Escasea el agua potable en el sector habitacional.
EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- En el exterior del humilde jacal espera ?Zorrita?, una perra cuyas patas traseras están rotas desde hace ocho meses, cuando la atropelló un camión, desde entonces se arrastra con las delanteras para avanzar.
Eusebio Gálvez, su dueño, dice que no la sacrificó porque ella aún tiene mucha vida, además de que es su compañía. La perrita no deja de ladrar cuando extraños se acercan a la vivienda del jornalero. La situación no es muy distinta en las colonias 18 de Julio, San Fernando y esta comunidad de Nueva Creación, próximas a ser absorbidas por la mancha urbana.
El sexagenario explica que vivía en la colonia Cinco de Mayo, pero decidió cambiarse por las constantes riñas y conflictos entre jóvenes drogadictos y alcohólicos, que predominan en este sitio, donde las corporaciones policiacas ?nomás no se aparecen?.
En su nuevo hogar, viven a oscuras, sin alumbrado público ni servicios como el drenaje sanitario, mucho menos pavimentación. Sin embargo, don Eusebio afirma que estas casitas, ?aunque pobrecitas, son seguras?, pues a la fecha, no ha escuchado de problemas de robos, pleitos ni nada por el estilo.
En cierta forma, su pobreza lo reconforta, pues sabe que poco a poco se ha ido haciendo de pertenencias, de manera honesta y sin recurrir a engaños o cosas peores, pues según comenta, los robos están a la orden del día en el centro de Lerdo.
?Aquí somos personas humildes, pero trabajadoras?, manifiesta Eusebio. Algunos de los jacales utilizan materiales como cartón y lámina, otros llaman la atención porque están forrados de carteles de las campañas de la alcaldesa, Rosario Castro Lozano, y el gobernador, Ismael Hernández Deras.
Recientemente, la alcaldesa llevó a cabo una gira de trabajo por esta colonia, pero Martha Sánchez, quien es madre de familia, afirma que ?nomás promete?. Por eso, la señora invita a Rosario Castro a comer a su casa, para que verdaderamente conozca de sus necesidades y carencias.
?No tenemos árboles, vivimos entre el polvo, estamos olvidados completamente, comemos entre la tierra y nuestra ropa blanca se vuelve neja en cuanto la tendemos, no dura nada limpio, por eso los niños ya tienen granitos?, comenta.
Los habitantes carecen de pavimento, caminan descalzos entre la tierra, algunos con unos huaraches viejos que apenas les alcanzan a proteger del sol y sobre todo, del polvo, porque hay mucho en las viviendas. Casi todos los lotes ya tienen dueño, pero la gente no se muda hasta que haya servicios, y mientras no vivan más personas aquí, no se instalarán servicios.
La mayoría de las casas en San Fernando son de bloc. Los vecinos como María Guadalupe Ramírez, quien tiene una tiendita, se muestran agradecidos porque ya tienen alumbrado público, pero el agua es un servicio que escasea con frecuencia, al extremo de que ?ayer no salía nada hasta después de las tres de la tarde?.
Como su niño tiene asma, tuvo que sacarlo de la escuela de San Fernando y lo lleva a una que está más lejos, pero donde sí tienen pavimento y no hay tanto polvo. El pequeño teme a los terregales y se esconde en cuanto ve los remolinos de tierra, sabe que si lo alcanzan, puede terminar en el hospital.
?Cuando lo tenía en la primaria de aquí, mi hijo se la pasaba internado, pobrecito, tenía siempre ahí la polvareda?, dice la señora, ?no importa que pongamos dinero, el chiste es que pongan ya el pavimento, aunque sea en la calle principal?.
Mal servicio de limpieza.
Los vecinos de las colonias San Fernando, 18 de Julio y de Nueva Creación, coinciden en que el camión recolector de basura demora mucho en pasar por las comunidades, lo que deriva en la acumulación de desperdicios, que las personas queman para evitar los malos olores, aunque reconocen que esto contamina.
En la vivienda de José Armando Pedroza, "maistro" albañil, sus cinco niñas están en el patio y comen tostadas. El señor dice que es todo lo que tienen para sobrevivir y desde hace unos días, ?es nuestra dieta?.
Refiere que pidió un préstamo a la alcaldesa, Rosario Castro, que le brindó un tanque de gas para que se dedicara a vender tacos de barbacoa, pero tuvo que venderlo porque no había trabajo y nuevamente se quedó sin nada, ?ahora sólo alcanza para tortillas duras?.
SIN VICIOS.
?Aquí no hay gente viciosa hasta ahorita, nos venimos de la Cinco de Mayo porque allá había mucho drogadicto y borracho, puros pleitos y muchos problemas?.
Eusebio Gálvez,
jornalero
DESEMPLEO.
?La situación está muy difícil, no alcanza para nada, no hay trabajo en la obra y ¿qué hace uno? Andar desempleado?.
José Armando Pedroza,
maistro albañil
DAÑO.
?Con tanto polvo, mi hijo batalla mucho para respirar, le tiene miedo a las polvaredas porque sabe que le causan mucho daño por su asma, pero aquí son muy frecuentes porque estamos entre la tierra?.
María Guadalupe Ramírez,
encargada de una tiendita