El cáncer del cuello de la matriz es el tumor más frecuente en la mujer mexicana; las posibilidades de tenerlo aumentan con la edad. Este cáncer es una enfermedad silenciosa que se puede descubrir en sus inicios, y es curable si se trata a tiempo. El impacto del cáncer cervicouterino (Cacu) en el mundo es devastador, siendo la segunda causa de muerte en la mujer y la primera causa en naciones en vías de desarrollo. El virus del papiloma humano se ha encontrado en el 93 por ciento de todos los casos de cáncer invasor y de sus lesiones precursoras, por lo que se considera a la infección por este virus como el factor de riesgo más importante.
Uno de los problemas frecuentes del cáncer, es que generalmente no da síntomas en forma temprana, es un enemigo silencioso, frecuentemente cuando nos da un aviso, es porque ya se ha dado tiempo para hacer de las suyas, es por eso que debemos aprender a cómo ganarle la iniciativa, debemos anticiparnos inteligentemente y si lo aprendemos podremos ganarle con relativa facilidad... probablemente no hay mejor ejemplo de esta condición que del cáncer del cuello de la matriz conocido técnicamente como carcinoma cérvico uterino o simplemente como Cacu.
El cáncer cérvico uterino, es el más común de los tumores malignos en nuestro país, ocupa más del 30 por ciento de todos los cánceres, la variedad más común es la epidermoide, la que constituye aproximadamente el 75 por ciento de los casos, y ésta, está claramente asociada a una infección ginecológica previa por el VPH (Virus del Papiloma Humano), es tan estrecha la asociación que diversos autores consideran al C.A.C.U. como la infección venérea de nuestros tiempos, como en otra época lo fuera la sífilis o la blenorragia (gonorrea).
Cuando una mujer muere por cáncer en el útero, alguien comparte con el cáncer la responsabilidad de una muerte. La lucha contra el cáncer constituye desde hace mucho tiempo un problema fundamental de la medicina, por su gran frecuencia y extrema gravedad. El cáncer de útero (CaCu) es quizás la más importante de las afecciones a que el ginecólogo tiene que enfrentarse, por lo cual la paciente debe de estar asistiendo frecuentemente con el médico para hacer un frente común y ganar la batalla.
El CaCu es sin duda alguna la más grave y digna de estudio de todas las ginecopatías, su estudio interesa no sólo al especialista de ginecología, sino también al médico de familia; sin su ayuda y pesquizaje activo no es posible realizar ninguna lucha anticancerosa. Es necesario que el médico conozca bien esta enfermedad y aprenda a descubrir sus manifestaciones tempranas.
