MILLER... NO SE CANSA DE JUGAR
Han pasado ya 18 años desde que fue seleccionado undécimo en el Draft de 1987 de la NBA, en aquella generación no era el más apetitoso, ya que el primer elegido, llegado de la Escuela Naval, fue David Robinson por los Spurs de San Antonio, los que le siguieron muy pronto dejaron de brillar en la liga, en quinto lugar apareció Scottie Pippen, más adelante el chaparrón Kevin Johnson, y justo antes de él Horace Grant fue a parar con los Toros de Chicago.
Reginald Wayne Miller fue el undécimo seleccionado en aquella ocasión, los Pacers de Indiana lo eligieron por su efectividad en la UCLA, universidad en la que se graduó de historiador y donde en 1998 fue incluido en su Salón de la Fama.
Son muchos los detalles que podrían brillar de primera instancia en la carrera del gran Reggie Miller; hemos decidido hablar un poco de él ahora que una vez más ha llegado a los playoffs de la NBA con su equipo, muchos son los que piensan que luego de que sean eliminados en la primera o segunda ronda (no les dan más vida) el veterano que está por cumplir 40 años dirá adiós a las duelas.
El número 31 de los Pacers es uno de los tres jugadores en la liga que más partidos ha jugado con una sola playera, luego de salir de la Universidad, Miller sólo conoce los colores del equipo de Indiana y su emblemático número.
Unas líneas más delante hablaremos de su brillante trayectoria en la liga, los records individuales y las estadísticas que podrán moverse en los próximos días con su participación en las finales, incluso, aunque pocos lo creen, podrían aumentar el próximo año si se decide cumplir su contrato hasta la temporada 2005-2006, por lo pronto hablaremos de lo que no se registra en números, mas sí en las pupilas de los fanáticos.
Reggie es uno de esos jugadores serios y comprometido siempre con el resultado del partido, difícilmente se le recordarán jugadas de lucimiento personal, tampoco las grandes orquestas con el equipo y es que hasta últimas fechas ha tenido una comparsa como para competir ya en las finales a donde han asistido desde años atrás, pero la lucha difícilmente se gana por uno solo, aunque Miller lo haya intentado muchas veces, como también Ron Artest su compañero que a inicios de la presente temporada se envolvió en un nuevo pleito, de los que le encantan, para dejar incompleto a su equipo, porque quizá hoy sería otra la perspectiva de los Pacers.
Ganador de la medalla dorada con los Estados Unidos en la Olimpiada de Atlanta 1996, ha encantado a sus entrenadores y al público total por su seguridad en los disparos largos, su visión aguda para elegir cuándo entrar al área y cuándo pasar al compañero, es una máquina para producir puntos, no por nada es uno de los pocos en la historia de la NBA en superar los 25 mil puntos en su carrera, con 25,279, hasta el término de la presente temporada regular, se ubica decimocuarto en la lista de todos los tiempos.
Apenas seis jugadores han disputado más partidos que él en la liga, 1,389 en total, de los cuales en 1,304 ha sido titular, sólo en sus dos primeras temporadas no inició todos los partidos en que jugó, luego han sido 16 temporadas en que todos los juegos los abrió.
Es el único en la historia en completar 15 campañas con más de 100 tiros de tres encestados, su facilidad y rapidez para sacar el disparo siempre le hicieron difícil de defender, un tirador natural afuera de la media luna y con sus dos metros y un centímetro de altura, más la parábola de sus envíos, ni el más pintado ha podido limitarlo, es por eso el jugador NBA con más triples en la historia, 2,560.
El compromiso del que hablábamos por ganar cada partido en disputa lo hicieron llevar a los Pacers, como en el presente, a los playoffs, ahí aparece con 131 juegos jugados y entre los mejores anotadores en esas instancias; la campaña anterior, en el juego dos ante Miami simplemente se despachó con 18 puntos en 19 minutos, reafirmando lo antes dicho, una máquina de hacer puntos.
Reggie fue a cinco juegos de estrellas, todo gracias a sus campañas de más de 20 puntos en promedio por partido, nunca en su carrera bajó de los diez puntos de promedio, mucho gracias a su presencia constante en la duela, su promedio de 34.3 minutos por juego lo tenían en constante actividad, y por lo mismo en cuestión de rebotes su promedio de por vida fue de tres por juego, lo mismo en el renglón de asistencias y un robo de balón por partido.
En la recién concluida temporada regular de la NBA; Miller finalizó con el mejor promedio de efectividad en sus tiros libres, arriba de .900, de por vida su porcentaje es de .888, su efectividad en los tiros de campo es de los más altos con .471 y el de disparos de tres puntos, en verdad envidiable con .395.
A lo largo de su brillante carrera ha acumulado 47,616 minutos jugados, con un total de 25,279 puntos conseguidos, se podría decir que anota un punto cada dos minutos.
Lamentablemente es muy posible que Reggie tenga que retirarse como lo han hecho grandes deportistas, sin un anillo de campeón, con un cúmulo de recuerdos bellos como aquella noche del 28 de noviembre de 1992 cuando le marcó 57 puntos a Charlotte, o tantas otras hazañas que los aficionados le agradecerán, pero no sólo ellos tienen que hacerlo, sino los muchos niños beneficiados por sus constantes donativos al ?Riley Hospital for Childrens?, o las víctimas de incendios ayudados por la fundación que él patrocina, o alguno de los muchos que vieron repartir 206 mil dólares que donó al término de la campaña 2001-2002.
Aquel año decidió ofrecer mil dólares por cada disparo de tres que hiciera bueno, como siempre se lució y los más de 200 mil dólares fueron a dar al ?America Red Cross Disaster Relief Found?.
A los muchos números más que le podríamos sumar a este listado de datos de uno de los grandes de la historia del baloncesto están el haber encestado 163 tiros de tres en una sola temporada, la de 1993, un récord de todos los tiempos, además de conseguir al menos un triple en 108 juegos consecutivos y desde 1990 a 1996 marcó más de 100 triples por campaña.
La decisión está en el espigado guardia de los Pacers de Indiana, si decide retirarse de una buena vez, lo hará en excelente momento, con todas sus virtudes reluciendo y seguramente con una mueca más que enorme de satisfacción; de regresar al siguiente año, los Pacers le deberán el gusto de conjugar un buen equipo, mejor que el de siempre, para intentar darle la última y más grande dicha.
vozdeportiva@yahoo.com.mx