por: Javier Garza Ramos
el siglo de torreón
El canto de las sirenas ya lo escucha. La palabra mágica. Gobernador, gobernador. Guillermo Anaya está escuchando lo mismo que hace exactamente seis años se decía de otro panista que fue electo senador, Jorge Zermeño.
Pero enfrente tiene cinco años en el Senado y de talacha en el estado. Hasta ahora, Anaya ha navegado diez años en la política con buena estrella, nunca ha perdido una elección. Esta última, hace dos semanas, la ganó de calle.
Es cercano, mucho, a Felipe Calderón, pero dice que no quisiera aceptar un puesto en el Ejecutivo si se lo ofrecen. Aún así, los códigos tradicionales de la política aplican. La cercanía con el poder hace milagros. Pero también puede ser maldita. Un PAN engolosinado con ser la primera fuerza en el Congreso puede perderse fácilmente.
n Nada más una tercera parte del país votó por
ustedes.
Sí, porque iniciamos la carrera en un tercer lugar porque López Obrador tenía cinco años en precampaña, igual Madrazo cuando fue presidente del PRI y Felipe Calderón viene desde atrás, de la interna del partido.
Iniciamos la campaña en tercer lugar y la estrategia fue sabiendo que estábamos en tercer lugar y que había que ir por el segundo y luego el primer lugar. Creo que dio resultados además de que la ciudadanía reconoce un buen Gobierno de la Presidencia de Fox.
n Pero sacaron dos millones de votos menos que
Fox en 2000.
Sí, porque en 2000 Fox tiene sólo un rival y ahora fue competencia entre tres.
n En realidad no terminó entre tres. Madrazo sacó un porcentaje poco arriba de Cuauhtémoc Cárdenas en 2000.
Así es, pero ahora sacamos más votos en la Cámara de Diputados y de Senadores que en la de presidente.
n Llegan al Congreso
con las fracciones más grandes en las dos
cámaras, por primera vez en su historia. El poder es una tentación terrible.
Estarán en una posición de la que siempre se
quejaron cuando la
tenía el PRI.
Sí.
n Hay la tentación de caer en los mismos excesos.
Sí, hay un riesgo y tenemos que ser muy maduros. Somos el único partido que nace desde la oposición, con auténticos valores distintos a lo que era el Gobierno y que peleamos por una auténtica división de poderes.
Hay una tentación pero creo que van a salir adelante nuestros principios, que son ayudar al Gobierno, al presidente, sin ser serviles. El presidente va a tener su gente en el Congreso siempre y cuando se hagan cosas para mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
n El PAN está con la euforia de ganar dos elecciones presidenciales al hilo
y siempre hay ese
avorazamiento por
puestos, delegaciones
federales, por poder. Ya se vio algo en el sexenio de Fox y puede empeorar.
Sí, pero Felipe tiene experiencia de haber sido diputado y secretario de Energía y renunció con base en principios. Y los legisladores que van a estar vamos a tratar que, de lo que nos quejamos toda la vida, no caigamos en esa tentación del poder, que es condición humana.
n Ya cayeron, hay la
percepción de que cayeron.
Yo creo que el Gobierno de Fox fue honesto. Y tenemos la gran oportunidad de consolidar que gobiernen los principios de Acción Nacional.
n La diferencia entre
Calderón y Fox es que Calderón es panista más químicamente puro,
desde la cuna.
Así es, y Felipe trae un concepto de político más hecho, que sabe tender puentes, que lleva mayoría en el Congreso con base en Gobierno de coalición.
n ¿Anticipas resistencias en la fracción del PRD ante lo que ellos verían como la idea de que les
robaron la elección?
Sin duda. El PRD siempre tiene la idea de que si su idea no sale adelante, todos estamos equivocados.
n El PRI se queda como
bisagra. Asígnale
probabilidades a cómo
se movería de cada lado. ¿Qué tanta para el PAN, qué tanta para el PRD?
Creo que va a haber de todo, Hay priistas que comparten el proyecto de Felipe, otros que van más del lado de López Obrador. Pero cuando tienes el Gobierno, tienes mucho más margen de maniobra que cuando no lo tienes.
n ¿Fue correcto que López Obrador saliera a
proclamar su triunfo
la noche del dos de julio?
Creo que no y menos cuando nunca estuvo arriba en el PREP, ni siquiera por un voto.
n Calderón hubiera hecho lo mismo, de salir primero.
Yo creo que no, pero incluso al salir, Felipe cita las fuentes de las encuestas de salida y López Obrador no tuvo siquiera para citar porque no las tenía. Las tendencias siempre fueron así desde temprano.
n ¿Hizo bien Calderón en salir a proclamar su triunfo o hubiera estado mejor que dijera “no hay resultados, el PREP
me pone adelante pero voy a esperar”.
Eso fue lo que dijo.
n No, citó encuestas que
decían que él había
ganado.
Pero siempre dijo que iba a esperar.
n ¿Qué crees que va a hacer López Obrador?
Creo que empiezan a tender algunos puentes para que respeten el resultado, que respeten lo que plasmaron los partidos. Él dijo antes que fue una elección limpia, libre. Madrazo dice también que fue una elección limpia. A nadie le queda duda de que no fue elección de Estado.
López Obrador, si la sociedad y los medios de comunicación estamos a favor de quien gane, no va a tener otro remedio que aceptar el resultado.
n ¿Prevés violencia?
No, porque la gente está conforme y confía en el IFE.
n Mucha gente dijo que el dos de julio no era tan
importante como el tres de julio. No sé si dormiste esa noche...
Un poco.
n Al despertar, en la
mañana del lunes tres.
No hay presidente.
Por primera vez no
hay resultado claro.
Bueno, eso decían algunos encabezados. Pero al levantarme actualicé resultados en mi computadora y vi que seguía la tendencia. Estuve toda la noche analizando escenarios. Tenía una lista de encuestas de salida y todas nos daban al menos un punto a favor.
Yo creo que el IFE debió haber dicho “la tendencia es así, pero hay un margen de error”. Pero yo me desperté con tranquilidad de que teníamos ventaja en el PREP.
n Todos pensábamos en una tendencia. Pero no había certeza. ¿Sentiste incertidumbre?
Eso, incertidumbre, porque no tuvimos un mayor margen para estar tranquilos.
Hubo una ventaja de una semana, que pudo traer inestabilidad.
Lo otro es la incertidumbre de: ¿qué hará este cuate? (López Obrador). ¿Se le botará la canica, convocará a manifestaciones?
n Nunca has perdido una elección, Ya está el canto de las sirenas para la
gubernatura. ¿Qué
toca ahora?
Toca hacer realidad lo que debo hacer como político. Si trabajas bien, si haces realidad tus compromisos, podrás pensar en algo más. Yo para pensar en la gubernatura, tengo primero que hacer bien mi trabajo. Empezar a formar parte de una comisión importante como Gobernación, Relaciones Exteriores o Justicia. Quisiera participar en una de ellas y ser un senador responsable y que esté presente en sus oficinas de atención en las cinco regiones del estado.
Quiero romper el paradigma y estar informando y escuchando a los ciudadanos. Y también tender puentes con el gobernador y con los 38 alcaldes independientemente del partido, para que si puedo ayudar a bajar programas o recursos, hacerlo.
n Si gana Felipe y te llama para un cargo, alguna subsecretaría, dirección
o algo, ¿aceptarías?
Espero que no me llamen, no quisiera irme.
n Pero si te llaman,
¿te irías?
Depende cuál, pero no creo. No quisiera, aunque la ofrecieran. Si pudiera decir que no, diría que no.
n Al presidente no se le dice que no.
Así es, pero no quisiera irme a una subsecretaría, porque estando allá es difícil regresar. En la senaduría cuando no estás en sesión hay que estar en las oficinas y un puesto en el Ejecutivo es en la ciudad de México, pero mi propósito está en Torreón.
