VICENTE FOX | NUNCA DEJARÉ DE PENSAR QUE ESTE PAÍS VA A SER MUY EXITOSO
El presidente ve que en algunos sectores de la población y de la clase política, aún persisten resabios de añoranza al viejo presidencialismo priista.
El Siglo de Torreón
México, DF.- A unos días de concluir su gestión, el presidente Vicente Fox asegura que no se arrepiente de ninguna decisión de las que tomó durante los pasados seis años y que incluso si tuviera la oportunidad de volver atrás, todo lo volvería a hacer igual.
En el ocaso de su mandato, con un nivel de aprobación ciudadana por encima del 70 por ciento, pero confrontado con los partidos de Oposición por su actuación durante el proceso de sucesión presidencial ?que lo llevó a poner en riesgo la viabilidad de las elecciones de julio pasado, según la calificación del Tribunal Electoral-, el jefe del Ejecutivo afirma que siempre Gobernó ?con la Ley en la mano? y cercano a la gente, basado en principios como la democracia, la libertad, la solidaridad, la bondad, la eficacia y la transparencia.
?No me arrepiento de ninguna decisión que tomé, de ninguna acción que ejercí a lo largo de estos años, si volviera a estar en las mismas circunstancias lo volvería a hacer igual.
?Y esto no quiere decir que no hubo errores, que no hubo malas decisiones, sino que simple y sencillamente actué con los datos a la mano en ese momento, con el escenario analizado y con la mejor voluntad de decidir lo mejor para México; por eso digo que volvería a hacer lo mismo?, establece sólo un par de días después de haber asumido la difícil decisión de enviar a más de cuatro mil efectivos de la PFP a Oaxaca.
En tono reflexivo el primer presidente de filiación panista que en el año 2000 logró la proeza de ?sacar al PRI de Los Pinos? ?como rezaba el slogan de su campaña electoral- se define como un ?soñador? y un ?optimista convencido? de que México alcanzará un futuro promisorio gracias al esfuerzo de sus ciudadanos.
?Nunca dejaré de pensar en grande, nunca dejaré de pensar que este país va a ser muy exitoso, nunca dejaré de pensar que los mexicanos somos la mejor gente del mundo?, comenta Fox en entrevista con la AEE.
A bordo del avión presidencial, en el colofón de lo que fue la última de 55 giras internacionales en las que visitó 48 países, el presidente Fox hace referencia a la cálida despedida que le brindaron los jefes de Estado y de Gobierno de todo el continente en el cierre de la XVI Cumbre Iberoamericana y es que el ?protagonismo? criticado por la Oposición en el país, fue visto como un fuerte liderazgo por sus colegas, sobre todo de Centroamérica.
Montevideo, Uruguay, fue la última ciudad extranjera que visitó en su calidad de jefe del Estado mexicano. Una mayoría de Oposición en el plano de la Cámara de Diputados le negó el permiso para realizar una visita de Estado a Australia y asistir a la cumbre de APEC en Vietnam.
Con la mirada clavada en la aridez del desierto de Antofagasta, al norte de Chile mientras el avión presidencial TP-01 enfila rumbo a la Ciudad de México, reflexiona sobre los sacrificios y los privilegios que conlleva el ejercicio del poder.
Explica que en una responsabilidad tan compleja como encabezar la Presidencia, es recomendable involucrarte emocionalmente con los problemas, ?porque no acabarías más que en desgaste y equivocaciones?.
Por el contrario, argumenta, aún frente a las críticas que se cosechan todos los días en distintos frentes hay que ver el ejercicio del poder como una tarea profesional, como un terreno donde se debe actuar con frialdad y con análisis profundo para tomar las mejores decisiones.
?Atrás de todo eso está el ser humano, las emociones y los sentimientos y sólo los que hemos estado en la arena, quienes hemos vivido en esta responsabilidad sabemos lo que hay detrás de tristezas, de alegrías, de desvelos, de sacrificios, pero eso es lo que te curte, te va dando esa templanza, esa fortaleza, esa capacidad de actuar con liderazgo?, asevera.
Distanciado de aquella espontaneidad que le llevó a responder ?se sienten ñáñaras? cuando una niña le preguntó, el 11 de enero de 2002, ¿Qué se siente ser presidente?, Vicente Fox refiere que en la Presidencia todos los días se aprende y el temor, la esperanza y las situaciones inesperadas son parte de la cotidianidad.
?Cuando tienes 64 años ya no te cueces al primer hervor, ya tomas las cosas con un poquito más de filosofía, porque sí hay mucha tensión, mucha presión.
?Tienes que tomar decisiones que pueden decidir sobre la vida o la muerte de una persona o que pueden traer felicidad o tristeza; decisiones que pueden ser responsables, pero que pueden no gustarle a mucha gente, por eso digo, sólo quien ha estado en la arena sabe de las dificultades que eso tiene?.
Católico practicante durante todo su mandato ?lo que también le generó tantas críticas como simpatías- el presidente se dice sabedor de que ?Dios aprieta pero no ahorca? y que cada ser humano tiene muchas más facultades de las que imagina, de las cuales puede echar mano en los momentos de mayor dificultad.
Sobre el legado que deja al país tras su Gobierno, Vicente Fox enumera entre otros resultados, el equilibrio de poderes, la promoción de un auténtico Federalismo, la consolidación de un Estado democrático, el avance hacia la transparencia y el combate decidido contra la pobreza y la criminalidad.
Sin embargo, advierte que en algunos sectores de la población y de la clase política, aún persisten resabios de añoranza al viejo presidencialismo priista, en el que se decidía el futuro del país desde la residencia oficial de Los Pinos.
?Todavía hay quienes quisieran regresar al autoritarismo y hay quienes indican y señalan que ésta más que una Presidencia democrática ha sido una Presidencia débil.
?Es muy importante encontrar el justo balance entre esto y se va llegando poco a poco a ese punto. Esto es un proceso, seis años son sólo un instante en la historia de nuestro país?, establece.
Expone que hoy en día los poderes Legislativo y Judicial han ejercido una verdadera autonomía e independencia con fallos y decisiones que muchas veces van en contra del Ejecutivo, lo mismo que los Gobiernos estatales y municipales.
Los medios de comunicación, complementa, hoy pueden trabajar con plena libertad, en un ejercicio constructivo para la formación de opinión pública bien informada.
No obstante, lamenta, hay quienes han abusado de la libertad y se han olvidado de la responsabilidad que conlleva esta nueva etapa.
El México el futuro
Con pleno conocimiento de los retos que tiene el país a futuro, Fox celebra el ejercicio ?México 2030? que puso en marcha el presidente electo, Felipe Calderón, como una vía para definir las prioridades nacionales y encontrar las mejores rutas para alcanzarlas.
?Es muy valioso y no por que vayamos a descubrir la rueda, buena parte de ese proyecto ya está en nuestra Constitución, por lo tanto sólo es completar el ejercicio y no hay duda de que la ruta más corta es la línea recta?.
Recomienda a su sucesor no dejar de consultar a la ciudadanía sobre sus prioridades y mantener las políticas públicas estratégicas durante el tiempo necesario para que maduren y rindan resultados, como ha ocurrido con la estabilidad económica.
?Somos muy desesperados a veces y nos salimos de ruta?, advierte y asevera que el país está en ruta ?y vale la pena ratificar ese rumbo?.
En una analogía de la vida campirana que forjó su carácter, el presidente Fox ejemplifica el cambio de Gobierno como la ?remuda? que entra al quite cuando la yunta ya se cansó de arar la tierra.
?La democracia tiene muchos frutos y uno de ellos es la renovación, es la remuda, como decimos en el rancho. Cuando la yunta ya se cansó, viene la remuda y entra de nuevo con gran fuerza y vigor?.
Considera que más que definir un perfil productivo para el país, se requiere establecer definiciones estratégicas y que cada ciudadano interiorice ese proyecto y lo haga suyo.
?Queremos ser democráticos, libres, humanistas, justos y equitativos, no queremos ser pobres, no queremos inseguridad.
?Ésas son las definiciones que todos debemos interiorizar y reflexionar, ya en las estrategias hay muchas formas de matar pulgas y ahí es donde cabe la creatividad, la innovación y la iniciativa y sé que el próximo Gobierno viene con toda esa intención?.
La vida después de Los Pinos
Con una agenda como conferencista en Estados Unidos y Canadá para los siguientes dos meses luego del cambio de Gobierno, el presidente Fox reitera su convicción de vivir en el rancho de San Cristóbal, en Guanajuato, su tierra ?querida y entrañable?, junto a su familia a la que muy pronto se sumará otro nieto, esta vez de su hija menor, Paulina, quien radica en Sydney, Australia.
?Regreso a casa, al rancho de San Cristóbal a un lugar donde me encuentro protegido, con fortaleza, motivado, a un lugar desde el que quiero seguir trabajando por México junto a Martha a quien quiero mucho y con quien tenemos una asociación de trabajo que nos mantiene activos y en movimiento?.
Adelanta que dedicará buena parte del año próximo para escribir un libro sobre su experiencia en la Presidencia.
?Yo sueño con ese México, con ese faro y lo que he tratado es sumarme a los mexicanos para tratar de llegar a esa dirección.
?La responsabilidad número uno de un presidente es comprender, visualizar e interpretar lo que quieren los mexicanos y sumarse con toda la energía, capacidad, bondad y fuerza para avanzar en esa dirección?.
