BANDERAZO DE SALIDA.- El 21 de febrero de 1925 salió a la venta, en Nueva York, el primer número de una revista que cumplirá en breve 81 años de circulación... Su nombre, The New Yorker (El Neoyorquino), y desde su aparición, hasta hoy, ha mantenido la imagen que le fue dada por su fundador y director hasta su muerte, Harold Ross. Esto es: una revista original y espléndida, bellamente escrita, editada y producida con calidad, una pequeña obra de arte semanal que es la mejor combinación de ficción y no-ficción, reminiscencias, humor, periodismo, comentarios, entrevistas y críticas como jamás se haya hecho... Otras publicaciones han tratado de copiar el estilo de The New Yorker, pero resulta imposible hacerlo porque se trata de una revista siempre cambiante, siempre a la vanguardia, que sorprende con innovaciones en cada número.
CURVA PELIGROSA.- Ross nunca quiso que The New Yorker fuera un imperio periodístico, sino sólo una revista para leer y entretener con calidad, y por eso se recuerda que cuando la circulación llegó a los 300 mil ejemplares semanales, dijo: ?algo debemos estar haciendo mal para haber alcanzado esa cifra?... William Shaw, sucesor de Ross en la dirección de la revista, elevó a 450 mil copias semanales la circulación, y dijo que allí se quedarían, y lo ha cumplido. Resultado: la revista se vende en pocos días... The New Yorker no es una revista sólo para los neoyorquinos, aunque la gran Urbe de Hierro es su objetivo principal, pues hay material de sobra. También se ocupa de los acontecimientos más sobresalientes en el mundo del arte, los espectáculos, la cultura... Se fundó con el apoyo financiero de Raoul Fleischmann, que no sabía nada de periódicos, pero que era un inversionista audaz y confiado.
RECTA FINAL.- Las oficinas de The New Yorker ocupan varios de los pisos más altos del edificio marcado con el número 21 de la calle 43 Oeste de Manhattan... La portada del primer número de la revista era el dibujo de una lagartija muy catrina atisbando a una mariposa a través de un monóculo. Nadie sabe qué significa, pero se publica cada vez que la revista cumple un aniversario... Uno de los grandes méritos de The Yorker, y de su éxito, es la lista de escritores entonces desconocidos pero que se hicieron famosos cuando dieron a conocer allí sus obras, como Truman Capote, Gay Talasse, Robert Benchley, J.D. Salinger, John Updike, Eudora Welty, Frank O?Connor, Jack Kerouac, John O?Hara y como cien más.
META.- El otro ingrediente del éxito de la revista es el estilo de periodismo que se creó allí. El llamado Nuevo Periodismo, una mezcla de ficción y no ficción en la que el reportero se involucra con el personaje a quien entrevista, o interviene en el relato de los acontecimientos que narra. Un estilo cuyo primer maestro fue Gay Talasse y el más reciente Joseph Mitchell... En los artículos, crónicas y simples notas periodísticas el reportero parece ser viejo amigo del entrevistado, haber participado en el evento, haber sido testigo del suceso. Un Nuevo Periodismo que sólo grandes maestros de la narrativa pueden lograr, y de los que The New Yorker es la mejor escuela.