BANDERAZO DE SALIDA.- ¿Que hay de nuevo en E. U.? Pues hay mesas de sala cuya parte central es un enorme reloj. Las personas sentadas a la misma tienen enfrente la carátula del reloj y espacios en los bordes para poner sus copas y platos... Otra fabulosa mesa de centro es un acuario con peces. Da un aspecto refrescante y proporciona el atractivo de un mundo submarino cercano con peces que nadan, barcos hundidos, tesoros y demás... También hay relojes con figuras de deportistas en acción. La bola del deporte que se trata, gira en la punta del minutero, y da la impresión de que se pegó un jomrón, se anotó un gol, o una canasta.
CURVA PELIGROSA.- Hay muchos hombres que beben para olvidar, pero pocos que se olvidan de beber. * Si tiene usted que invitar a comer al ex presidente Bush (papá del actual y reelegido presidente norteamericano), prepárele los mejores tacos de carne asada que pueda. Son su platillo favorito. * No todos los cinéfilos saben que el actor Steven Bauer se llama en realidad Esteban Echeverría, que es cubano pero se crió en Miami. Que saltó a la fama en la película Scarface y luego se consagró en Ladrón de Corazones. Bauer estuvo casado con la preciosa Melanie Griffith.
RECTA FINAL.- Ahora no sólo hay jugadores compulsivos, sino también personas ávidas de sexo compulsivo, que pecan en exceso sin poderlo evitar, y algunas hasta ven en el suicidio un placer más, quizás el último de sus vidas, y no el fin total. Los siquiatras han encontrado que estas personas son más comunes de lo que se cree, y que cada día aumenta su número. Para todas ellas hay clubes semejantes a los de Alcohólicos Anónimos, donde se reúnen con personas que tienen el mismo problema, y donde por confesión espontánea tratan de ayudarse entre sí.
META.- Lo último, en París, visitas a las catacumbas de la ciudad para vivir en un mundo subterráneo donde hay fantasmas, esqueletos y momias, y donde se puede comer y dormir. Aunque hay unos que no lo creen, dichos paseos están siendo un éxito y lo que comenzó como una diversión son ahora excursiones regulares los siete días de la semana, con tres y cuatro grupos al mismo tiempo. Los excursionistas llevan comida y bolsas de dormir proporcionadas por la compañía que organiza las macabras excursiones. Los visitantes bajan por escaleras hasta las catacumbas, unidas al servicio de drenaje de la ciudad por anchos pasillos y son llevados por una serie de oscuros túneles donde oyen ruidos de ultratumba, cadenas que son arrastradas, gritos y demás. Duermen en un lugar previsto y al día siguiente salen a la radiante luz del sol y a la normalidad.