BANDERAZO DE SALIDA.- (Carta de Nueva York). De moda, entre la gente riquilla de la Urbe de Hierro, minifalda y calcetines de vivos colores que se quitan en las fiestas para bailar descalzas... Hay, en la ciudad más popular del mundo, 26 estaciones de radio que transmiten en idiomas que no es el inglés. La mayoría son en español, francés y chino... Una nevería al pie del Empire State Building anuncia su especialidad: nieves de 52 sabores... Se dice que más de dos millones de neoyorquinos hablan español... Vuelve de moda en los bares, como hace 30 años, los snacks o botanas. Con un vaso de cerveza le arriman al cliente un platito de cacahuates, rodajas de mortadela o cebollitas curtidas... Los diarios de aquí se interesan poco en publicar información sobre Hispanoamérica, pero destacan los delitos cometidos por hispanos y negros... El índice de robos, violencia en las calles, violaciones y robos en casas es alto, aunque la policía diga lo contrario.
CURVA PELIGROSA.- Nueva York es una ciudad donde no hay manera de aburrirse. Si no se quiere ir al cine o al teatro, basta con sentarse en cualquier parque público, y desde allí ser espectador de toda clase de hechos... Central Park, que era un sitio peligroso por los asaltos y violaciones, es ahora un sitio seguro hasta de noche. Lo patrullan policías a caballo, motocicleta y bicicleta... La ciudad es tan grande y sus problemas tan numerosos que se dice que cada cinco minutos se puede escuchar la sirena de una ambulancia, de un carro patrulla, o del camión de bomberos... La Quinta Avenida sigue siendo el lugar ideal para ver pasar a las muchachas más bonitas del mundo. Como hay allí abundancia de agencias de modelos, boutiques exclusivas y salones de belleza caros, el desfile de mujeres atractivas y elegantes es constante.
RECTA FINAL.- Greenwich Village dejó de ser refugio de artistas bohemios y ahora es la meca de jovencitas pre-adolescentes y casi niños que se dedican a la prostitución y al consumo de drogas... A ellas les ha dado por usar tatuajes pequeños en los brazos con el nombre de la droga a que son adictas, y a ellos por raparse el pelo y usar grandes argollas como aretes. Es patético y triste verlos... Cerca de allí está el bar Duke?s para homosexuales. A la entrada venden pequeños estuches de maquillaje... Y en pleno Times Square un gran aparador luce toda clase de prendas íntimas femeninas que harían ruborizar a una dama recatada... Sorprende el sistema del pronóstico del tiempo que tiene la ciudad y que nunca falla. Lo dan a conocer por canales locales de TV y se puede preguntar por teléfono. Nadie sabe cómo le hacen, pero cuando dicen que habrá un chaparrón a las 15 horas o llegará una onda fría a las siete de la mañana, así ocurre exactamente.
META.- La cerveza sigue siendo la bebida preferida de los neoyorquinos en los bares. Le siguen el whisky escocés, el vodka y el ron. Muchos se inclinan también por el tequila... La mujer neoyorquina sigue siendo la más liberada e inhibida de los Estados Unidos. No se anda con remilgos para aceptar una invitación a cenar o a salir a pasear. Viste bien, es muy segura de sí misma y no se deja engatusar fácilmente... Por toda la ciudad palomas y flores en los balcones... Algo inolvidable: un filete de una pulgada de grueso y deliciosamente suave y sazonado en el ?Four Season?, acompañado de una botella de vino tinto frío... Cuando el día languidece, Nueva York parece un árbol de Navidad porque sus calles y edificios destacan con luces brillantes. Allí nunca es de noche.