EN BUENOS PIES...
El futbol puede estar tranquilo, el balón está en buenos pies. Cuando se trata de hablar del deporte más apasionante del mundo hay que hablar de los buenos, de los que han marcado la historia gracias a su capacidad de hacer con el pie lo que su mente quiere.
¿Cuántas veces los futbolistas sueñan con realizar alguna jugada, pero esa dosis de torpeza que cada ser humano tiene se los impide?, No cabe duda, la mente siempre será más habilidosa que el cuerpo, sin excepción, aunque sí, hay quienes aproximan su capacidad a la velocidad del pensamiento.
El francés Zinedine Zidane es uno de esos contados jugadores que tienen en los pies una chispa divina, una capacidad inexplicable y un don para hacer con el balón, las delicias de miles de fanáticos.
Han sido muchos los partidos que por televisión he podido disfrutar de Zidane, pero soy un convencido de que en el estadio es donde realmente se puede gozar del futbol, es ahí donde te percatas de lo que sucede en la cancha y las cámaras no detectan.
Es entonces que leyendo a Jorge Valdano en su libro ?El Miedo Escénico y otras Hierbas?, me da la envidia de no poder, aún, haber disfrutado del espectáculo que fuera de las tomas representa Zinedine.
Recopilando sus escritos periodísticos el argentino Valdano propone en este libro reflexiones completas de futbol, muchas de ellas dedicadas al francés, con argumentos convincentes del ?Mago? del futbol moderno.
?Su andar es pesado, pero sus decisiones son ágiles. Es uno de los jugadores que más placer me da observar, aunque siempre tengo la impresión de que la atolondrada urgencia del partido lo va a superar?.
?Ningún centrocampista del mundo hace un uso tan inteligente del balón como Zidane. Lo sabe guardar, intenta asociarse, elimina a un rival cuando la jugada lo requiere. Tiene un amplio campo de acción, se muestra para auxiliar y la pelota sale siempre mejorada de sus pies. Claro que para eso necesita la complicidad de compañeros que le ofrezcan movimientos. Para ser grande del todo, a su juego le faltan los últimos veinticinco metros. No tiene gol.
?Hay quien piensa que el futbol empieza en el físico (fuerza más velocidad), otros creen que empieza en los pies (técnica). Yo creo que empieza en la cabeza (inteligencia) y tengo una prueba, Zinedine Zidane?.
?Es definible como un goleador que no mete goles. Esto es, carece de la contundencia del goleador, porque juega para servirlos. Un maravilloso intermediario que hace mejores a sus compañeros?.
La siguiente fue una de las ideas que más me gustaron de los calificativos para ?Zi-Zu?.
?Su cuerpo grande y potente hace que sus movimientos sean pausados, pero ese aparente lentitud no le quita agilidad a su juego. El gran futbol depende de la velocidad de pensamiento, y Zidane necesita décimas de segundo para verlo todo (el movimiento de sus delanteros, la intención de los rivales, los espacios vacíos que aparecen y desaparecen...) y elegir la mejor opción?.
-Aquí viene lo mejor ? ?Cuando su futbol baja de la cabeza (donde empieza) a los pies (donde termina), el balón obedece porque su técnica es fina, precisa y simple. Hay partidos que son aburridos porque tienen poca velocidad y otros que son caóticos porque tienen un exceso de velocidad, El único reloj que da la hora justa es el de Zidane. El disco duro que tienen en la cabeza parece juntar la historia del futbol europeo y la del futbol suramericano; el resultado es un juego universal.
?Zidane debería patentar el mapa del genoma futbolístico. Es verdad que no alcanzó el nivel de milagros genéticos como Di Stéfano, Pelé, Cruyff o Maradona, pero en Zidane hay un apunte de todos ellos, porque tiene metido un siglo de futbol en su cabeza.
?Ejerce en un campo de acción amplio, imprime al juego la velocidad justa, pone los balones en los lugares en que sus compañeros lo desean; tiene habilidad, panorama, coordinación, potencia, generosidad, valentía...?.
En un calificativo compartido, Valdano habla de Zidane y Figo: ?Artistas que se adaptan con humildad a las obligaciones comunitarias, razón que justifica la admiración de los aficionados y el respeto de sus colegas. También los une la seriedad.
?Zidane tiene un buen lejos y un buen cerca pero es cierto que, para medir mejor su inteligencia, conviene seguirlo cuando la televisión ya no lo mira, siempre está buscando el lugar que incomode la marca, sorprendiendo por la espalda y arrancando en el momento justo para mostrarse. Darle el balón a él es como meterlo en una caja fuerte. Si está de espaldas, controla y gira en un solo movimiento?.
?Glorioso intermediario entre los mediocampistas defensivos y los delanteros; entre el juego y el gol.
?Si nos obligaran a meter a Zidane dentro de una palabra, ésta sería, sin duda: inteligencia? .
No cabe duda que Valdano tuvo inspiración para detonar ese mar de palabras, no deja espacio para más, el resto de la inspiración ya la utilizó Zidane.
En la música lo podríamos comparar con un virtuoso del Jazz, la composición se hace en los pies y a su propio entender. Según el ritmo del partido, encontrará siempre el compás justo para conjugar la sinfonía total, donde los instrumentos del rival desafinen y los de sus compañeros suenen al vibrar de la más compleja partitura.
vozdeportiva@yahoo.com.mx
