Día tras día, suceden mil historias a nuestro alrededor, y que en ocasiones no sabe uno qué hacer, cada quien sobre un caso específico, tiene una respuesta diferente, ¿qué harías tú si te contaran algo como esto?...
23:40 horas
Desde la última vez que estuve contigo no he dejado de preguntarme... ¿qué sucedió entre nosotros?
Hoy, finalmente, después de varias reflexiones, sé qué fue lo que pasó.
Desde que te conocí, pude compartir contigo momentos inolvidables, alegrías y hasta momentos duros y amargos.
Desde que te conocí me deslumbraste con tu manera de ser; tu manera de bailar, con tus encantos, tus palabras bonitas y tus detalles.
Siempre con algo qué decir en el momento preciso... ?Vives desde hace tiempo en el cajón de mi corazón, cómo no voy a desear estar contigo... tu ángel de la guarda?.
Desde que te conocí fuiste para mí tan grande como el Cristo de las Noas que posó atrás de nosotros cuando nos tomamos la foto.
Llegaste a ser para mí una gran ilusión, no sólo como amante y como pareja, también dentro de mis ilusiones tuve un hijo contigo. Estas ilusiones no fueron producto de mi imaginación... vinieron de tus palabras y de tus actos.
Te puse muy alto y yo ni se diga... me fui al cielo. No sé si lo sabes, pero duele mucho caerse desde tan alto y con tantas alas...
Si esto fue verdad, hoy, de todas las personas que has ilusionado en tu vida y luego desilusionado... me siento la persona más desafortunada pues yo fui la que más alto se cayó y reconozco que sigo recogiendo pedazos.
Hoy no te culpo, pues entre líneas y con tus propias palabras siempre me dijiste ?no valgo la pena, no sé querer?.
¿Por qué ibas a ser diferente conmigo?
No me queda la menor duda que yo me entregue al 100 por ciento. Sé que soy una gran persona con defectos y también con grandes cualidades y dentro de los valores que tengo está la dignidad.
Este fin de semana y muchos otros fui ?de ti?. Hoy sé, más que nunca, que eso no volverá a suceder pues no aspiro a ser ?de nadie? sólo por momentos... qué fue lo que tú me diste.
Gracias... porque en verdad fueron maravillosos.
Tienes una gran magia para amar y con gran arte en la seducción para lograr tus objetivos. Pero nada más.
El día que más te necesité como pareja fue cuando viniste a verme. Sabías por lo que había pasado y lo único que quería era que me abrazaras y llorar en tus brazos y desahogarme por toda la tensión que había pasado (así como tú lo hiciste algún día)...
Después de amores tras amores debido a la gran necesidad de reconocimiento es obvio que el cazador descansa sin importarle nada, sólo sentirse en un sitio seguro...
Yo decidí separarme de ti por un tiempo porque tu inestabilidad emocional me estaba causando mucho daño. Hoy sé que no tiene caso esperar...
Para mí eres simplemente un ser humano, la persona con quien viví una aventura de amor y del que ya no espero nada más.
En verdad pensé que te importaba.
El sábado que me despedí de ti con lágrimas en los ojos, pues tengo que aceptar que me dolió mucho que te hayas regresado tan pronto, también te dije cómo me sentía: tenía mucha angustia y miedo.
Hasta el día de ayer esperé una llamada de apoyo de la persona que me dijo que me amaba... esa llamada nunca llegó.
Que Dios te bendiga y te ilumine para saber qué aconsejarle a alguien que quieres, si algún día se topa con un ser como tú.