LOS MÁS VALIOSOS
La distinción de ser elegido el Jugador Más Valioso (MVP es su sigla en inglés) del Super Bowl no es nada sencilla de ganar. Vale la pena dar un repaso a la historia y recordar a cada uno de los ganadores de ese trofeo, los nombres son de los más grandes de todos los tiempos.
Hay quienes no se han conformado con una distinción de las ya mencionadas, como el fabuloso mariscal de campo de los 49ers de San Francisco Joe Montana en los noventas, cuando tres veces recogió el premio, el único en hacerlo, aunque habrá que decir que hoy en día es amenazado por Tom Brady, quien lleva las riendas de los Patriotas y ya ha ganado dos premios MVP y en una semana buscará el tercero.
Hoy el trofeo entregado a los ganadores de la final de la NFL se llama Vince Lombardi, en honor a aquel legendario entrenador que llevó a los Empacadores de Green Bay a ganar los dos primeros Super Bowl organizados, los de 1967 y 68.
Empezando desde aquel entonces, ese equipo de Green Bay tuvo en Bart Starr a su hombre más honorable, por eso en los dos primeros juegos denominados Super Bowl fue quien se ganó el premio al Jugador Más Valioso.
Starr era el mariscal de campo de aquel viejo equipo, no sólo dio un par de pases de anotación aquel 15 de enero de 1967, en esa tarde completó 16 de los 23 pases que lanzó para 250 yardas ganadas.
Él mismo ganó la distinción al año siguiente, su equipo se volvió a coronar; la primera anotación fue un pase suyo de 62 yardas, con lo que abrió el camino ante los Raiders, a los que le corrieron la pelota consistentemente.
Joe Namath fue el artífice del triunfo de los Jets de Nueva York sobre los Potros del Baltimore en la tercera edición del super domingo, por eso fue nombrado el más valioso, Len Dawson se quedó con ese honor un año después, en la segunda llegada de Kansas City al gran juego, en la primera ocasión habían perdido en la edición uno.
El primer jugador en no ser quarterback y ganar el premio, además de ser defensivo fue Chuck Howley de los Vaqueros de Dallas, curiosamente es el único jugador en ganar el premio y que sea del equipo derrotado, aquella ocasión los Potros de Baltimore se impusieron 16 por 13 a los texanos.
Al año siguiente los Vaqueros de nueva cuenta estuvieron presentes, ahora sí ganaron, pero el mariscal de campo Roger Staubach se quedó con el MVP.
Con dos intercepciones de Jack Scott los Delfines de Miami pudieron conquistar su primer título, eso provocó que fuera el primer profundo en llevarse el reconocimiento.
Para las ediciones ocho y nueve del Super Bowl fueron corredores los elogiados, Larry Csonka en el segundo anillo consecutivo para los Delfines y el poderoso Franco Harris por siempre recordado por los Acereros.
Lynn Swann fue el primer receptor abierto en ser nombrado el Más Valioso, dando el bicampeonato a los de Pittsburgh, al año siguiente fue otro receptor el premiado, Fred Biletnikoff de los Raiders de Oakland.
La única vez que se ha compartido el título al Jugador Más Valioso fue en 1978, cuando los Vaqueros de Dallas derrotaron 27 por 10 a los Broncos de Denver, ahí un par de linieros defensivos fueron premiados, Harvey Martin y Randy White.
La famosa cortina de acero tenía un comandante letal, Terry Bradshaw, quien dos años consecutivos dirigió a su equipo al título, 1979 y 1980, los dos años fue él el elegido.
Jim Plunkett fue uno más de los mariscales de campo en recibir la distinción, él en 1981 cuando los de Oakland se impusieron a Philadelphia en la primer ocasión que los Águilas aparecieron en un super domingo.
El primer premio de los tres para Joe Montana llegó en 1982, cuando los de San Francisco se impusieron 26 por 21 a los Bengalíes de Cincinnati en un legendario partido.
John Riggins corrió magistralmente la pelota el 30 de enero de 1983, llevando a los Pieles Rojas a vencer 27 por 17 a Miami en la edición 17 del Super Bowl.
Al año siguiente volvió a ser un corredor el premiado, en esta ocasión Marcus Allen, ligero corredor de los Raiders, con una visión espectacular, sus acarreos y anotaciones hicieron a su equipo, arrebatarle el título a los de Washington.
Joe Montana con su espectacular conducción, sus pases y manejo de juego, llevó a los 49ers a apabullar 38 por 16 a Miami en la final de 1985, así su segundo premio le llegó.
Richard Dent, ala defensivo de los Osos de Chicago fue el mejor según la crítica del Tazón de 1986, cuando sus equipo venció a los Patriotas.
Volvió el dominio de los mariscales con Phil Simms de los Gigantes, cuando en Pasadena en 1987 guió a su equipo a un triunfo de 39 por 20 sobre Denver el primero de tres tropezones en cuatro años para los Broncos.
Al año siguiente fue Doug Williams comandó a los Pieles Rojas a un nuevo título.
Jerry Rice, según los números el mejor receptor de todos los tiempos, no podía quedarse sin su mención, la consiguió en 1989 cuando San Francisco ganaba su tercer título, al año siguiente repitieron con la victoria, pero llegó ahí el tercer MVP para Joe Montana, el único hasta el momento.
Ottis Anderson tuvo poco tiempo de brillantez, pero en ese Super Tazón 25, condujo a los Gigantes al triunfo apretadísimo de 20 por 19 ante los Bills de Búfalo, por cierto el primero de cuatro descalabros consecutivos en la gran final para los Bills.
Mark Rypien tampoco dejó números espectaculares en la NFL, pero a diferencia de grandes jugadores que nunca pudieron aparecer en un juego definitivo, él podrá presumir su distinción en 1992.
Los Vaqueros ganaron dos años consecutivos, en 1993 y 94, Troy Aikman mariscal de campo de aquella generación ganó un MVP y el siguiente para Emmitt Smith con su virtuosismo para correr el balón.
Nadie jamás en la historia había conseguido lo que Steve Young, seis pases de anotación en un mismo partido, que más mérito que ese y darle el quinto anillo a los 49ers de campeones en 1995, por cierto el único equipo en llegar a tal cantidad.
Larry Brown, corner back de los Vaqueros, se ganó el honor en la edición XXX del Super Bowl, Desmond Howard es el único regresador de patada de despeje y de kick off en ganar tal honor, eso en el título de los Empacadores en 1997.
Al año siguiente Terrell Davis, fue un deleite corriendo el balón y aportó bastante para que luego de tantos intentos los Broncos de Denver pudieran coronarse, al año siguiente repitieron con el título, pero más que merecido para John Elway quedarse con el MVP.
Kurt Warner apareció de la nada y llevó hasta el gran juego y al título a sus Carneros de San Luis en 2000, al año siguiente como mayor sorpresa los Cuervos de Baltimore conquistaron el Vince Lombardi limitando a siete puntos a los Gigantes, mucho tuvo que ver el linebacker Ray Lewis, por eso lo premiaron.
Hoy por hoy, sólo Tom Brady puede alcanzar lo realizado por Montana, con tres MVP, el primero lo ganó en 2002, al año siguiente Dexter Jackson profundo de Tampa Bay fue el elegido, mientras que el año pasado de nueva cuenta Brady cargó el trofeo.
Sin duda alguna los quarterbacks son los que dominan las elecciones al Jugador Más Valioso, seguidos por los receptores y los corredores, aunque ya son varios los profundos elegidos, los apoyadores y los linieros de defensa, faltando aún algún jugador de la línea ofensiva en ser nombrado.
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