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A L E C O / ENDOSCOPIA

Dr. Raúl Domínguez González

El desarrollo de la endoscopia en ginecología ha marcado uno de los progresos más importantes de la especialidad en las últimas dos décadas. Inicialmente, la laparoscopia ginecológica estuvo limitada exclusivamente a procedimientos diagnósticos, hasta que, en 1962, se introduce como procedimiento quirúrgico en la esterilización tubaria. Desde entonces, el desarrollo de modernos aparatos ópticos, videocámaras, equipos de insuflación electrónica y sofisticados instrumentos quirúrgicos, ha permitido abordar en forma segura la mayoría de las enfermedades ginecológicas por vía endoscópica. La endoscopia ginecológica incluye la laparoscopia y la histeroscopia.

El desarrollo de instrumental adecuado, así como el mejoramiento de la tecnología ha hecho posible que los ginecólogos puedan realizar la histerectomía abdominal por vía laparoscópica. El desarrollo de la cirugía laparoscópica ha sido realmente el paso más importante en la cirugía ginecológica en los últimos 20 años.

Dado que la histerectomía vaginal puede presentar menos complicaciones y un tiempo de recuperación más rápido que la histerectomía abdominal, se piensa que la histerectomía por vía laparoscópica daría los mismos beneficios de una histerectomía vaginal. Sin embargo, no debe realizarse una histerectomía laparoscópica en lugar de una histerectomía vaginal, sino como una alternativa a una histerectomía abdominal.

Las indicaciones principales de la histerectomía abdominal incluyen miomas uterinos, endometriosis, tumores anexiales, hiperplasia endometrial, algunos casos de dolor pélvico crónico asociado a enfermedad inflamatoria pélvica, y neoplasias malignas ginecológicas; siendo la miomatosis uterina la causa más frecuente de histerectomía. La mayoría de estas indicaciones se cumplen también para la histerectomía laparoscópica. Es también apropiado llevar a cabo esta intervención cuando la histerectomía vaginal está contraindicada.

Desde su primera vez la técnica de la histerectomía laparoscópica en 1989, se demuestra que los beneficios de la cirugía endoscópica eran aplicables a este tipo de intervención, un gran número de autores ha comunicado su experiencia. El equipamiento usado por cada uno de ellos varía de una serie a otra. Así también varía el tipo de intervención que se realiza, de acuerdo a las diversas clasificaciones que aparecieron con relación a este tipo de intervención; tenemos así, histerectomía vaginal asistida por laparoscopia (HVAL), histerectomía supracervical (subtotal) por vía laparoscópica (HSL), histerectomía clásica de Semm (CASH - del inglés classical abdominal semm hysterectomy), histerectomía laparoscópica (HL) y la histerectomía laparoscópica total (HLT).

La histerectomía laparoscópica total es una técnica relativamente nueva que consiste en la sección laparoscópica de todas las inserciones del útero, hasta que éste cae libre de todos sus puntos de fijación en la cavidad pélvica. Luego de esto, el útero es extraído a través de la vagina y la cúpula vaginal es cerrada por laparoscopia o por vía vaginal.

La mayor ventaja de la histerectomía laparoscópica es evitar la incisión abdominal, la cual generalmente implica un mayor tiempo de hospitalización (5 días) y un tiempo de recuperación más prolongado (cuatro a seis semanas). La consideración de toda técnica quirúrgica nueva, una vez demostrada la factibilidad de poder ser realizada, implica la evaluación de los riesgos de complicaciones.

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