Durango

Viven entre la basura

Los niños ya ya han acostumbrado a los fétidos olores y a jugar entre residuos sólidos

Todo un sacrificio representa llegar a la casa de Blanca López, quien habita en una choza llena de perros y gatos; de las tres personas que viven en ese domicilio solamente ella trabaja, pues su esposo y su hijo no lo pueden hacer porque están enfermos.

En la colonia Rosas del Tepeyac, en la calle del Sacrificio (porque, literalmente, es un sacrifico subirla), entre la calle Cuitláhuac hasta el fondo en un barranco lleno de basura, se ubica esta casa construida con pocas láminas de cartón, tablas de madera y trapos sucios. Esta familia necesita ayuda especial porque sólo a veces come.

En el recorrido que realizó El Siglo de Durango a esta colonia situada en el norte de la ciudad, se comprobó que la recolección de basura es casi nula y que los mismos habitantes van dejando los desechos en los lugares en donde es difícil que ingresen los camiones de Aseo Urbano.

Allí junto a uno de estos focos de infección vive la señora Blanca, quien con sus vecinos ha solicitado infinidad de veces a las autoridades municipales que limpien la zona, pero nunca acuden; ?sólo vienen, ven el tiradero, prometen volver, pero nunca regresan?, expresó.

En el basurero se pueden encontrar desde partes de aparatos electrónicos, alfombras, sillones, muebles, hasta las clásicas bolsas de basura llenas de botes de plástico y latas que han estado por años en el mismo lugar, por lo que las personas ya se han acostumbrado a los fétidos olores que despide este tiradero en temporada de calor.

Blanca López señaló que en algunas ocasiones se han enfermado por esta basura, pero son más los padecimientos que les aquejan en temporada de frío y de calor, pues su casa no las protege de las inclemencias del tiempo.

Al mostrar su casa se pudieron constatar las condiciones infrahumanas en las que vive; ella lo reconoce y dice que necesita ayuda rápida, pues se acerca la temporada de lluvias y no cree que su casa pueda resistir más con los plásticos y los sarapes que tiene como techo.

Esta familia sólo tiene un ingreso que fluctúa entre los 20 pesos diarios. Con esta cantidad, Blanca López compra medio kilo de frijoles, tortillas, chile y cuando alcanza lleva a la mesa pan y café para desayunar en la mañana.

No tiene cocina, ni brasero; para cocer sus alimentos pone carbón dentro de un bote de lámina y un comal para calentar la comida, a la intemperie, pues no tiene un techo o un cuarto para cocinar o comer.

El esposo de la señora comenta que a veces puede trabajar, ya que está enfermo de una pierna; sin embargo, así se va a trabajar o a pedir ayuda por las calles. Su hijo, quien dijo tener 24 años, afirmó que no labora porque también está enfermo, además de que se tiene que quedar en casa porque supuestamente les han robado varias veces.

En esta casa no hay baño, por lo que sus necesidades fisiológicas las realizan en la calle, lo que complica el foco de infección que tienen por el basurero; a esto se le suman los desechos de los animales, que en el recorrido se llegó a contar tres perros y cuatro gatos.

En ocasiones a la señora la visitan tres de sus nietos que también tienen que alimentar y cuidar. Los pequeños también están acostumbrados a vivir entre el basurero, pues lo ven como un paisaje natural, un lugar a donde acuden a jugar todos los días.

Se ?cuelgan? de la luz y de las tomas clandestinas, pues no les alcanza para realizar un contrato con el Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa) o con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ya que ahorran para pagar esos servicios o dejan de comer por varios días.

La señora Blanca y su familia han pasado noches en vela por la temporada de lluvias; manifestó que han sido muchas lágrimas las que ha derramado por estar en esa situación, ya que por más que se esfuerza no puede salir de la misma.

Comentó que no se ha acercado a los líderes de la colonia para solicitar ayuda; sin embargo, dijo que saben de su problemática y de su pobreza extrema pero casi nunca la apoyan. Solamente cuando va a las juntas le entregan una bolsa de despensa.

Finalmente, puntualizó que a su familia nunca ha llegado la ayuda del Gobierno del Estado ni mucho menos la del Presidente Municipal ni la de los diputados, pues solamente prometen pero nunca llega el apoyo.

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