BANDERAZO DE SALIDA.- Aunque la Iglesia Católica se opone y condena el culto a la llamada ?Santísima Muerte?, lo cierto es que la creencia en dicha imagen fúnebre aumenta en nuestro país... El escritor Homero Aridjis investigó dicho culto y todo lo que encontró está en su libro ?La Santa Muerte? de reciente publicación... Aridjis afirma que los creyentes de esa figura son principalmente narcotraficantes, vendedores ambulantes, policías, taxistas y prostitutas. Es decir, quienes buscan protección contra el peligro que rodea sus vidas a pesar del mal que ellos puedan hacerle a los demás... El escritor inició su investigación después que asistió a una fiesta que resultó reunión de narcos y quienes tenían un altar con la imagen de la muerte, a la que le rindieron honores en una extraña ceremonia.
CURVA PELIGROSA.- Aridjis encontró nichos con calaveras, símbolo de la muerte, en varias partes de la Ciudad de México, y en los mercados Tepito, Lagunilla, Buenos Aires, Iztapalapa y Morelos, y hasta en el llamado ?corredor del peregrino? en el Centro Histórico de la Ciudad, y a pocos metros de la Basílica de Guadalupe... En Tepito, el primer lunes de cada mes hay una ceremonia muy concurrida oficiada por un hombre que se dice ?sacerdote de las tinieblas?, en la que se rezan rosarios nocturnos. Este ?sacerdote? es protegido por varios hombres armados que cuidan que no haya interrupciones ajenas... En el pasillo ocho del mercado Sonora, uno de los más populares de la Ciudad de México, se exhibe y vende todo tipo de artículos e imágenes de adoración a la muerte.
RECTA FINAL.- La creencia en la figura de la Santa Muerte nació en los años sesenta en el pueblo de Actopan, Hidalgo. Se dice que se encontró una imagen muy impresionante con un cráneo humano, la gente del pueblo la guardó en una vitrina y la llevó a la iglesia donde comenzó a crear devotos. El sacerdote de la iglesia, al ver aquella extraña adoración, dispuso que la figura despareciera del templo, pero el número de devotos ya era grande. Muchos creen que ese culto puede compararse al de San Judas Tadeo... En sus investigaciones, el escritor comprobó que los aztecas ya le rendían culto a la muerte y que éste disminuyó cuando los españoles construyeron iglesias católicas... Este extraño culto sirve a sus fieles para pedirle a la muerte lo que no se atreven a pedirle a Dios.
META.- Según la conclusión de Aridjis, la llamada Santa Muerte no tiene bando, no pertenece al reino de Dios ni al del infierno, y sus seguidores la consideran neutral. Por eso también está atrayendo adeptos entre asesinos, delincuentes, presos en las cárceles y políticos que quieren eliminar a sus adversarios... El investigador encontró que hay creyentes que se reúnen en ciertos lugares sólo conocidos por ellos para pedirle favores a la figura fúnebre, y que actúan como si estuvieran en la iglesia: rezan, se hincan, persignan, le llevan ofrendas, hacen promesas y dejan notas de los favores recibidos? Aridjis encontró también que el culto a la muerte se practica en varias ciudades fronterizas del norte.