A pesar de que la zona esta considerada como un foco de infección grave, no se ha hecho nada.
El Siglo de Durango
Entre fétidos olores conviven vecinos y alumnos de la Escuela General Miguel Meza Gallegos de la colonia José López Portillo, pues a su alrededor existe un basurero que han dejado crecer las autoridades municipales, pues ellos fueron los primeros en crearlo, según comentarios de los vecinos.
Después de la pavimentación de la calle Lázaro Cárdenas en la citada colonia, camiones del Municipio y del Gobierno del Estado dejaron los escombros y la tierra que quitaron para emparejar la calle antes mencionada.
Escombros y tierra con los que en su momento trabajadores del Municipio hicieron su agosto, pues la tierra era vendida a 50 pesos por camión, aprovechándose de los vecinos que querían emparejar su casa para no ser alcanzados por el agua en la temporada de lluvia.
Esto pasó hace aproximadamente dos años, pues al terminarse el negocio de los trabajadores del Municipio abandonaron la tierra en este lugar que era utilizado como canchas deportivas para la escuela, terminando así con el área de juego para convertirse en un basurero.
En el recorrido que realizó El Siglo de Durango por esta colonia, se pudo constatar el olvido de las autoridades, pues los vecinos han reportado ante medios de comunicación y ante las autoridades que no quieren que tiren más escombro ni basura.
Después de las denuncias y de las quejas, las autoridades sólo han dicho sobre las medidas que se implementarán, pero de ello a que se cumpla nunca hay nada, puesto que después nunca llegan al lugar, que se reporta como un foco de infección grave para la colonia marginal y que cuyos habitantes viven en extrema pobreza.
En el recorrido realizado por este matutino se observó que la mayoría de los escombros los dejan personas que viven cerca de la colonia.
Un ejemplo de ello fue el caso de Luis, César y Juan, quienes habitan en la colonia Maderera y acudieron al naciente basurero a dejar escombro de una construcción que están haciendo en la casa de un vecino.
Tras interrogarles del porqué realizaban esta actividad, se quedaron sin palabras y solamente argumentaron: ?todo el mundo lo hace?, y ante la insistencia de saber el porqué solamente comentaron que no sabían en dónde dejarlo.
A pesar del cuestionamiento de este medio de comunicación, ellos sin pena ni gloria minutos después bajaron los escombros que traían de la construcción de una cisterna.
Esta escena es constante, no obstante que en la colonia sí hay servicio de recolección de basura a través del camión municipal. Con ello se comprueba que no son los vecinos de la colonia quienes hacen estos tiraderos, sino habitantes de asentamientos contiguos.
TODO TIPO DE BASURA.
Desde los montones de tierra que dejaron los trabajadores del Municipio, existen varios metros de escombro y de basura y de restos de animales.
La gente que acude a este lugar a dejar la basura es por una simple razón: no encuentran quién se lleve los desechos. Se encuentran muebles, colchones, aparatos electrónicos, plásticos, restos de comida, e inclusive se podía presumir que fondas y restaurantes pequeños dejan allí sus desperdicios.
También se encuentran los restos de animales, pero no solamente de perros, gatos y ratas, que son los que comúnmente se ven en los tiraderos, sino también se hallaron restos de lo que podría ser una vaquilla o cerdo.
En el basurero se encuentran ropa y calzado que la gente ya no quiere, poco a poco han quemado las cosas. Pero dentro de su misma pobreza también acuden a pepenar para sacar cartón o madera que les sirve para reforzar sus casas de madera.
QUEJAS
La señora Manuela Rosas Vizcarra, de 25 años, ama de casa, comentó que ?estuvieron limpiando para hacer la calle Lázaro Cárdenas. nos dejaron los montones de tierra y desde entonces está el basurero?.
?No nos ayudan las líderes?, expresó la señora Carmen Rosas Lugo, de 35 años, ama de casa, y comentó a este medio de comunicación que los líderes no les han brindado ninguna ayuda, ni para llevar a cabo alguna acción o presión con las autoridades.
La contaminación y los malos olores se agudizan con el calor que azota a la ciudad y esto se llega dispersar con los vecinos que bastante tienen con el olor del Arroyo Seco. Los vecinos están preocupados porque se avecina la temporada de lluvias y con esto el agua y los contaminantes llegarán a entrar a los hogares.
Provocan enfermedades.
El olor fétido, además de los desechos y restos de comidas y de animales de este basurero han causado estragos en la salud de los habitantes de la colonia.
Comentan que son constantes las enfermedades del estómago como diarrea e infecciones, pues el aire contamina los alimentos que consumen, además de infecciones en los ojos y en la piel.
El aire volatiza los malos olores, sobre todo de los animales putrefactos que ni los perros quieren comer porque se encuentran en estado avanzado de descomposición.