Transformación|El experimentar el sentimiento vuelve a los reos mejores personas
EL SIGLO DE TORREÓN
Muchos encuentran a su pareja ideal en el interior del Cereso
TORREÓN, COAH.- La vida no termina en el Cereso. El amor tampoco. En el Centro de Readaptación Social de Torreón son muchas las personas que han encontrado a su pareja ideal, con quien quisieran pasar el resto de su vida, sin importar los delitos que hayan cometido o las condenas que tengan por cumplir.
Érica Delgado Jasso tiene 19 años y está siendo procesada desde hace siete meses. Comenta que acudía al Cereso con frecuencia para visitar a su hermano y así conoció a José Salomé, de 23 años, quien tiene una condena de 25 años, mientras que ella calcula la suya en cinco.
?El ambiente aquí es muy pesado, estar aquí es difícil y te motiva mucho el tener una persona que te quiera, te ayuda mucho a salir adelante?, platica la joven, para quien ha resultado difícil adaptarse a la vida en el Cereso, por los conflictos de autoridad.
LA EDAD NO IMPORTA
Rosa María Rosas Silva tiene 35 años y se encuentra internada por delito federal. Hace dos años encontró a su ?amor ideal? en otro de los reclusos, con quien ya tiene cinco meses de novia, aunque él es menor que ella por 12 años.
Se sonroja cuando platica que Juan Manuel Tabares se le declaró con un beso, que le entregó junto con una manzana y una rosa que cortó de los jardines del Centro. Rosa lleva cinco años internada y le faltan cinco más, mientras que a su pareja tiene una sentencia por delito común y pudiera obtener beneficio, con lo que saldrían casi al mismo tiempo, y ya han hablado al respecto.
?Tenemos pensado hacer una relación allá afuera, me ha presentado ya a su mamá y queremos seguir nuestra relación cuando salgamos, pero sólo Dios sabe, uno pone y Dios dispone?, comenta, ?a veces pareciera que no pero sí existe... sí existe el amor en el Cereso?.
LA VISTA CONYUGAL
Tanto para las mujeres como los varones, la visita conyugal es una gran motivación, sobre todo si les toca el turno nocturno, que es de 12 horas, mientras que el matutino y el vespertino son de cinco, pero sólo se admite para quienes cuentan con pareja estable y tienen más de tres meses juntos.
Zamira Chai Alejo tiene 32 años y su novio 27. Cuando ella trabajaba en uno de los puestos de comida ubicados en el patio del Cereso, el comenzó a visitarla y a enviarle mensajes donde le expresaba que la amaba: ?me mandaba cartitas, pasaba y me decía ?te amo? aunque yo ni lo conocía?.
Para ella, lo más difícil de mantener una relación en el Cereso es la impotencia de saber que se encuentran en el mismo lugar pero no pueden estar juntos: ?quisiera convivir con él todo el día, pero sólo se puede los días de visita y en la conyugal?.
Entre las muestras de cariño que tiene Zamira hacia Juan Gasca, le prepara almuerzo, comida y cena. A él le queda un año para salir, a ella le faltan algunos más: ?aquí conocí yo a todos los internos y ninguno como él, nos llevamos muy bien, lo quiero mucho, lo quiero mucho?.
MÁS QUE EL SISTEMA
La limitación de la libertad no ha traído restricción alguna al corazón de Nancy Martínez Esparza, de 27 años, quien conoció a su ex marido en el interior del Centro y aquí se casaron, para luego tener un niño. Sin embargo, la relación no prosperó y en cuanto él salió se fue con el bebé, por lo que ella no ha podido ya verlo.
La soledad y la tristeza le acompañaron durante varios años hasta que conoció a Gilberto Monreal Bordallo, de 25 años, quien se convirtió en su amigo ?de penas? y a entenderla, hasta que un día durante la danza, se le declaró: ?yo no quería porque él era una persona que se portaba muy mal en el aspecto de que a cada rato se lo llevaban castigado?.
Nancy recuerda haberle pedido que cambiara y desde hace cinco meses, Gilberto no ha participado en ninguna pelea, ha dejado los problemas, las drogas, la amargura y la agresividad: ?he logrado que cambie, más que el sistema, en los dos años que él llevaba aquí estuvo castigado muchísimas veces, en Navidad, Diez de Mayo, pero ahora será diferente, quiero lograr que con ese querer, mejore?.
El rostro golpeado de Gilberto se transforma cuando mira a Nancy: ?así le diría enfrente del comandante, ?¿quién ganó al cambiarlo, ustedes o yo?? Con el amor que me tiene lo he hecho una mejor persona?.
LA IMPORTANCIA DE LOS DETALLES
Los detalles son importantes. Los reos cuentan con materiales diversos para realizar cojines o regalos con fieltro. Las internas coinciden en que cuenta más un presente pequeño hecho con cariño, a cualquier joya.
Cuando Rocío Flores García, de 28 años, se fijó en José Antonio Herrera, de 29, tanto sus compañeras como las custodias le recomendaron que mejor buscara alguien más, pues él tenía fama de ser muy problemático, peleonero y era castigado con frecuencia.
Tenía apenas un mes en el Cereso y le gustaba asistir al ensayo de danza, donde él era el capitán. Ella está acusada por delitos contra la salud y le faltan seis años, mientras que él presenta una condena por homicidio y le quedan cerca de 40: ?un día le dije ?cómo estás chulo? y me sorprendió que dijo que él buscaba algo serio?.
Como toda la familia de Rocío se encuentra en Durango, nunca recibe visitas, y no fue hasta que cumplió tres meses con José Antonio que arreglaron con el Departamento de Trabajo Social para que se le permitiera salir al patio con él los jueves y domingos: ?es muy raro encontrarse en un lugar así y descubrir que tienes cosas en común con otra persona, que no habrías podido conocer afuera?.