A estas alturas me importa un pepino, pero que el tipo le apuntó, le apuntó.
Su nombre hoy es desconocido, con toda seguridad debe ser el mismo que inventó la rueda; no atinó a ubicar otro invento que sea tan trascendental y mediático como esto.
Vea usted como cambia el escenario en el universo mientras dura un Mundial de Futbol. Gente que ríe y llora de felicidad en las calles, otros se suman en la pena y depresión en una derrota, los políticos por fin se acercan a la coherencia y como en el caso de Lula en Brasil, le bastó dos declaraciones de la Verde Amarella para recuperar la popularidad perdida.
Mundialmente los problemas del Medio Oriente y otras zonas álgidas pasan a relevancia menor, el negocio bursátil cambia, los factores pueden ser de altas o bajas y de consecuencias terribles, pero a nadie le importa mayormente.
Que George W. Bush mantenga tropas en Irak en contra del sentir del pueblo americano, para nada compite con la aparente gordura de Ronaldo o los dientes de conejo de Ronaldinho; por otro lado, en cuanto a galanes, el mundo de las fans se olvidan de Robin Williams, Brad Pitt y Alejandro Fernández, quienes son desplazados por Francesco Totti, David Beckham o Roque Santa Cruz.
Nosotros los varones para no ser menos le damos la vuelta, y es así como antes del Mundial andábamos preocupados de quiénes y cómo eran las modelos, novias de los futbolistas.
Tiene claro usted cuantas necesidades quedaron postergadas para dar paso a la compra de un televisor para ver el Mundial de Alemania 2006, ha calculado cuantas horas de productividad ha dejado de trabajar la gente del mundo entero por ver los partidos, todo esto es cierto y se pueden sacar las cuentas.
Pero nada se compara con comprobar la mejora en su calidad de vida que experimenta la gente cuando se desarrolla un Campeonato Mundial de Futbol; se da cuenta que el inventor le apuntó. Por eso no me cabe duda que es el mismo que inventó la rueda.
Hasta la próxima.
