El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Los recuerdos se le agolparon en la cabeza desde que puso un pie en las nuevas instalaciones de la Universidad del Valle de México (UVM). Marisol González no pudo evitar trasladarse a su primer día de clases en la Ibero, recordó los nervios que sentía y la inmensa curiosidad que la embargaba por saber quiénes serían sus nuevos compañeros de clase y sus maestros.
A Ely Guerra le sucedió algo similar, pero al contrario de la torreonense, ella estaba más concentrada en el concierto que iba a dar, y es que tanto ella como Marisol fueron invitadas ayer, por las autoridades de la institución, para convivir con los alumnos en lo que fue su primer día de clases.
Lo que para muchos alumnos ha sido una constante práctica (echarse la vaca), para Ely no fue así.
?Es horrible decir esto porque yo estoy a favor de la libertad, pero yo no me la daba, nunca me fui de pinta porque nunca he sido muy reventada?, contó una ?alivianada? Ely Guerra, quien explicó que el no haber sido tan pachanguera también se debió a que jamás tuvo un grupo de amigos en específico con el cual saliera. ?Como era la que cantaba y tocaba, era un poco universal, pero era triste también porque yo quería pertenecer a alguno?.
Aunque ambas se sienten plenas con lo que están realizando actualmente -Marisol en la actuación y el modelaje, y Ely en la música- ninguna de las dos puede presumir de haber terminado sus estudios.
La intérprete de Ojos Claros, Labios Rosas, no estudió música de manera profesional, es lírica, estudió hasta bachiller, ella se salió de su casa a los 15 años y ?seguí por la educación de la vida que en realidad es algo que a mí me ha faltado, pero bueno también la vida te pone tu propia meta y la mía fue salir de mi casa muy chica y vivir en la ciudad de concreto, a la que me enfrenté?.
Ella siente que si no hubiera sido entre chef, cantante y músico, sería atleta porque nadó siete años, bailó clásico otros siete, ?fue una etapa en la que la disciplina atlética estaba muy presente y me encantaba eso. Iba a la escuela cuatro horas al ballet, la natación, como que en cierta medida el tiempo que me quedaba era para leer y escribir.
?Lo único que puedo hacer es desearles (a todos los alumnos) suerte porque aquí están iniciando esa educación, esa responsabilidad?.
Marisol González recuerda sus años de escuela: ?en primaria desde chiquita era un torbellino, todavía más lo que era kinder y primaria. Creo que en secundaria me aplaqué un poquito pero era la traviesa, todo lo contrario a la tierna en el pupitre?.
Asegura que ?el primer día de clases era de llevar todo nuevo, padrísimo; no dormía en toda la noche por el nervio de saber con quién me iba a tocar en el salón, los maestros nuevos, pero era padre el primer día y esa adrenalina se sentía?.
A Marisol le llamaba la atención estudiar comunicación, su sueño dorado era ser modelo, cuando estaba en primer semestre de la carrera fue cuando se dio lo de Nuestra Belleza México, ?ahí dije: es una gran oportunidad?, lo de más es historia: fue seleccionada como representante de México en el certamen de Miss Universo.
El ?coco? de la torreonense siempre fue estadística, todo eso de matemáticas, ?fui buena en lo que era aprenderse de memoria ese tipo de clases de teoría, a la fecha se me facilita más aprenderme las cosas de memoria y poner más atención a eso que a los números?.