No sólo se trata del interés regional, sino de poder, lo que marca la agenda para la cumbre trilateral que se llevará a cabo en Waco. A México, el más débil de los socios y amigos que se reunirán en ese polvoriento punto de la geografía texana -famoso no sólo porque George W. Bush tenga un rancho por ahí, sino porque hace una década se aniquiló a los llamados davidianos, niños incluidos- le interesan básicamente dos temas, el migratorio y el de las crecientes críticas hacia nuestro país por parte de funcionarios estadounidenses. Ambos quedaron fuera de la agenda oficial.
Así, los presidentes Fox y Bush y el primer ministro Martin, sólo abordarán temas trilaterales, esto es, que también sean de interés prioritario para Canadá... y por supuesto, para los socios y amigos del norte, la migración ilegal de personas, o que la CIA arremeta ya por sistema contra los niveles de seguridad en la frontera entre Estados Unidos y México, le importan poco menos que las estadísticas de visitantes a las Cataratas del Niágara.
Lo que verdaderamente interesa a Estados Unidos, primero, y a Canadá, después, es crear una Asociación Norteamericana para la Seguridad y la Prosperidad, que no es otra cosa que un mecanismo ideado por los estadounidenses para aumentar su seguridad y la competitividad de sus empresas. La premisa, digna de un país con miedo pero que pondera sobre todas las cosas el negocio, especialmente cuando la mayor ganancia les está garantizada, es que las nuevas medidas de seguridad no impongan obstáculos al comercio y a la inversión entre los socios del Tratado de Libre Comercio de la América del Norte (TLCAN).
A México no le quedará de otra que abonar a un plan de acción, que incluye el instruir a los miembros del gabinete para que participen en grupos de trabajo a nivel trilateral antes del mes de junio. Entonces, los temas que importan hoy al Gobierno mexicano tendrán que esperar, sobre todo el asunto migratorio, que según la administración Bush “va a ser más viable cuando el pueblo y los dirigentes de los Estados Unidos sientan la confianza que la frontera es segura y que México está haciendo todo lo posible para crear oportunidades económicas”. Habrá que esperar sentados.
