciadas para deslindar responsabilidades.
