FRANCISCO I. MADERO| NIÑOS Y ADULTOS PARTICIPAN DE LA FIESTA.
El Siglo de Torreón
Francisco I. Madero, Coah.- El fervor Guadalupano se vivió en las calles de Madero donde niños y adultos participaron en las festividades de la comunidad católica quienes acudieron a las diferentes iglesias ya sea para agradecer los favores recibidos, pedir un milagro o simplemente hacer acto de presencia en este día.
Era 12 de diciembre, día “La Morenita”, y muchos fieles cargaban ramos de flores mientras entonaban los cánticos tradicionales que relatan la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac. Los danzantes movieron los pies más que nunca, sus gritos que evocan el pasado indígena de los mexicanos parecían no salir de los pulmones sino del corazón.
El sonido de los tambores, los cascabeles y las voces repitiendo una y otra vez el Rosario demostraban el entusiasmo con el que los participantes celebraban a La Guadalupana como cada año. En la madrugada de ayer la gente se desveló para llevarle serenata, por la mañana los fieles acudieron a las iglesias y por la tarde comenzaron las peregrinaciones.
Una de ellas partió desde el ejido conurbano Las Vegas hasta la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en el centro de la ciudad. La otra partió desde el entronque en el bulevar Madero hasta la iglesia de la Virgen de Guadalupe, ubicada en la colonia Madero, cerca de la plaza. La gente se reunió pasadas las cinco de la tarde.
La señora Guadalupe Hernández asistió a la Iglesia del Sagrado Corazón desde la mañana para dar gracias en el día de las Lupitas. “Lo importante es venir y agradecerle porque me ha hecho milagros, es la fe que le tiene uno a la santísima Virgen, aunque algunas personas no crean ella es madre para todos”, comenta Lupita, quien llevaba consigo a su nieto de cuatro años de edad. “Queremos que se vaya formando como católico”, dice.
La señora Hernández afirmó que todo se prolongaría hasta pasadas las diez de la noche mientras los rostros de los peregrinos irradiaban en la oscuridad con la luz de las velas.
