BARCELONA, ESPAÑA.- El último fichaje del Barcelona, el argentino Maxi López, apareció en escena en la segunda mitad para darle un vuelco a la situación y propiciar la victoria de los suyos ante el Chelsea 2 a 1, en un partido en el que Frank Rijkaard le dio toda una lección táctica al controvertido técnico portugués Jose Mourinho.
El ex jugador de River Plate fue determinante. Igualó el marcador en una gran jugada tres minutos después de salir desde la banda y después tuvo fortuna en el 2-1, ya que remató cruzado y Eto?o se adelantó a la pareja de centrales del Chelsea.
A pesar de que la eliminatoria está totalmente abierta, después de lo ocurrido en el primer tiempo, esta victoria sabe a gloria para los catalanes, quienes estuvieron a un grandísimo nivel en el primer tiempo, pero aceptaron un gol de mala suerte, ya que Belletti marcó en propia puerta, todo un golpe para las esperanzas del Barcelona.
Después todo se equilibró por la torpeza de Didier Drogba, quien fue expulsado en el minuto 55 y desde entonces si el Chelsea no tenía presencia en ataque, desapareció del todo.
En los primeros cinco minutos, el vertiginoso ritmo de los de Rijkaard les permitió llegar en un par de ocasiones. Ronaldinho, que estuvo muy activo en todo momento, y Eto?o emergieron y crearon problemas a una desbordada defensa inglesa.
Al Chelsea el balón no le duraba ni dos pases. Su futbol no tenía sentido ninguno y se veía superado por la fluidez y por el escenario.
A pesar de la brillantez, el dominio y la creatividad del Barcelona, a los locales les costaba llegar ante la meta de Cech. Ronaldinho disparó demasiado cruzado en el minuto 11 y Eto?o fuera cuatro minutos después.
Las incorporaciones de Giuly por la derecha llevaron siempre peligro, mientras que pasaron muchos minutos sin noticias en ataque del Chelsea, quien se encontró con un inesperado regalo en su primera aproximación a la portería contraria.
Después de 30 minutos viéndolas venir, Lampard conectó con Duff, quien en posición dudosa superó a Van Bronckhorst, y su centro fue rematado a gol por Belletti, un tanto logrado en el minuto 33 que no hacía nada de justicia a lo ocurrido, un gol que cayó como plomo en el ánimo de los locales, quienes tardaron en recuperarse y pasaron por un mal rato poco después, cuando Drogba (35') tuvo el 0-2 en sus botas.
El Barcelona necesitaba rearmarse, porque las estadísticas del primer tiempo eran un reflejo de lo ocurrido. Con un 64 por ciento de posesión y dos remates a puerta, por ninguno del rival, el Chelsea había hecho lo más complicado, la cuadratura del círculo: marcar un tanto sin rematar ni una sola vez a puerta.
Con 45 minutos por delante, los londinenses se encontraron en el mejor de los escenarios posibles, pero Drogba le estropeó la fiesta a los ingleses.
El delantero marfileño, quien se jugó un segunda amonestación en el minuto 50, la encontró en el 55 después de una absurda acción con Víctor Valdés.
Al Chelsea le dio igual jugar con diez o con once, porque dejó solo en punta en Duff y después a Gudjonhsen y el partido fue a partir de entonces un monólogo del Barcelona.
Entró Iniesta por Albertini y después el argentino Maxi López por Giuly (minuto 64). En ese cambio estuvo la suerte del partido. Rijkaard acertó y su equipo se vino arriba.
El ex jugador de River Plate reactivó a su equipo. Su potencia física y su frescura le fueron muy bien a un equipo que necesitaba agua fresca para desperezarse.
Y Maxi tardó tres minutos en darle la razón a Rijkaard. El argentino controló un balón de espaldas a la portería, fintó y remató magníficamente para empatar el partido en el minuto 67.
Intervino decisivamente en una buena oportunidad de Iniesta (69?), Maxi pudo marcar en el 73 y fue determinante en el 2-1. El argentino remató aparentemente sin peligro en el 74 y Eto?o apareció para sorprender a la pareja de centrales del Chelsea.
Con armas diferentes, el Barcelona se sobrepuso y animado por los dos goles logrados en apenas siete minutos buscó ampliar la diferencia.
En un alarde de juego ofensivo y ante la tibieza del Chelsea, que se parapetó cerca de Cech, el Barcelona vio cómo Terry sacó bajo palos un remate de Deco (79?) y cómo el meta de los londinenses estuvo muy seguro a remates de Maxi (83?) y Xavi (85?).
Al final, el mejor del Chelsea fue Cech y Mourinho, el altivo técnico del Chelsea, tuvo que agotar los tres cambios para que el reloj no corriera. Ahora todo se decidirá en Stamford Bridge, pero lo importante es el rearme moral logrado por el Barcelona.
El sueco Anders Frisk mostró cartulina amarilla a Drogba (15?), a quien expulsó por doble amonestación en el 55'.
Asistieron al encuentro 96,650 espectadores, quienes prácticamente llenaron las gradas del Camp Nou en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Presenciaron el encuentro desde un lugar destacado los seleccionadores nacionales de Inglaterra, Sven-Goran Eriksson; Holanda, Marco van Basten; Francia, Raymond Domench; y Bulgaria Hristo Stoichkov (Bulgaria).
Alineaciones
Barcelona: Valdés; Belletti (Gerard, 84?), Puyol, Márquez, Van Bronckhorst, Albertini (Iniesta, 56?), Xavi, Deco, Giuly (Maxi, 64?), Ronaldinho y Eto?o.
Chelsea: Cech; Ferreira, Terry, Carvalho, Gallas, Makelele, Tiago (Smertin, 92?), Lampard, Joe Cole (Johnson, 70?), Duff (Gudjohnsen, 76?) y Drogba.
OPORTO APENAS EMPATA
El Oporto y el Inter de Milán empataron 1-1 ayer en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, en un encuentro intenso, con numerosas ocasiones de gol y con la sensación local de que podrían haber logrado algo mejor.
El Oporto inició el partido con aire de equipo local, presionando y con continuos intentos de marcar, aunque lo hacía con inofensivos lanzamientos desde fuera del área.
El Inter se sentía cómodo con el desarrollo del partido y en el minuto 23, mientras la defensa local pedía fuera de juego, Martins remató a puerta un pase desde la izquierda de Stankovic.
El internacional portugués Maniche intentó igualar el marcador un minuto después con un zapatazo desde 30 metros, que Toldo desvió con dificultades a corner.
El partido se complicó aun más para el Oporto cuando, en el minuto 28, el centrocampista Bosingwa tuvo que dejar el partido por lesión y fue sustituido por el delantero brasileño Luis Fabiano.
El técnico del Oporto, José Couceiro, quiso dar más mordiente a su equipo con la entrada del punta brasileño y el actual campeón de Europa se volcó sobre la portería de Toldo, circunstancia que aprovechó el conjunto italiano para crear peligro al contraataque.
En la segunda mitad, el Oporto puso cerco a la portería transalpina, pero la falta de puntería y de fortuna impidieron el empate.
El equipo local movía bien el balón en el centro del campo, usaba con sentido las bandas, pero a la hora de la verdad, la defensa interista demostraba nuevamente su seguridad.
Sin embargo, en uno de los escasos errores que cometió la zaga transalpina, Costinha se escapó en el palo largo en una jugada a balón parado y asistió al central Ricardo Costa que, desde la misma línea de gol, logró el ansiado empate.
Tras el gol, el Inter se espabiló y estiró sus líneas en busca del segundo tanto y por medio de Andriano y Martins estuvieron cerca de marcar de nuevo, pero Vitor Baía se lució en varias ocasiones para evitar la derrota.
Con este resultado, el vigente campeón de la Liga de Campeones tendrá que ir a Italia con un resultado muy complicado para pasar a los cuartos de final y reeditar su título, pues tiene que ganar o lograr un empate a más de un gol, cosa harto complicada ante el Inter, equipo que no ha perdido ningún partido esta temporada.
Crespo pone en ventaja al Milán
Un Milán muy ofensivo doblegó ayer por 0-1 en Old Trafford al Manchester United, en un choque en el que los italianos desplegaron toda su artillería y que resolvió en el minuto 78 el argentino Hernán Crespo al aprovechar un fallo del meta norirlandés Roy Carroll.
El cuadro dirigido por Carlo Ancelotti rompió anoche en Manchester con la maldición que les suele acompañar en estadios ingleses.
Con el joven delantero Wayne Rooney en solitario como apuesta titular en la punta del ataque, los locales arrancaban con un temprano y tímido intento de gol del inglés Paul Scholes.
El Milán no tardó en presionar y lanzarse de lleno a la portería del United. Haciendo gala de esta determinación, el once italiano tuvo en sus manos la primera ocasión clara en el minuto cuatro, con un lanzamiento de falta del brasileño Kaká, a unos 30 metros de la meta de Roy Carroll que salió desviado rozando el larguero.
Los "diablos rojos" malgastaban un momento único, en el minuto 11, de aventajar al once de Ancelotti. Paul Sholes no acertó con la portería tras un pase de Quinton Fortune.
Precisamente el jugador sudafricano desperdició otra gran ocasión de gol en el minuto 37, y el capitán local, Roy Keane, probó fortuna antes del descanso, con un amago para batir al cancerbero Dida, que no funcionó.
El centrocampista holandés Clarence Seedorf fue otro de los hombres del Milán que pusieron en apuros la defensa inglesa en este primer tiempo, en el que el equipo italiano tuvo un mayor dominio del balón.
Tras el paso por los vestuarios, Ferguson, por fin, sacó a Ruud van Nistelrooy, en sustitución del portugués Cristiano Ronaldo, decisión que dio esperanza a las gradas en un segundo tiempo en el que el escocés cambió el esquema táctico pasando a un 4-4-1-1, con Van Nistelrooy ahora en la punta del ataque y con el galés Ryan Giggs por detrás.
El Milán volvió a hacerse con la posesión, poniendo en puros al United en su área y creando peligro por la banda derecha.
Rooney hizo temblar en un par de ocasiones a la zaga milanesa, aunque sus incansables intentos no culminaban en resultados.
Una bonita jugada combinada de Rui Costa, Pirlo y Kaká puso en vilo a los aficionados del Old Trafford, que contuvieron la respiración con una intentona del delantero Hernán Crespo.
El argentino se internó en el área inglesa en el minuto 68 buscando desnivelar, pero el zaguero local Wes Brom solventó con eficacia la situación.
Sin embargo, los milaneses lograron el primer y único tanto de la noche. Seedorf disparo a portería y Carroll no acertó a detener el balón, lo que aprovechó Crespo para llevar el balón al fondo de las mallas.
Lyon hunde al Bremen
Un Olimpique Lyon que mostró una inteligente disposición táctica dejó ayer más que herido de muerte al Werder Bremen al derrotarlo a domicilio por 0-3 y forjarse una posición ideal para el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Los planes del Werder Bremen, de jugar con paciencia y sin presiones y tratar de mantener la propia portería sin goles, se dañó pronto, en un contragolpe que culminó con un gol de Sylvain Wiltord en medio de la desorientación de toda la defensa del campeón alemán.
El gol tempranero de Wiltord, corría el minuto nueve, le permitió al Olimpique Lyon plantear el partido como había querido desde el comienzo: esperar al Bremen en el propio terreno marcando muy de cerca a los volantes contrarios y esperar posibilidades de contragolpe.
Ese planteamiento hizo que el Bremen pasara apuros y que, muy pronto, se diera cuenta de que, tal y como estaba parado el Lyon, por el centro no había caminos abiertos y había que buscar las bandas.
La pelota y el campo era del Bremen que, una vez logró digerir el gol en contra, no se desesperó y poco a poco, aunque sin brillar, se fue fabricando ocasiones recurriendo sobre todo a los centros desde la banda derecha que, al menos durante el primer tiempo, hicieron pensar en la posibilidad de que los alemanes volteasen el partido a su favor.
Ya antes del gol de Wiltord, en el minuto seis, el Bremen había tenido una ocasión clara tras una pared entre el francés Johan Micoud y el paraguayo Nelson Valdez que terminó con un remate del primero que el meta Gregory Coupet tuvo que enviar a saque de esquina.
Luego hubo tres buenas ocasiones con remates de cabeza de Timo Borowski, en el minuton 18, Miroslav Klose, en el minuto 27, y el francés Valerian Ismael, en el minuto 31.
En el segundo tiempo, el Lyon pareció haber encontrado la fórmula para cerrar también los espacios que le había dado al Bremen en las bandas en la primera parte.
Los defensas centrales también le tomaron la medida a los delanteros del Bremen y, entonces, la presión alemana cesó durante los veinte primeros minutos de la segunda parte.
Ese fue el tiempo que necesitó el Bremen para volver a generar una ocasión, un disparo de Klose que Coupet tuvo que parar aparatosamente.
Luego, en el 71, se produjo una ocasión más clara cuando Valdez quedó solo ante la portería después de uno de los pocos errores defensivos del Lyon y remató desviado.
Pero antes, el Lyon había tenido una oportunidad aun más grande, con un remate de cabeza de Sydney Govou al poste.
Como se mostró, eso había sido sólo la alarma para lo que vendría, un golazo de Diarra en el minuto 77 con un disparo desde la distancia que dejaría al Werder Bremen herido de muerte y otro de lanzamiento libre del brasileño Juninho Pernambucano, en el 80, que acabó con cualquier esperanza realista del campeón alemán de remontar la eliminatoria.